Esta es la verdad sobre el día más deprimente del año, según el cientifico Cliff Arnall
Este día se creó como una estrategia de marketing diseñada para fomentar el consumo.
Más información: El adiós de Mercadona a uno de sus productos estrella que costaba 2,05 euros: la cadena anuncia su retirada.
Como viene siendo habitual cada 20 de enero, las redes sociales, los medios de comunicación y hasta las marcas se llenan de referencias al "Blue Monday", conocido como el "día más triste del año".
Este concepto, que nació en 2005 como parte de una campaña publicitaria, ha sido cuestionado por su falta de base científica. Sin embargo, su popularidad sigue intacta, y cada año se convierte en una oportunidad para reflexionar sobre el bienestar emocional y mental.
La idea del Blue Monday surgió de una fórmula pseudocientífica que combinaba factores como el clima invernal, las deudas posnavideñas, el incumplimiento de los propósitos de Año Nuevo y la falta de motivación, pero fue rápidamente desacreditada por expertos. A pesar de ello, ha calado en la cultura popular, principalmente porque toca una fibra sensible: el inicio del año suele ser un periodo de introspección y reajuste emocional.
Origen Blue Monday
Fue en 2005, cuando el psicólogo Cliff Arnall propuso esta fecha como el día más triste del año, basándose en una fórmula que aparenta ser científica.
Dicha ecuación considera factores como la escasez de luz solar, las condiciones climáticas, la melancolía que surge tras el fin de las celebraciones navideñas y la frustración que puede generar plantearse metas difíciles de alcanzar al inicio del año.
El concepto se presentó a través de una fórmula matemática que aparentaba ser precisa: [W = (D-d)] x TQ : M x Na.
En esta ecuación, "W" representaba el clima (weather, en inglés), "D-d" hacía referencia al gasto acumulado durante las fiestas navideñas, "T" al tiempo transcurrido desde Navidad, "Q" al tiempo pasado desde los propósitos de Año Nuevo, "M" simbolizaba la falta de motivación y "Na" la necesidad de tomar acción.
En realidad, todo esto fue una estrategia de marketing diseñada para fomentar el consumo. Se dice que Cliff Arnall colaboró con una agencia de relaciones públicas que trabajaba para la empresa de viajes británica Sky Travel.
La agencia popularizó la idea del Blue Monday con el objetivo de influir en los clientes, haciéndoles creer que este sería el día más triste del año y que viajar era la mejor forma de combatir ese supuesto estado de ánimo.
Cliff Arnall, quien se identifica como psicólogo, reconoció en 2010 que su cálculo carecía de cualquier fundamento científico. Desde entonces, ha abogado por dejar atrás la idea del Blue Monday, llegando incluso a participar en una campaña patrocinada por la Oficina de Turismo de Canarias para promover su "abolición".
En una entrevista concedida en 2018 al diario británico The Independent, Arnall ofreció una visión completamente opuesta a la del Blue Monday.
Según explicó, enero es en realidad un momento ideal para tomar grandes decisiones que marquen el inicio del año, ya sea comenzar una nueva carrera, hacer amigos, emprender un nuevo pasatiempo o planear una aventura emocionante.