Cesan a la máxima autoridad del cine español tras el escándalo de la Filmoteca
La directora del ICAA se ha despedido de sus trabajadores según ha podido saber este periódico.
24 noviembre, 2016 15:18Noticias relacionadas
Lorena González Olivares ha sido cesada por el nuevo Secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, como directora del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales. Esto se produce tras el escándalo de la Filmoteca Española destapado por EL ESPAÑOL y en el que se denunciaba la dejadez, el abandono y la falta de personal cualificado de la institución encargada de conservar el patrimonio cinematográfico español. La máxima autoridad del cine español ha comunicado esta mañana a sus trabajadores su decisión según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a la institución. Fuentes de la industria también lo han confirmado a este medio.
Olivares es la segunda responsable del ICAA que dimite tras Susana de la Sierra, su antecesora, que dejó el cargo en julio de 2014. La situación de la directora se había complicado en los últimos meses por el bloqueo de las ayudas al cine español, y ha terminado de desbordarse con las publicaciones de este medio sobre la Filmoteca Española, actualmente en "estado crítico", tal como decía en un correo electrónico Mercedes de la Fuente, la persona responsable de la institución en estos momentos.
El desmantelamiento de la Filmoteca comenzó hace tres años, cuando el anterior equipo directivo comenzó a jubilarse. Sus cargos no fueron repuestos ni sacados a concurso, dejando una situación de vacío en los mandos. Además, muchos de los trabajadores que trabajaron en la Filmoteca lo hicieron con contratos externos. Cuando estos terminaba tampoco se sustituían, o en el caso de que se hiciera, se colocaba a funcionarios de la administración sin experiencia.
Varios trabajadores denunciaron la situación y señalaban a la actual Jefa de Área de Fondos fílmicos de la Filmoteca Española, Mercedes de la Fuente, y Lorena González, directora del ICAA, como las personas que tomaban las decisiones sin ser expertas en la materia.
Esta situación de falta de personal cualificado hizo que las áreas de conservación y restauración hayan quedado muy afectadas. Los trabajadores que denunciaron la situación decían que si encontraran "ahora una película de Hitchcock llena de moho, la tienen que mandar fuera de la Filmoteca porque no hay nadie que sepa repararla".
Desde el Ministerio de Cultura han confirmado la noticia a este periódico, y aseguran que se debe a un cambio en el equipo, y no a las noticias sobre el estado de la institución.
El mundo del cine reacciona
La situación de la Filmoteca era un secreto a voces que ya había llamado la atención del mundo del cine y de las autoridades políticas encargadas de Cultura. Desde Ciudadanos se presentó el pasado 25 de octubre una proposición no de ley en las Cortes Generales en las que pedía reconocimiento y soluciones para la institución.
Eso es la desidia, el desinterés por la cultura y la conservación de nuestro patrimonio. Aquí todo lo tiramos y lo destruimos
La presidenta de la Comisión de Cultura, Marta Rivera de la Cruz -miembro de la formación naranja- explica a EL ESPAÑOL que han tenido varias reuniones para tratar este tema y que ha visitado las instalaciones y visto la situación alarmante en primera persona. “El depósito de Pozuelo está bajo mínimos, no hay personal, se jubilan y no se repone, entonces la labor de guardia y custodia que debe cumplir no se puede hacer”, cuenta Rivera de la Cruz. Desde el PSOE aseguraban a este medio que pedirían la comparecencia de Lorena González para explicar la situación.
También directores como Fernando Trueba reaccionaron a la noticia y contaron que hasta los directores de Filmotecas extranjeras eran conscientes del mal momento que atravesaban: "Estaba en una cena en Ginebra con el director de la Cinemateca de la ciudad y me preguntó que qué estaba pasando en la Filmoteca Española, que cómo era posible tal desastre. Me contaba que no tenían con quién hablar. Se me cayó el alma a los pies, es tristísimo. Dije: Dios mío. Eso es la desidia, el desinterés por la cultura y la conservación de nuestro patrimonio. Aquí todo lo tiramos y lo destruimos. Yo me he ido a rodar a Budapest porque no he encontrado aquí un estudio antiguo como el que necesitaba para La reina de España".