Si pudiésemos sopesar alguna ventaja del padecimiento, de la enfermedad que te alerta de la muerte porque te lleva inevitablemente a ella, es precisamente el anuncio de esa certeza que un fallecimiento accidental no te otorga. Quizás sea mejor no saber cuánto te queda, pero saberlo teniendo la templanza suficiente permite las despedidas, que no es poco. Siempre se ha dicho que todos los mensajes y las llamadas de los pasajeros que iban a bordo de los aviones en el 11-S fueron para demostrar amor a sus seres queridos. Lo importante.
La que nos ocupa hoy también es una historia de amor y de muerte, porque ambas cosas no son ni mucho menos incompatibles. De una boda en el lecho de muerte, cumpliendo un último deseo feliz de Conchi, lidiando con una enfermedad mortal, y su ya marido Agustín, después de toda una vida juntos. La ha contado el notario que los casó, Carlos Cabrera, para el que el suyo fue el primer matrimonio "en peligro de muerte" que ha llevado a cabo.
El Código Civil español dedica el artículo 52 a este matrimonio "en peligro de muerte" o "in extremis" que se contrae cuando uno de los miembros de la pareja, o incluso los dos, pueden fallecer por causas naturales o accidentales, como un militar que está en la guerra, por ejemplo. Si bien antes únicamente los jueces encargados del Registro Civil, alcaldes o concejales e incluso mandos militares podían casar en estas circunstancias, desde el 30 de abril de 2021 también pueden hacerlo los notarios.
"Es un momento alegre"
El requisito básico es que haya una situación que haga temer por la vida de uno o los dos cónyuges y que la boda se celebre ante dos testigos mayores de edad. En la de Conchi y Agustín, no faltaron testigos, pero tampoco celebración, vestidos y champán. El notario llegaba "con el cuerpo cortado" al hospital, pero pronto comprendió que "se respira un ambiente de fiesta" y que tendría que cambiar el chip:
Los novios con sus mejores galas, el ramo preparado, los nervios, los brindis... Lo que viene siendo un bodorrio en toda regla a pesar de la circunstancias:
Después de la celebración, Conchi ha comenzado un tratamiento paliativo "porque su cuerpo ha dicho basta", pero la enfermedad no ha podido impedir que se hayan dado el sí quiero:
El hilo de Carlos Cabrera acumula miles de reacciones en Twitter y no es para menos, puesto que no estamos acostumbrados a digerir una historia tan triste y tan bella a la vez, y así se ha podido percibir en las reacciones de los tuiteros:
Lo cierto es que a nosotros también se nos ha caído alguna que otra lágrima.