Por qué no te comes la primera y la última rebanada del pan de molde o directamente las tiras

La variedad de tipos de pan de molde que nos encontramos cuando vamos al supermercado es inmensa: blanco, integral, de cereales, de semillas, con corteza, sin corteza… Este pan es uno de los productos que no suelen faltar en nuestra cesta de la compra. Desde tostadas para el desayuno, hasta sándwiches para la merienda de los niños, este pan es indispensable a cualquier edad.

Está claro que el pan “Bimbo”, como lo llaman muchos por ser la marca pionera, forma parte de nuestra dieta, pero no consumimos todas las partes del mismo modo. Hay un gran número de españoles que prefiere no comer las tapas y excluyen directamente la primera rebanada y la última. Resulta curioso porque la razón de esto puede ser muy diversa.

Variedad de pan de molde, Revista Consumer.

Aparentemente no hay ningún motivo por el que decidimos descartar esa parte del pan, pero, hay psicólogos que aseguran que el aprendizaje en la niñez puede ser uno de los principales causantes.

Es un hecho que los españoles vivimos de las costumbres y esto puede provocar grandes efectos en nuestras conductas. Esto nos lleva a pensar que, si a un niño sus padres desde pequeño descartan esta pieza a la hora de comer el pan, el niño cuando crece y llega a la edad adulta de forma inconsciente decide no tomarla. Esto formaría parte de un “aprendizaje generacional” que hace que actuemos de forma inconsciente, según reconocen los psicólogos a este periódico. 

Lo ‘entra por los ojos’ 

Es obvio que la apariencia resulta determinante para que decidamos comer un alimento o dejarlo en el plato. El color de esa parte es diferente a las rebanadas internas y puede ser que por esto se convierta en la parte no deseada al dar por hecho que la calidad puede ser inferior.

Son tantos los que no se comen la primera y la última rebanada del pan, que incluso hay recetas cuyo ingrediente base es ésta. Como es el caso de los picatostes, las torrijas saladas o la ralladura de pan, que se cocinan principalmente para no desperdiciar las tapas. Además, según un análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), hay grandes diferencias de calidad de los diferentes tipos y del precio de éstos.

Teniendo en cuenta el éxito que tiene el pan en la dieta mediterránea, la OCU ha llevado a cabo un ranking con los mejores que ofrece hoy el mercado. El favorito indiscutible es el pan de molde blanco, cuyo precio en el mercado está entorno a 1 euro el envase de 375g. Teniendo en cuenta la cantidad de grasas, hidratos de carbono, sal, azúcares y fibra, dicho estudio refleja que los panes integrales son mucho más ricos en fibra que los panes blancos.