Mónica García suele estar en la diana de las redes sociales últimamente. Cada semana, es la presidenta Isabel Díaz Ayuso la que le saca los colores en la Asamblea de Madrid a la líder de Más Madrid, que no se amilana y prestaba batalla a la popular como puede. Aun con esas, cada cosa que hace la política está sometida a la fiscalización de los Ayusers, que sacan punta a prácticamente todo lo que hace o dice.
Así, por ejemplo, se apresuraron a recordar que García vive en el Retiro cuando ella se grabó en el metro de Lavapiés para denunciar el recorte de trenes que había ejecutado la Comunidad de Madrid con el pretexto del ahorro. Pero esa no es la única incoherencia que le han echado en cara en las últimas semanas ni mucho menos. Ahora, en pleno lanzamiento del libro con parte de sus vivencias, Política sin anestesia (Plaza & Janés Editores 2022), tampoco la van a dejar tranquila.
García, la "médica y madre", aborda en un texto escrito en primera persona su camino del quirófano a la Asamblea, y lo hace con la intención de denunciar "la banalización de la política o la degradación del debate en una realidad que algunos tratan de convertir en un lugar individualista y competitivo". Este tipo de declaraciones se han entendido como una pulla al que fuera su partido, Unidas Podemos, de, que se divorció en 2019, una ruptura que analiza al detalle.
"Ejemplo de izquierda hipócrita"
En este contexto, el tuit de Pablo Castrillo, un afiliado del Partido Popular que forma parte de Nuevas Generaciones y estudia Derecho y ADE en la Carlos III, ha puesto a Mónica García en la picota un día más. Señala en su comentario que "critica a Amazon, pero vende su libro allí" y hace lo mismo con "la élite, pero va a clubs privados", añadiendo también que "se queja de sobresueldos, pero cobró por dos de la Asamblea" y concluyendo que se trata de "el mejor ejemplo de izquierda hipócrita":
En cuanto a ese "sobresueldo", fue la propia García la que en febrero de 2021 avisó a la cámara regional de que tenía que devolver 13.000 euros por haber cobrado de forma indebida, según ella por un error, su sueldo como parlamentaria en la Asamblea con dedicación exclusiva cuando al mismo tiempo estaba de baja laboral en el hospital 12 de octubre. El resto de incoherencias también nos hace visitar la hemeroteca, como este tuit de abril en el acusaban a Ayuso de estar con Amazon y presumían desde Más Madrid de elegir "librerías de barrio":
El problema es que su libro, como le han afeado muchos tuiteros, también se puede comprar en Amazon y eso no ayuda mucho a las librerías de barrio:
Este mismo fin de semana, García presumió de haber estado visitando en Arganda la II Fiesta por la Educación Pública con actividades abiertas para la familia en apoyo de los servicios públicos:
Sin embargo, ha trascendido una imagen de García como usuaria de las instalaciones del complejo deportivo Real Canoe N.C., un club privado de Madrid:
Hacerse socio de este club, cuando se tienen más de 22 años, cuesta unos 725 euros de cuota de entrada y 105,86 euros bimensuales. No es que sea ni mucho menos prohibitivo, puesto que hay además clubes muchísimo más caros, pero ha servido para que sus críticos hayan tenido más carnaza contra ella:
Al contrario que otras veces, García ha preferido no defenderse en Twitter de las acusaciones.