En la cabeza de Mónica García y su equipo de comunicación sonaba espectacular, pero el resultado del vídeo que han difundido este jueves con la líder de Más Madrid en Lavapiés esperando por el metro no les ha podido salir peor. Criticaba allí la portavoz de la formación de izquierdas en la Asamblea de Madrid la decisión del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso de reducir hasta un 10% el número de trenes debido al incremento en la factura eléctrica.
El portavoz del Ejecutivo, Enrique Ossorio, ha argumentado que el gasto se ha multiplicado por cuatro en el precio mensual de 2022 y, con la voluntad de que Metro de Madrid continúe ofreciendo "un servicio de calidad, pero con las cuentas más saneadas", recortarán en varios de los viajes. En concreto, se reducen un 4% en hora punta, pasando de 324 a 311 que, según el consejero, únicamente supone un incremento de "unos segundos más" de espera para los usuarios.
La oposición no ha tardado en criticar la nueva medida de Ayuso, pero ha sido García con su incursión en el metro la que ha logrado más repercusión. Desde uno de los andenes de Lavapiés, grabándose en modo selfie, ha explicado que la reducción de trenes "significa que los madrileños tendremos que invertir más tiempo para desplazarnos en nuestro transporte público" porque, asegura, la presienta "nos va a robar 6.000 horas de nuestro tiempo".
"¿Has ido desde El Retiro?"
Un tiempo, ha añadido, que "necesitamos para cuidar, descansar, formarnos o vivir. Los madrileños no tenemos que pagar con tiempo lo que los ricos no quieren pagar con impuestos", ha sentenciado, avanzando igualmente que "nos van a tener enfrente y vamos a defender nuestro transporte público y nuestra movilidad sostenible. Con nuestro tiempo y nuestra vida no se juega":
Si lo que quería García con su vídeo era llamar la atención, sin duda lo ha conseguido con creces, pero creemos que no en el sentido que le gustaría. Aunque siempre hay seguidores que aplauden el mensaje, lo cierto es que una gran mayoría de tuiteros le han propinado cientos de zascas. Estos críticos no se creen que la de Más Madrid sea una usuaria de metro y menos en la zona de Lavapiés, cuestionando también que hable de "ricos" en tercera persona:
No es la primera vez que Mónica García sufre el efecto bumerán en su estrategia de comunicación en redes y para muestra la que lió con 100 Montaditos en su momento.