La liberación de Santiago Sánchez Cogedor, preso en Irán, en Nochevieja: estaba en huelga de hambre

El madrileño llevaba encarcelado desde hacía más de un año por motivos desconocidos. El pasado 1 de octubre, familiares y amigos del exmilitar se congregaron frente al Ministerio de Asuntos Exteriores en una protesta silenciosa para exigir su liberación. Días más tarde, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación español, José Manuel Albares, reclamó, durante un acto en Madrid, el excarcelamiento del español "injustamente retenido en ese país". 

Hace apenas unos meses, Cogedor confesó a sus más allegados que había perdido las ganas de luchar y, a través de un audio que les envió estando entre rejas, les anunció que se disponía a iniciar una huelga de hambre con el fin de que sucediera un milagro. "Voy a dejar de comer porque estoy triste. Llevo un año escuchando unas indicaciones, 'todo está bien', 'vas a salir pronto', 'eres inocente'... ¡Hay un español inocente en una prisión! Quiero que la gente escuche, que la gente sepa en la situación en la que estoy", lamentaba. 

El sueño de este joven español de 42 años era el de recorrer el mundo a pie o en bicicleta. En 2019 viajó desde Alcalá de Henares hasta Arabia Saudí en bici para ver jugar al Real Madrid, equipo del que es fan, en la Supercopa de España. 7.000 kilómetros. Tres años después quiso dar un paso más y se propuso ir en pie hasta Qatar, donde se celebró el Mundial de fútbol que se iba a disputar entre noviembre y diciembre de ese mismo año, en un viaje solidario.

Todo comenzó el 8 de enero de 2022. Por delante tenía más de 6.000 kilómetros para patear. Pero no consiguió llegar nunca a su destino. Tras ocho meses recorriendo más de una decena de países, el 2 de octubre de 2022, desapareció en la frontera entre el Kurdistán iraquí e Irán. Ya entonces contactó con su amigo Coque para expresarle que por esa zona "las cosas andaban calientes". El aventurero se refería a las protestas desatadas en Irán tras la muerte de la joven Mahsa Amini y demás asesinatos y violaciones perpetrados por las autoridades del régimen islámico. Fue la última vez que se supo de él.

El 1 de octubre de 2022, el aventurero publicó sus últimas fotografías en su cuenta de Instagram, donde suma más de 46.000 seguidores. Su objetivo era concienciar al mundo sobre el uso de los plásticos y compartir su experiencia a través de redes sociales. "Último pueblo en el norte de Irak. Me separa una montaña para llegar a Irán, el siguiente país antes de entrar a Qatar", decía en el mensaje. 

La última fotografía enviada por Santiago Sánchez Cogedor antes de desaparecer.

"La situación que vivimos es de incógnita total. Lo único que consuela es que las noticias malas llegan demasiado rápido, y de momento no ha llegado ninguna. Hay una absoluta incertidumbre, y esa es la peor de las sensaciones", confesó a EL ESPAÑOL su amigo Miguel por aquellas fechas.

Semanas más tarde, después de que sus familiares se pusieran en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores de España con motivo de su repentina desaparición y de que el embajador de Qatar en España preguntase al cónsul iraní para obtener alguna respuesta, supieron, a través del ministerio, que Cogedor había sido detenido en Saquez, tras visitar la tumba de la misma Mahsa Amini y encarcelado primero en Tabriz, capital de la provincia de Azerbaiyán Oriental, y después en la prisión de Evin, ubicada en el barrio Evin de Teherán. Esta última conocida por ser una cárcel iraní de prisioneros políticos desde 1972. 

Entonces se le acusaba al español de espionaje. Antes de decidir recorrer el mundo, Santiago había sido militar. Durante su viaje, el joven madrileño realizó fotografías de él junto a cuarteles de varios países. Algo que el estado iraní no vio con buenos ojos. 

El recorrido realizado por Santiago Sánchez Cogedor hasta que se le perdió la pista Imagen cedida

En ocasiones, Santiago ha podido contar a sus amigos las condiciones lamentables en las que se encontraba encerrado. "Estuve en una habitación pequeña de un metro cuadrado que se llama Evin 209. No había cuarto de baño. Una luz led en el techo 24 horas encendida y si yo quería ir al baño tenía que llamar a un interfono: 'Please, toilet' y los guardias se reían", decía en un audio que publicó hace unos meses la cadena COPE. 

La historia de Santiago ha conmocionado a España entera. Sus amigos han coincidido siempre en que el alcalaíno es una persona amigo de sus amigos, inteligente y servicial. "ayuda a niños sin familia, planta árboles, limpia plásticos. Estuvo hasta en las favelas colaborando. Es un tío que te llama a la hora que sea, que te ayuda en todo, a veces demasiado. Hasta te regala dinero", expresaba amigos del joven a este diario. 15 meses después, Santiago ha podido ser liberado. El alcalíno vuelve a casa por Navidad.