Los dos meses de "agonía" de Álex en Tailandia: en la UCI por culpa de una grave pancreatitis
El donostiarra ha sido repatriado en un avión del Ejército después de que la familia lo haya solicitado en varias ocasiones al Ministerio de Defensa.
21 abril, 2024 02:38La agonía de Álex parece haber llegado a su fin: el avión de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) del Ejército del Aire y del Espacio que despegó este domingo de Bangkok para repatriarle a España ya ha aterrizado en el Aeropuerto de Bilbao.
El vuelo ha durado 14 horas y ha estado bajo la supervisión en todo momento del Ministerio de Defensa, quien hace unos días activó un plan de emergencia. Tras su aterrizaje ha sido recibido por ambulancias de Soporte Vital Avanzado con un equipo médico especializado. Después ha sido trasladado al Hospital Universitario de Cruces, en Baracaldo, Vizcaya; donde permanecerá ingresado durante el tiempo que sea necesario.
Un viaje frustrado
Paisajes, comida exótica y buenas playas: el viaje a Tailandia de Álex García debía ser como el de otros tantos miles de españoles que viajan al sudeste asiático. Pero se frustró cuando él comenzó a notar cómo paulatinamente aumentaban unas molestias lumbares que arrastraba de antes. "Un médico de Osakidetza (el Servicio Vasco de Salud) le había dicho que no eran de gravedad y fue durante la travesía cuando comenzó a sentirse realmente muy mal", explica Janire Galas, prima del donostiarra.
La pareja había viajado por Asia durante seis días cuando Álex no pudo aguantar más con el dolor, que parecía algo más que una simple molestia. "El 25 de febrero tuvo que ser ingresado de urgencia. Lo que ha vivido desde entonces ha sido una auténtica agonía", resalta Janire, como portavoz de una familia que ha tenido que luchar "mucho" por una repatriación "casi imposible" ante la dificultad de obtener un tratamiento efectivo en el sistema sanitario tailandés.
En un informe que la familia recibió del Hospital Samitivej de Bangkok, donde Álex sigue todavía ingresado en la unidad de cuidados intensivos (UCI), se explica que la situación del español de 36 años es "crítica" y que sólo puede ser repatriado si vuela en un avión medicalizado "en la mayor brevedad posible".
El diagnóstico ""no es bueno": el donostiarra se encuentra aquejado de una pancreatitis necrotizante del 50% que todavía podría provocar en cualquier momento una hemorragia interna severa. Esta, que es una forma grave que se caracteriza por la necrosis (muerte del tejido) de una parte o la totalidad del páncreas, tiene, además, un potencial significativo de mortalidad.
Paro cardiaco y repatriación fallida
Su "agonía" ha tenido diferentes fases durante estos dos meses: "Sufrió un paro cardiaco por el que tuvo que ser entubado. En ese momentos nos vimos forzados a contactar con la aseguradora para pedir que fuera repatriado a España. Pero la compañía nos respondió diciendo que esta posibilidad no se contempla en la póliza", sentencia Salas. La familia denunciaría después que en el contrato sí que aparece un apartado donde se detalla que "los gastos de repatriación son ilimitados" y que, por ende, se ha incumplido.
"Aún así hicimos nosotros el esfuerzo de contratar una ambulancia aérea privada con dos médicos que fueron a Tailandia a verle", dice Janire. Pero aquel 12 de abril las cosas no fueron bien. El afectado llegó al aeropuerto, donde los encargados de la repatriación le hicieron un reconocimiento médico que determinó que para el vuelo necesitaría 30 litros de oxígeno. Difería del informe del hospital, que precisaba cuatro. Por lo que, ante la imposibilidad del viaje, decidieron romper el contrato, no trasladarlo y devolverlo al hospital.
Con todas las alarmas encendidas, la familia intentó encontrar ayuda en la Embajada de España en Tailandia: "Pero nos comunicaron que aparte de los visados y los pasaportes... no podían hacer nada". La noticia llegó entonces a España, cuando vecinos de Basauri comenzaron a recaudar fondos para ayudar económicamente a la familia de Álex García con huchas en más de 80 comercios de la localidad vizcaína.
"Su vida ahora mismo pende de un hilo", ha expresado también su esposa, Usoa Martínez, desde España. Ella tuvo que regresar para cuidar de los dos hijos que la pareja tiene en común, mientras que hasta Tailandia llegaron en ese momento la madre y el hermano de Álex. Desde allí, todos han presionado para intentar buscar una nueva forma de repatriación que no llegaría hasta este fin de semana.
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Ayuda desde el País Vasco
Los vecinos del municipio vizcaíno de Basauri, donde Álex nació y creció, pusieron en marcha hace pocos días una campaña de recaudación de fondos en más de 80 comercios en la localidad ante la idea de repatriar a Álex con fondos privados. "Los basauritarras siempre hemos demostrado que cuando un vecino necesita nuestra ayuda nos volcamos, así que confiamos en recaudar lo máximo posible", han asegurado los representantes de la asociación vecinal de Basozelai.
Más tarde han añadido que "aunque parece que la repatriación puede ser en breve, Álex y su familia ya han incurrido en muchísimos gastos y todo el apoyo económico que puedan recibir va a suponerles una gran ayuda".
Por su parte, el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, donde Álex reside actualmente, solicitó ayuda al Ministerio de Exteriores. La delegada del Gobierno en el País Vasco, Marisol Garmendia, hizo lo mismo. Desde el Ministerio argumentaron que "continuaban trabajando para ayudar en lo posible". Hasta que finalmente se conoció que se activaría un plan de emergencia para su repatriación.