Luis Rubiales durante la celebración del último mundial femenino.

Luis Rubiales durante la celebración del último mundial femenino.

Reportajes

Los únicos fieles a Rubiales en su hora más oscura: su padre y los 'benjamines' del Motril como parapeto

La decisión de la FIFA de suspender a Luis Rubiales como presidente de la RFEF es el lazo final a la polémica por el beso a Jenni Hermoso.

27 agosto, 2023 02:14

Hacía dos meses que los amigos de Luis Rubiales estaban organizando un amistoso en Motril, la localidad en la que creció el hasta ahora presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). 33 jugadores que comenzaron en la categoría benjamín, con apenas siete años, y que formaron equipo hasta los 15. Por primera vez, iban a volver a reunirse para jugar una pachanga que, en el mismo día, fue cancelada por el Ayuntamiento de Motril por motivos de seguridad y “ante la posibilidad de que se produzcan actos que puedan suponer un posible delito de alteración del orden público”.

Como han confesado a EL ESPAÑOL fuentes próximas a Rubiales, el presidente de la RFEF habría comunicado por un grupo de WhatsApp su intención de jugar el partido en defensa de la “libertad” y “la verdad”, a lo que sus amigos le habrían convencido celebrarlo a puerta cerrada para evitar problemas. Al menos, así estaba previsto en la mañana del sábado, hasta que el consistorio emitió un comunicado para trasladar su cancelación. Según cuentan las fuentes consultadas, “parece que han sido instancias mayores. Han movido hilos y el Ayuntamiento no cede ya las instalaciones”.

Una cancelación a la que le precedió el “no voy a dimitir” de Rubiales y la decisión del Consejo Superior de Deportes (CSD) de elevar el caso al Tribunal Administrativo del Deporte por infracciones “muy graves” que posibilitaban la suspensión cautelar del dirigente. Una cuestión a la que ha anticipado ya la FIFA –el máximo organismo– al anunciar, en la mañana del sábado, la inhabilitación provisional del presidente de la RFEF. Esta sanción le impedirá realizar "toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional".

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Aun así, desde su rueda de prensa, Rubiales ha encontrado su refugio seguro en Motril, donde aseguró querer descansar unos días hasta que amainase el temporal, aunque -hasta el momento- no ha sido el caso. 

“[Los jugadores] son amigos de Rubiales”, cuentan las fuentes consultadas, y “están enfadados” por lo sucedido porque piensan que “no es nada”. Es una pachanga que Rubiales suele jugar todos los veranos en la localidad granadina, coincidiendo con sus vacaciones de la RFEF. “El viernes estuvo dando vueltas por Motril”, apuntan, “y todo lo que a nivel nacional está en contra de él, aquí es popular. La gente está volcada con él y piensan que no es para tanto”.

Temporada 93-94 del Motril juvenil. Rubiales está abajo, el tercero por la derecha.

Temporada 93-94 del Motril juvenil. Rubiales está abajo, el tercero por la derecha.

No obstante, el hasta ahora presidente de la RFEF cuenta con importantes detractores. En primer lugar, se había organizado una convocatoria frente al estadio donde se jugaba el amistoso para posicionarse "contra el patriarcado, su discurso y su intención de seguir usando nuestros cuerpos sin nuestro permiso". Además, el Ayuntamiento de Motril también debate si retirarle la medalla de oro de la ciudad. Por el momento, lo único que se sabe es que la alcaldesa popular ve “muy grave” su comportamiento.

Luis Rubiales durante la rueda de prensa del pasado viernes.

Luis Rubiales durante la rueda de prensa del pasado viernes. Reuters

A su imagen y semejanza

A pesar de ello, hay otro hombre fuerte en el que Rubiales encuentra una muleta en la que apoyarse: su padre, Luis Rubiales López. El hombre asistió a la rueda de prensa que dio su hijo para trasladar su decisión de permanecer en la RFEF. “Estuvo llorando”, según fuentes cercanas a los Rubiales. Además, otras fuentes muy próximas a la familia cuentan que “el padre ha actuado como director de gabinete en la distancia. Estos días ha podido estar en las reuniones, negociando con los presidentes territoriales”.

Quien les conoce sabe que padre e hijo son clavados, y no solo porque ambos se llaman igual. Ambos han sido muy populares en sus entornos y siempre se han mantenido muy cercanos a la gente, pero también se han visto entrometidos en embrollos judiciales y polémicas

A Rubiales López, el padre, se le conocía por ser el alcalde de Motril entre 1995 y 2003. Antes había sido profesor en Las Palmas de Gran Canaria, donde nació su hijo. Una vez en la política, su etapa de edil por el PSOE le mantuvo ocho años en el poder. Tras aquella etapa, le designaron delegado provincial de Empleo en la Junta de Andalucía. Aunque las turbulencias no se hicieron esperar.

La carrera de este alcalde popular y cercano a la gente se vio opacada por su implicación en un caso de corrupción. Como contamos en EL ESPAÑOL, el 14 de febrero de 2020, el juez de refuerzo del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla José Ignacio Vilaplana dictó un auto de apertura de juicio oral de una pieza separada de los ERE

En la misma, uno de los procesados era Luis Manuel Rubiales López, respecto al que la Fiscalía de Sevilla solicitó una condena de tres años de cárcel y ocho años y tres meses de inhabilitación absoluta en relación con las ayudas concedidas por la Dirección General de Trabajo y Seguridad Social de la Junta a las entidades Cespa y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) entre los años 2006 y 2007. 

['De casta le viene al galgo': Luis Rubiales padre, el alcalde socialista de Motril procesado en los ERE]

A partir de entonces, Rubiales López no volvió a estar incluido en ninguna lista a partir de entonces hasta que se unió a Convergencia Andaluza, el partido a través del que consiguió nuevamente un puesto como edil en pocos meses, aunque dimitió al poco, antes de asegurar que no volvería a ninguna lista más. Después publicó una novela y hoy está jubilado en Motril. Como contamos en este periódico, se dedica a malcriar a sus nietos, a escuchar música, a pasear y, sobre todo, a leer, que es su pasión. 

La fama y el protagonismo pasaron, más bien, a su hijo, Luis Rubiales Béjar. Le apodaban ‘Pundonor’ por su carácter combativo y tenacidad en su etapa juvenil como futbolista. Antes de su etapa destacada en el Levante UD, jugó en el Valencia –en categorías inferiores– y en el Amorós, en el Lleida o el Xerez. No fue hasta que llegó al club granota cuando logró ascender a Primera División.

El Levante pasaba por aquellos momentos por una fuerte crisis hasta que entró en concurso de acreedores. Por aquel entonces, Rubiales empezó a liderar las conversaciones con la plantilla para solucionar los impagos. La misma que llegó a anunciar una huelga que acabó desconvocando la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), donde fue, poco después de retirarse, presidente.

Sin embargo, pronto empezaron a salir a la luz declaraciones y hechos muy criticados por la opinión pública. Una de las cuestiones que más preocupó fue que, según publicó El Confidencial, en abril de 2022 se conocieron unas conversaciones entre el presidente de la RFEF y el entonces jugador del Barça, Gerard Piqué. En ellas, revelaban un cobro pactado de una comisión de hasta 24 millones de euros a la empresa del barcelonista por llevar la Supercopa al país asiático. 

Ya entonces, la AFE solicitó, en marzo de este año, la “inmediata inhabilitación del presidente”. Ahora, después de las reacciones del CSD y de la FIFA, fuentes próximas a Rubiales comentan: “No es de extrañar que su nueva faceta sea la política”. Como añade, “ahora se le inhabilitará, pero pasados unos años, seguramente vuelva. Este no se va a estar quieto. Él no va a dimitir. Va a morir matando”.