David, este domingo, en la habitación del Hospital San Rafael de Granada donde permanece ingresado.

David, este domingo, en la habitación del Hospital San Rafael de Granada donde permanece ingresado. Cedida

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David estuvo 80 minutos sin oxígeno y quedó vegetal de por vida con 44 años: su padre pide 2 millones de indemnización

Joaquín Perales, letrado de la víctima de esta supuesta negligencia médica, denuncia que en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada "no le entregaron un consentimiento informado al paciente antes de la operación".

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David tenía la costumbre de salir a correr por La Zubia antes de comenzar su jornada laboral, como consultor ejecutivo de una empresa que trabaja para compañías de telefonía móvil. También era un ávido lector de libros de historia y le encantaba pasar tiempo con sus dos hijos adolescentes. Pero todo eso forma parte de un pasado que le duele recordar a su padre, Miguel: "Mi hijo estaba perfectamente, pero ahora es como un niño chico. Hay que darle de comer, asearlo, vestirlo…".

El segundo de los tres hijos de Miguel, se ha convertido en un vegetal con 44 años, a causa de una supuesta negligencia médica por la que el cabeza de familia ha presentado una reclamación patrimonial millonaria, ya que su importe es uno de los mayores que se le ha requerido en los últimos tiempos al Servicio Andaluz de Salud (SAS): 2.054.831 euros. De hecho, un portavoz de la Consejería de Salud se muestra cauto: "El SAS no hace declaraciones respecto a temas judicializados".

"Ese dinero no nos devuelve a nuestro hijo porque ni un milagro podría hacerlo", tal y como reflexiona Miguel, un pensionista de 74 años, que ha decidido iniciar esta batalla legal para que a David no le falte de nada en el complicado horizonte que tiene por delante como paciente dependiente. "A mí me quedan tres días de vida, pero a mi hijo le quedan muchos años y queremos garantizarle la mejor calidad de vida posible".

Mientras se resuelve esta reclamación patrimonial, a Miguel, antiguo empleado de mantenimiento, y a su esposa, de 68 años, jubilada como técnico de radiología, no les queda otra que turnarse, para pasar el tiempo en una de las habitaciones del Hospital San Rafael de Granada donde David permanece ingresado porque necesita atención las 24 horas del día. "Imagínese cómo nos ha cambiado la vida: mi mujer y yo queríamos aprovechar la jubilación para viajar por el mundo porque nunca lo hicimos. Teníamos planeados viajes y todo se ha ido al garete".

Una vista aérea del Hospital Virgen de las Nieves de Granada donde fue intervenido David.

Una vista aérea del Hospital Virgen de las Nieves de Granada donde fue intervenido David. Junta de Andalucía

El drama de este matrimonio de jubilados comenzó cuando su hijo, David, de 44 años, acudió al servicio de urgencias del Centro de Salud de La Zubia, un domingo 26 de noviembre de 2023, a causa de un dolor centrotorácico que era punzante y se le irradiaba, causándole una falta de aire. Ese mismo día fue derivado al Parque Tecnológico de la Salud (PTS) de la capital nazarí donde sufrió otro nuevo episodio de dolor y acabó ingresado en el Hospital Virgen de las Nieves para ser intervenido durante la tarde del lunes 27 de noviembre.

El propio David telefoneó a sus padres para informarles de que iba a ser sometido a una cirugía cardiaca y esa fue la última vez que volvió a hablar con ellos. "El domingo por la tarde, mi hijo empezó a sentir un dolor en la espalda, en el centro de salud vieron que tenía algo raro y en el hospital le hicieron un TAC", según resume Miguel.

- ¿Qué patología reveló esa prueba?

- Mi hijo tenía una disección aórtica: la arteria se le había reventado por dentro y debían operarle.

- ¿Cómo fue la intervención quirúrgica?

- En vez de operarlo de urgencia ese mismo domingo, lo mandaron al Hospital Virgen de las Nieves porque en el PTS no había cirugía vascular y ahí perdieron un tiempo precioso. Le operaron el lunes y le tuvieron ochenta minutos sin oxígeno. Eso no lo aguanta ni un elefante.

Así lo expone el informe forense que acompaña a la reclamación patrimonial presentada por la familia y donde se hace constar que David sufrió "múltiples infartos cerebrales" en la operación a la que fue sometido el 27 de noviembre de 2022. Aquel día debían realizarle un implante de prótesis híbrida, con reimplante de troncos supraaórticos, con una "parada circulatoria de 48 minutos (80 minutos de perfusión cerebral)", pero el perito forense sostiene que hubo complicaciones:

"Durante este periodo, el paciente sufrió una hipoperfusión cerebral que no se detectó a lo largo de la cirugía y que se debió bien a un error del profesional perfusionista, o bien a un error del anestesista que no detectó fallo en las constantes vitales del paciente, lo que provocó que se produjeran múltiples infartos cerebrales confirmados mediante TAC craneal, debidos a dicha hipoperfusión cerebral".

Una imagen pixelada de David, este domingo, postrado en una cama en una habitación del Hospital San Rafael de Granada donde permanece ingresado.

Una imagen pixelada de David, este domingo, postrado en una cama en una habitación del Hospital San Rafael de Granada donde permanece ingresado. Cedida

Miguel insiste en que ese es el punto clave de su denuncia: "No sabemos cuánto tiempo estuvo David en el quirófano, pero estuvo ochenta minutos sin oxígeno y le hicieron polvo el cerebro". Tanto es así que su hijo permaneció ingresado en la UCI durante el mes de diciembre y a partir del 3 de enero de 2024, lo pasaron a la planta de rehabilitación porque según su historial clínico, "presentaba estado de mínima conciencia", "no dirige la mirada, no tiene reflejo de amenaza ni moviliza extremidades", "porta sonda nasogástrica, tubo orotraqueal…".

David salió del quirófano como un vegetal y no recibió el alta hasta el 29 de abril de 2024, para continuar con su rehabilitación en el Hospital San Rafael donde sus padres le visitan a diario. "A mi hijo, prácticamente, lo tienen metido en un geriátrico, y encima no nos dijeron que teníamos que pagar todas sus terapias. Las sesiones de logopedia, fisioterapia y neurología nos cuestan 1.000 euros al mes, por eso decidimos emprender acciones legales", tal y como explica Miguel, atendiendo por teléfono a EL ESPAÑOL, sin separarse de la cama de su hijo.

- ¿Cómo es el día a día de su hijo tras aquella intervención?

- Hay momentos, muy pocos, en los que tiene algo de lucidez, pero el resto del tiempo no sabe ni quién es y dice cosas incoherentes. Necesitamos una grúa para levantarlo y vestirle. Tiene espasticidad. No puede comer ni hacer sus necesidades sin ayuda externa. Tenemos que estar viniendo a diario para cuidarlo. Estamos tratando de llevarlo a una residencia privada donde esté bien atendido, hemos visto una en Almuñécar y otra en Écija, pero para eso hace falta mucho dinero. Nuestra expectativa es sacar la mayor indemnización posible, para que a David no le falta de nada.

- ¿Cómo llevan los hijos de David la situación de su padre?

- Mis nietos tienen la esperanza de que su padre se recuperará. Para eso también queremos el dinero, para buscar algún tratamiento en Europa o en Estados Unidos que ayude a revertir su situación.

David cumplirá 45 años postrado en una cama después de que se le haya reconocido una gran invalidez por su grado de discapacidad del 95%. El abogado Joaquín Perales, encargado de presentar la reclamación patrimonial contra el Servicio Andaluz de Salud, denuncia que su cliente ha quedado "en una situación prácticamente de coma, tras ser sometido a una intervención quirúrgica por un ictus que derivó en una disección aórtica".

El letrado sostiene que David ha "sufrido una negligencia médica", valorada en 2.054.831 euros, en base al informe forense que conluye lo siguiente: "Entiende que se ha incurrido en una mala praxis durante la cirugía cardiaca emergente, realizada el 27 de noviembre de 2023". "De lo anterior, se evidencia una clara responsabilidad en la actuación llevaba a cabo por los servicios médicos del Servicio Andaluz de Salud […]".

"Durante ese periodo, el señor Alonso sufrió una hipoperfusión cerebral que no se detectó durante la cirugía y que se debió bien a un error del profesional perfusionista o bien a un error del anestesista, que no detectó fallo en las constantes del paciente, lo que originó que se produjeran múltiples infartos cerebrales debidos a dicha hipoperfusión cerebral".

El abogado Joaquín Perales, en su despacho, revisando el caso.

El abogado Joaquín Perales, en su despacho, revisando el caso.

El informe forense recalca que las consecuencias que sufrió el paciente por esta mala praxis médica, se pusieron de manifiesto desde que trataron de hacer despertar a David tres días después de pasar por el quirófano: "Cuando se intenta despertar al paciente tras la cirugía, en UCI manifiesta falta de conexión con el medio y se le realiza TAC craneal donde se confirma el mal estado neurológico del paciente, por los múltiples infartos cerebrales provocados por la hipoperfusión durante la cirugía".

"Todos estos errores han dado lugar a una larga estancia hospitalaria, tanto en UCI como en planta de hospitalización y múltiples complicaciones asociadas al estado letárgico del paciente".

El letrado Joaquín Perales lamenta que su cliente ni siquiera tuvo la oportunidad de valorar las consecuencias de la operación a la que fue sometido: "No firmó las respectivas hojas de consentimiento tanto para la anestesia como para la intervención quirúrgica, para conocer los riesgos que corría, a pesar de que estaba consciente y de que él mismo llamó a sus padres para informar de que sería intervenido".

De momento, la reclamación patrimonial ha sido aceptada a trámite para que el abogado proponga pruebas, de cara a la emisión de un dictamen no vinculante del Consejo Consultivo, para que la Junta de Andalucía decida si acepta -o rechaza- el pago de la indemnización de dos millones de euros. El padre de David advierte de que están dispuestos a recurrir a la vía contencioso administrativa, para garantizar a su hijo los mejores cuidados hasta el final de sus días: "Los médicos esperaban que mi hijo falleciera cuando estaba en la UCI, pero sigue con nosotros".