Momento de la agresión de un grupo de radicales contra los jóvenes de 'S'ha acabat'.

Momento de la agresión de un grupo de radicales contra los jóvenes de 'S'ha acabat'. Captura de pantalla

Reportajes ALTERCADO EN LA UNIVERSIDAD

"Que no quede uno": las 4 horas de angustia de los jóvenes que la CUP llama "fascistas" en la Autónoma

El colectivo de jóvenes 'S'ha acabat' fue acosado en la Autónoma de Barcelona. "No entendemos ser catalán sin ser español", dicen.

8 octubre, 2021 02:30

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A Jordi Salvadó no le cogió por sorpresa que el miércoles pasado un grupo de violentos destrozase la carpa que la asociación de la cual es vicepresidente, 'S'ha Acabat!' ('¡Se acabó!'), puso en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Salvadó, de 26 años, estudió en las aulas de la Facultad de Derecho de la misma universidad. Allí conoció de primera mano lo que es que una minoría intolerante impusiera su ley al resto de la comunidad educativa.

Es el pan de cada día de esta universidad a 25 minutos de Barcelona, que desde siempre ha llenado más titulares por disturbios, huelgas y protestas que por los éxitos de sus alumnos y profesores. José María Aznar, que visitó el campus en 1999, lo sabe bien. También Cayetana Álvarez de Toledo, que hizo lo propio 20 años después. Nada ha cambiado.

El miércoles, 'S'ha acabat' decidió retomar su actividad en las universidades. No lo hacían desde antes del parón por la pandemia y querían aprovechar que las cosas van regresando a la normalidad para darse a conocer a todos aquellos estudiantes huérfanos de una asociación constitucionalista que les represente. Pidieron permiso al rectorado de la UAB: lo consiguieron para montar su carpa de 10:30 de la mañana a 13:30 de la tarde en la Plaza Cívica del campus. Fueron una decena de miembros del colectivo.

Unos minutos después de instalada la carpa, apareció un centenar de radicales gritando y con pancartas. Foamaban parte de una concentración "antifascista", según ellos mismos proclamaron. Les querían aguar la fiesta y lo consiguieron. Los jóvenes de la carpa contaban con la protección de la empresa de seguridad privada de la universidad. El rectorado, previendo que habría altercados, se la asignó. Pero los propios guardias de seguridad reclamaron a la autoridad universitaria que ampliara el dispositivo, según ha podido conocer este periódico. Eran pocos. El rectorado hizo oídos sordos.

Así, en cuestión de minutos, el cordón de seguridad se vio sobrepasado, como muestran los vídeos que han circulado en redes sociales. "Les rodearon, les insultaron y comenzaron a tirarles objetos contundentes", relata Salvadó, que no estuvo presente en el acto, pero se lo han contado de primera mano algunos de los que participaron.

Los radicales coreaban "Pim, pam, pum, que no en quedi ni un!" ("¡Pim, pam, pum, que no quede ni uno!") y les lanzaron también bombas de humo. Rodeados y con la seguridad desbordada, un encapuchado les robó la bandera de España que colgaba, junto a la senyera, de una de las patas de la carpa. Los jóvenes pusieron otra bandera española, como si nada hubiera pasado.

A medida que pasaban los minutos, la turba aumentó. "Serían unos 300, al final", explica Salvadó. El círculo se fue estrechando y, finalmente, los radicales se abalanzaron contra ellos. Destrozaron la carpa y les robaron el material que haían traído. "Lo quemaron en frente de nosotros", dice Salvadó. A pesar de estar en inferioridad numérica y sin nadie que les pudiera defender, frente a frente con los violentos, los de 'S'ha acabat' decidieron permanecer firmes hasta las 13:30, hora en que finalizaba su permiso.

"No nos íbamos a ir. Nos quedamos a dar la cara por lo que creemos que es justo y a ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión", explica el joven. Ante el acoso y los insultos, algunos se pusieron en un segundo plano. Mientras, otros hicieron hasta una decena de llamadas al 112 y a los Mossos d'Esquadra para que intervinieran. "Allí se estaban vulnerando constantemente derechos fundamentales, se cometían delitos de odio, de amenazas...".

Las escenas de tensión llegaron a las redes y también al pleno del Ayuntamiento de Barcelona. Los representantes de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, y de Vox, Ignacio Garriga, se levantaron de la sesión y acudieron a la Autónoma a dar apoyo a los jóvenes. "No estamos afiliados a ningún partido político, pero damos la bienvenida a todo aquel que nos quiera apoyar", dice Salvadó.

Los jóvenes de 'S'ha Acabat!'

Los jóvenes de 'S'ha Acabat!'

La llegada de ambos políticos caldeó todavía más el ambiente. Sin embargo, los jóvenes aguantaron estoicamente. La Brigada Móvil de los Mossos d'Esquadra (BRIMO) se movilizó, pero se quedó a las puertas de la universidad. Les dijeron que necesitaban permiso del rectorado. El rectorado explicó luego a los jóvenes que los Mossos podrían haber entrado sin permiso.

Llegaron las 13:30, y los de 'S'ha acabat' se fueron. Se dirigieron hacia el parking escoltados por los guardias jurados y, de ahí, a sus casas.

'S'ha acabat'

Los orígenes de 'S'ha acabat' se remontan a 2018. Entonces, la UAB fue testigo, una vez más, de una huelga estudiantil convocada por elementos afines a la extrema izquierda y al independentismo. Salvadó quiso entrar en clase junto a otros estudiantes, que tuvieron que enfrentarse a los radicales. Se expusieron a ser señalados, incluso a que sus amigos les diesen la espalda. Pero no iban a tolerar que les impusieran una "huelga ideológica", según explica a EL ESPAÑOL. Decidieron hacer algo. Poner fin a una anormalidad demasiado normalizada en el campus. Exclamar un ¡se acabó!. S'ha acabat.

Fruto de aquellas protestas, Salvadó y quienes dieron aquel paso al frente se dieron cuenta de que no estaban solos. Entre ellos estaba el mallorquín Josep Lago, que ya había participado en la sección juvenil de la asociación constitucionalista Societat Civil Catalana. Y, así, es como decidieron fundar un nuevo colectivo independiente que representase a los jóvenes como ellos, unidos bajo una única premisa: "Cataluña sin España no tiene sentido".

Jóvenes miembros de 'S'ha acabat'

Jóvenes miembros de 'S'ha acabat' S'ha acabat

"En la universidad, si no alzas la voz, puedes pasar desapercibido. Si decides significarte porque hay cosas que te parecen injustas, entonces puedes perder amigos. La mayoría dejará de serlo por el miedo a que los relacionen contigo, y unos pocos, porque realmente rechazan lo que piensas", explica Salvadó a este periódico.

Desde aquella huelga de 2018 las amenazas y los insultos han sido una constante en la vida del joven catalán, pero no se arrepiente de nada. "Somos un proyecto de amigos que se conocieron en la universidad y entendemos que, si no hacíamos nada, nadie lo haría por nosotros. Queremos ser una plataforma útil para muchos jóvenes que piensan igual y que se sienten solos y sin apoyos", dice.

Después de tres años de andadura, cuentan con cerca de 150 socios, 9 de los cuales forman la junta directiva. La mayoría son universitarios -tienen presencia en las principales universidades de Cataluña- pero también hay jóvenes profesionales. "El peligro del pensamiento único que se vive en Cataluña no solo afecta a las univerisdades, sino a todos los ámbitos de la sociedad, por lo que no somos una asociación universitaria", apunta Salvadó.

Así, se dan a conocer el los campus, pero también organizan jornadas, eventos culturales o deportivos, charlas con personajes socialmente influyentes, etc.

Tampoco reciben dinero de ningún partido ni tienen un patronato o grupos de interés detrás. Por eso Salvadó quiere subrayar su "independencia" como uno de sus impulsos fundacionales. Se financian con las cuotas de los socios o con donaciones en su página web por parte de gente que se identifica con ellos.

Fascistas

Tras los altercados del miércoles, estudian imponer acciones legales contra los violentos que les acosaron, a quienes están identificando a través de los vídeos. También quieren hacer rendir cuentas al rectorado y a la policía autonómica por su inacción.

Este jueves, un día después de los sucedido, la CUP los llamaba "fascistas" en el Parlament, en apoyo de lo que hicieron quienes reventaron su acto en la universidad. "Antes de comenzar, antifascistas siempre y, por tanto, todo el apoyo a los estudiantes que ayer en la universidad frenaron una vez más al fascismo y lo expulsaron de las universidades públicas catalanas", dijo la portavoz de los antisistema, Eulàlia Reguant.

Salvadó responde: "Que definan lo que es ser fascista, que se miren al espejo y obtendrán la mejor respuesta. Nosotros solo ejercemos nuestro derecho a la libre expresión y promovemos los principios democráticos en un lugar que es tan suyo como nuestro".