¿Existen diferencias entre las marcas de agua de los supermercados? A priori, cualquiera diría que no. Que no existen diferencias apreciables y que comprar ésta o aquélla da un poco lo mismo, puesto que, al final, todas ofrecen los mismos beneficios y tienen un sabor idéntico. Por tanto, no merece la pena pensar demasiado a la hora de elegir. En EL ESPAÑOL hemos decidido poner a prueba esta idea.
Valga recordar que el agua embotellada constituye uno de los sectores más importantes de la venta de bebidas en nuestro país. Aunque, con respecto al 2021, el año pasado sufrió un leve descenso en el volumen de agua embotellada consumida por persona, el valor total que movieron las ventas sí creció, alcanzando los 630.349.860 euros, tal y como muestra el Informe del Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca Y Alimentación.
Bien es sabido que hay zonas del país donde el agua del grifo no resulta nada agradable. Con regustos de todo tipo y, en ocasiones, un estridente sabor a cal, los oriundos de estas zonas suelen optar por las aguas embotelladas. ¿Cuál es la mejor de todas ellas? ¿Cuál ofrece la mejor experiencia al mejor precio? ¿Alguna novedad podrá desbancar a las marcas de toda la vida?
Para ello, nos hemos acercado al lugar idóneo para buscar la respuesta: la Escuela Española de Cata. Hemos decidido ponernos en contacto con especialistas, con personas que controlen esto del gusto y que sean capaces de discernir los leves matices entre el agua de Font Vella y la de Lanjarón, por ejemplo. Hace no demasiado tiempo, este periódico examinó, con la ayuda la catadora, las características organolépticas de las botellas de agua de la principales marcas.
Ahora, la aparición de un nuevo actor en la industria de la hidratación nos obliga a reproducir el formato. Y no es un cualquiera. Se trata de URSU9, la firma de agua mineral apadrinada por el mismísimo Cristiano Ronaldo. El astro portugués ha irrumpido en los estantes de nuestros supermercados como irrumpía en las áreas de castigo rivales: con el cuchillo entre los dientes y dispuesto, ante todo, a marcarle un gol a sus competidores. ¿Será su hidratante propuesta merecedora de la Botella de Oro?
La encargada de responder a esta intrigante cuestión será la directora de la Escuela Española de Cata, Carmen Garrobo. Con más de 20 años de experiencia, en los que ha investigado los pormenores gustativos del H2O, la especialista prepara con seguridad las copas y nos pide que rellenemos cada una con las marcas más vendidas, además del producto de Ronaldo. En este caso, el examen se centrará sobre Font Vella, Bezoya, Lanjarón, Solán de Cabras y AquaBona, además de URSU9.ç
La cata se realizará a ciegas, de manera que Carmen no sabrá, hasta el final, de qué marca se trata. Para examinarlas, solo se valdrá de su entrenado sentido del gusto. La directora especifica que, por ello, sólo juzgará el sabor, la experiencia sensorial que, a su parecer, brinde cada copa. “No se puede adivinar ni aventurar la composición química o las propiedades moleculares del agua a partir del gusto”, aclara. “Se trata exclusivamente de una valoración personal”.
Pregunta.— Carmen, ¿qué criterios va a tener en cuenta a la hora calificar cada agua?
Respuesta.— Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que, aunque se piense lo contrario, no hay aguas minerales incoloras, inodoras e insípidas. Todas pueden oler o saber a algo porque contienen sales minerales. Por ello, realizaré la cata en tres fases. En la visual, observaré la transparencia del líquido y su brillo. En la olfativa, buscaré que no huela a nada. Si oliese a humedad, verduras o frutas sería algo malo que denotaría que el agua mineral ha sido mal tratada. Como mucho, se podría percibir el olor de algunos minerales, por ejemplo, notas sulfuradas o cálcicas.
Por último, la fase gustativa es la que juega en la cata de aguas el papel más importante. La sapidez es la que nos indicará si es un agua débil, que sería beneficiosa para la salud, o si es un agua más dura, que sería más recomendable para usarla en la gastronomía.
Conocidos ya los factores que se van a tener en cuenta, pasamos directamente a la cata. El orden expuesto coincide con el orden en el que Carmen probó cada uno de los productos.
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Font Vella
Comenzamos por la botella de Font Vella. Recolectada del manantial de Sigüenza, en Guadalajara, se trata de una de las más famosas de nuestro país. De hecho, llegó a ser la más vendida en varias temporadas. En el portal Statista, sus cifras de facturación aparecen fusionadas con las de la marca siguiente de la cata, Lanjarón, dado que ambas pertenecen al conglomerado de Aguas Danone. Entre ambas llegaron a los 175 millones de euros en 2021, ocupando la segunda posición en el ránking
Al primer vistazo, Carmen destaca la brillantez del líquido. “Es transparente y con un brillo plateado que denota su claridad. En cuanto a su olor, no aprecia ningún tipo de aroma. “No huele a nada, señal de que ha sido bien tratada”. Por último, tras pasar por boca el agua de Font Vella, destaca un carácter más pesado, más áspero. “Esto la convierte en una opción muy recomendable para consumir mientras se come, ya que el cuerpo del líquido limpia mejor las papilas gustativas entre bocado y bocado”, explica.
¿Cuánto cuesta el litro de Font Vella? En la mayoría de supermercados se comercializa en botellas de litro y medio o en botellines de medio litro. La mayor parte de ellos suelen ponerla a 0,49 euros por litro.
Lanjarón
Tras Font Vella, la siguiente copa correspondía al agua de Lanjarón. Este agua se recoge de las fuentes del municipio granadino que lleva el mismo nombre y, como la anterior, pertenece al conglomerado de Aguas Danone. En cuanto a la facturación, la cifra que ofrece Statista suma las ventas de tanto la Font Vella como la Lanjarón, por lo que no está claro qué proporción ocupa cada una de ellas.
Para Carmen, este agua presenta una gran brillantez aunque sin llegar a refulgir como la anterior. “Sin duda es la que más brillo tiene, lo cual quiere decir que ha discurrido por terreno más rocoso. En consecuencia, tendrá más minerales”. “Si cabe”, añade, “tiene incluso menos aromas que la anterior”. En cuanto al sabor, Carmen destaca una dulzura que deriva, seguramente, de la gran cantidad de rocas ricas en cuarzo y sílice. “Es muy ligera, muy agradable, un buen agua”.
El precio del litro de Lanjarón es el mismo que el de la anterior. A 0,49 el litro de líquido, lo cual hace que la botella de litro y medio salga por 0,73 euros, mientras que el paquete de seis acabe costando 4,38 euros.
Solán de Cabras
Pasamos ahora a la propuesta de hidratación de la compañía Mahou-San Miguel. Durante el año 2021, Solán de Cabras vendió su producto por valor de 98,5 millones de euros, ocupando el cuarto puesto de ventas de agua embotellada -y el tercero si obviamos a la marca Vichy Catalán, dedicada a la venta de aguas carbonatadas-.
A la vista, el agua ofrece un burbujeo que, como señala Carmen, “es más propio del agua del grifo”. “Si es agua mineral, no tendría porqué ocurrir eso”, prosigue. “Eso denota un desprendimiento de cierto compuesto, posiblemente de cloro”. Pasando ya al aroma, la catadora percibe cierto aroma, difícil de determinar, pero que tampoco influye demasiado en un sabor cuya pesadez puede ubicarse entre la primera y la segunda. “No es un mal agua ni mucho menos”, aclara, “pero el detalle de las burbujas hace que pierda puntos”.
En el super, la botella de litro y medio de Solán de Cabras la encontramos a un precio algo más caro que las anteriores: 0,87 euros. De esta manera, el litro está a 0,58 euros y el pack de seis acaba saliendo por 5,22 euros.
URSU9
Nada más atravesar el ecuador de la cata, pasamos al chico nuevo de la clase, al producto que acaba de llegar al mercado y que, como es natural, se someterá a una comparación más atenta con respecto al resto de aguas: URSU9. Dada su reciente incorporación, todavía no hay dato alguno acerca de la facturación de la marca. Sin embargo, Carmen augura un futuro comercial prometedor gracias al atractivo diseño de la botella - “parece un diamante”- y, cómo no, a la inconmensurable figura que ha apadrinado el producto: nada más y nada menos que Cristiano Ronaldo.
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Ya en términos puramente sensoriales, los ojos de Carmen se fijan en el brillo del líquido. “Sin duda es la más brillante de todas”, una condición característica que no se repetirá a lo largo de la cata. Y es que ni el aroma ni el gusto parecen destacar demasiado. “No huele a nada -lo cual es indudablemente bueno-, pero es que no le saco un sabor tampoco”. Tras unos momentos de reflexión, señala su excesiva ligereza. “Esto la convierte en una buena opción si lo que quieres es hidratarte sin más. Sin embargo, este tipo de aguas tan dulces y ligeras no se recomiendan para acompañar a una comida”, relata la especialista.
¿Y cuánto está cobrando la empresa por cada una de las botellas? Hasta ahora, solo ha llegado a los estantes de Supermercados Dia y del Supermercado del Corte Inglés, donde se puede encontrar por 0,79 euros en formato de litro y medio. De tal manera, el litro cuesta un total de 0,53 euros.
Aquabona
Después de la marca de CR7, Carmen se dispone a probar la botella de Aquabona. El agua de la compañía de Coca Cola se ha caído del top 5 de aguas envasadas más vendidas, con una facturación que se quedó, en 2021, en 53 millones de euros.
La cata de este agua comenzó con el examen visual, en el que Carmen constata un mayor color que en el resto de las copas. En lo que se refiere al aroma, detecta ciertas notas de cal, “que recuerdan algo a una pared que acaba de ser pintada”, añade. Este particular olor, que denota la presencia de calizas en los manantiales de los que se recolecta este agua, se repite posteriormente en la fase gustativa. “No aparece directamente, pero sí que deja un regusto parecido en nariz”, cuenta Carmen.
En esta caso nos encontramos ante la botella más barata de todas las examinadas. Y es que el litro de Aquabona vale 0,41 euros. Cuesta 8 céntimos menos que la opción más barata de todas las que hemos visto hasta ahora y el paquete de seis unidades de litro y medio sale por únicamente 3,72 euros.
Bezoya
Tras haber probado casi todas las aguas presentadas, Carmen se dispone a examinar la copa que contiene el agua de Bezoya. Esta marca, la más vendida en el año 2021, facturó un total de 220 millones de euros, según el portal de estudios estadísticos Statista. De hecho, con esta cifra el agua envasada de Pascual logró superar a una de sus más encarnizadas competidoras, Danone, cuyas marcas, Font Vella y Lanjarón, aparecen en esta pieza.
Sin más ni más, Carmen se acerca la copa de Bezoya a los ojos para constatar su brillantez y claridad. “En nariz también se aprecia esa claridad, aunque luego, al probarla, aparece un peso, una estructura que la convierte en un agua un poco más estructurada”. Algo que, aclara, no tiene porqué ser malo, ya que eso la convierte en un líquido adecuado para acompañar comidas.
En cuanto al precio, los supermercados la ofrecen a 49 céntimos de euro por litro, haciendo que el paquete de seis botellas de litro y medio cueste 4,38 euros.
Valoración final
Una vez probadas todas las aguas y emitido el veredicto en cada uno de los casos, toca elegir. ¿Cuál es, en opinión de Carmen, la mejor opción en términos de sabor? Como agua más convincente, elige Lanjarón, que, según asegura, vale tanto para acompañar una comida como para disfrutar hidratándose. Tras ella, opta por Font Vella, a la que considera un agua algo pesada, pero muy idónea para disfrutar de carnes.
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En cuanto al tercer y cuarto puesto, no puede decidirse por ninguna de las que considera las siguientes. Por ello, juzga que Aquabona y Bezoya pueden compartir este tercer cajón del podio sin que ninguna de las dos supere a la otra de manera clara. En cuanto a URSU9, la catadora cree que su excesiva ligereza hace que no proporcione una experiencia demasiado característica. “Te deja igual, no se aprecian matices ni sensaciones particulares”, explica. “Esto la convierte en un agua sencilla y muy adecuada para una hidratación rápida, pero también en un acompañamiento poco grato para una comida”.
¿Y cuál es la que peor impresión ha dejado en Carmen? “Para mí, la menos buena es la de Solán de Cabras”. A esta botella lo que le ha condenado al último puesto ha sido el exceso de desprendimiento, de burbujas, que se formaron en la copa poco después de servirla. A pesar de haber sido abierta pocos minutos antes de la cata, el agua comenzó a enturbiarse, “una circunstancia que”, indica Carmen, “no debería ocurrir en un agua mineral natural”.
De esta manera, el orden final queda así: Lanjarón, Font Vella, Aquabona y Bezoya -empatados-, URSU9 y Solán de Cabras. Pese a los pequeños defectos que detectó Carmen, no duda en dejar claro que todas las propuestas son aguas de buena calidad y completamente aptas para su uso y disfrute. Nada de lo dicho aquí conlleva algún juicio acerca de las propiedades curativas o salutíferas de las aguas examinadas. “Simplemente es una interpretación personal”, especifica Carmen.