El padre de Brian exige justicia y explica que su hijo no cometió el robo por el que lo asesinaron.

El padre de Brian exige justicia y explica que su hijo no cometió el robo por el que lo asesinaron. Marcos Moreno

Reportajes

El padre de Brian, asesinado de un tiro en el pecho, acusa: “Es evidente el miedo de la jueza”

'El Messi' del hachís se fugó dos días antes de que detuvieran a los sospechosos del crimen. A finales de 2017, cuatro de los ocho arrestados en este caso pactaron junto a él su libertad.

29 marzo, 2019 04:22

Brian Martos (Valencia, 1989) celebró junto a varios familiares su vigésimo noveno cumpleaños el 11 de septiembre de 2018. Fue el último. 21 días más tarde, varios hombres armados lo secuestraron a punta de pistola mientras cenaba con otra persona en un restaurante frente a la playa de Estepona (Málaga). Los captores de Brian, afincado en Algeciras (Cádiz), no dudaron en lanzar tiros al aire para atemorizarlo. El joven intentó huir a la carrera. A unos 300 metros de aquel local dieron con él. Brian trató de evitar que se lo llevasen agarrándose a los hierros de una barandilla. Le golpearon varias veces en la cabeza con la culata de una pistola antes de que lograse escapar.

El cuerpo del joven apareció sin vida detrás del hospital de Algeciras poco después, sobre las 00.30 horas de aquella noche, 2 de octubre. El coche en el que lo llevaron, un BMW X5 robado, apareció calcinado cerca de Jerez de la Frontera.

La autopsia posterior dictaminó que había muerto por un disparo que le entra por el brazo izquierdo para luego atravesarle el tórax. Brian era “narcotraficante y ‘palero’ [ladrón de otros traficantes]". Su padre sabía que andaba metido en las dudosas tareas del mundo del narcotráfico. "No lo voy a ocultar”, reconoce. Pero lo cierto es que no sabía exactamente a qué se dedicaba su hijo dentro de este ecosistema de ilegalidad.

Tras la muerte del chico se contó que Brian había dado un vuelco (un robo en el argot del negocio ilegal del narcotráfico) a otra banda de Algeciras. Con el paso de las semanas, se reveló que alguien lo había vendido y que él, en esa ocasión, no le había quitado ninguna partida de hachís a nadie. No era cierto que él hubiera sido el protagonista del golpe.

Pero eso de nada sirvió. A los 19 años Brian ya había ingresado en prisión por un delito de tráfico de drogas. A los 30 murió pagando una deuda que no había contraído.

8 detenciones en dos semanas

Más de 20 personas se han tatuado el nombre de Brian en el pecho.

Más de 20 personas se han tatuado el nombre de Brian en el pecho. Marcos Moreno

En las últimas dos semanas se han practicado ocho detenciones relacionadas con la muerte de Brian. La última se produjo este pasado martes. Hay siete marroquíes y un español arrestados por la Policía. Están acusados de detención ilegal, organización criminal y homicidio.

Pese a ello, la jueza que instruye el caso, del Juzgado de Instrucción número 1 de Algeciras, sólo ha mandado a prisión a uno de ellos. Es de Marruecos. Se le acusa de detención ilegal y podría tener una pena de prisión “superior a cinco años”, según el auto de la propia magistrada. 

La Policía Nacional encontró en las inmediaciones del restaurante donde cenaba Brian un guante industrial. En él encontraron el ADN del hombre que ahora ha sido encarcelado. El caso se encuentra bajo secreto de sumario. A todos los restantes se les dejó en libertad provisional por falta de pruebas.

Casualidad o no, dos días antes de las primeras detenciones, Abdellah el Haj Sadek el Menbri, un poderoso narcotraficante apodado ‘el Messi del hachís', remitió una carta a varios medios de comunicación diciendo que se marchaba de España por una supuesta “presión policial” que le había llevado a sufrir “una depresión”. Era la segunda vez que ‘Messi’ se fugaba. 

A finales de 2017, tras año y medio en busca y captura, sus abogados pactaron su entrega con el fiscal jefe de Algeciras, Juan Cisneros. El narco, líder de una de las bandas más activas del Campo de Gibraltar, pagó 80.000 euros de fianza y quedó en libertad a la espera de juicio. Se le impusieron dos condiciones para continuar a su aire: tenía que firmar cada día en sede judicial y se le prohibía salir del país. Junto a él acudieron cuatros marroquíes más que también estaban en busca y captura. Cada uno de ellos pagó 25.000 euros de fianza. 

'Ahora soy yo quien tiene una cadena perpetua"

Messi volvió a desaparecer a mediados de este mes de marzo. Una fuente policial conocedora de los detalles del caso explica que la segunda huida de Abdellah el Haj Sadek el Menbri se debió a “un soplo” de otro 'palero' que sabía de los movimientos de los investigadores. “Sabía que le iban a detener pronto, por eso se fuga”. Finalmente, la jueza del caso emitió un auto en el que negaba la existencia de pruebas que vinculasen a ‘Messi’ con el secuestro y asesinato de Brian Martos. 

Se da la circunstancia de que, de los ocho detenidos por el caso de la muerte de Brian, cuatro son aquellos hombres que ‘compraron’ su libertad junto a ‘Messi’, su jefe, a finales de 2017. 

Jesús cuenta la verdadera historia de su hijo, asesinado en octubre del año pasado.

Jesús cuenta la verdadera historia de su hijo, asesinado en octubre del año pasado. Marcos Moreno

Ahora, EL ESPAÑOL entrevista en exclusiva al padre de Brian Martos. Tras la muerte del chico, más de una veintena de personas entre amigos y familiares se han tatuado su nombre en la piel.  

Jesús Martos describe a un “chico bueno a rabiar, querido por los suyos y cariñoso”, pero que “se había equivocado de vida”. “Ahora soy yo quien tiene una cadena perpetua -dice el padre del joven muerto-. Nada vale tanto como para pagarlo con la vida. Yo prometo que no voy a vengarme de nadie, pero sí pido Justicia”.

-¿Está contento con la labor de la Policía Nacional?   

-Sí, han trabajado muchísimo. Les agradeceré toda mi vida que se estén dejado la piel. Doy las gracias a la UDYCO y al GRECO de la Costa del Sol y a la UDEV de la comisaría de Algeciras [se refiere a grupos policiales especializados]. Han estado en contacto conmigo en todo momento y nunca me he sentido desinformado del caso de mi niño. En cinco meses se está resolviendo la muerte de mi hijo.

-¿Qué piensa acerca de que los detenidos sean personas muy cercanas al ‘Messi del hachís’ y que la juez lo exonere a él cuando, supuestamente, el asesinato es por venganza de un robo?

-Me he dado cuenta de que esta organización ha estado aquí a sus anchas. A cuatro de los detenidos se les dejó en libertad con cargos por 25.000 euros hace año y medio, cuando eso es una ridiculez para sus bolsillos. La Justicia no está dándole apoyo a la labor policial. Van ocho detenidos y todos de una misma banda, pero sólo hay una persona en prisión acusada de un delito de detención ilegal. A esta gente se les tenía que haber metido organización criminal, pero se les ha dejado en la calle con cargos. La Policía quiere hacer justicia pero, sin el apoyo de los jueces, todos estos asesinos se crecen. Los depredadores van a por los más débiles. 

-¿Qué piensa de la labor de la jueza instructora?

-No estoy contento. Pedí verme con ella y me lo denegó. Dijo que sólo hablaría conmigo a través de procuradores o abogados. Por caridad humana, por el dolor que tengo por haber perdido a un hijo en esas circunstancias, creo que me merezco hablar con ella personalmente.

"Mi hijo no robó esa mercancía"

-Si los detenidos son personas muy próximas a ‘Messi’ y él es el jefe de la banda, ¿piensa que encargó el asesinato de su juicio?

-Yo no tengo pruebas para acusar a nadie y no lo voy a hacer públicamente. Lo que sí veo es un evidente miedo de la jueza. ¡Ojo, que yo entiendo que se pueda tener miedo a una banda criminal! Pero si no es capaz de hacer su trabajo hasta las últimas consecuencias, que deje en manos de otro juez el caso. El miedo es humano pero no puede frenar a la justicia. Por otro lado, veo muy descarado que Messi se marchase dos días antes de que detuvieran a su gente. De lo que sí me siento orgulloso es de que no voy a vengarme de nadie y de que dejé todo en manos de Dios... o de Alá. 

-¿Piensa que 'Messi' se ha incriminado al haberse fugado?

-Ahí lo dejo. Uno puede creer o no en las casualidades pero yo me pregunto: ¿a qué tenía miedo? ¿a que lo detuvieran o a que alguno de los detenidos lo delataran?

-¿Usted sabe que su hijo no cometió ese robo?

-Sí. La gente de la calle, otros narcotraficantes, me han dicho que él no robó esa mercancía. A él lo señalaron por envidia. La droga llegó a recuperarse y no precisamente a quienes se había dicho que la robaron. Otra cosa que me duele: cuando murió mi hijo, muchos medios televisivos inflaron una noticia sobre la muerte de un narco. Pero ahora, tras ocho detenciones, ninguna televisión ha informado de ello. Dejando la mancha en el Campo de Gibraltar.

El padre de Brian exhibe una fotografía de su chico.

El padre de Brian exhibe una fotografía de su chico. Marcos Moreno

-¿Alguna vez le dijo a su hijo que se saliera de ese mundo?

-Sí, pero es muy complejo cuando llegas a un estatus. Yo he estado detrás de él muchas veces. Igual ahora estoy pagando con este dolor que tengo. Pero ya no puedo dar marcha atrás. Si lo pudiera hacer, yo mismo lo denunciaría al primer error que cometiera. Lo que sí tengo claro es que la justicia ha de ser más dura. Así, el que vaya a matar a alguien dejará de llevar una calculadora en la cabeza con la que hacer cuentas sobre cuándo va a salir a la calle. Yo sé que este dolor es insufrible, por eso apoyo la condena permanente revisable y a padres como Juan José Cortés, Antonio del Castillo o Juan Carlos Quer.

-¿Piensa que el único encarcelado va a hablar?

-No, si se lo tiene que comer se lo va a comer.  Aunque se le culpara por homicidio o asesinato, se va a callar porque la organización va a estar detrás y no le va a faltar el dinero. 

-¿Piensa que va a saber algún día quién fue el autor material del disparo que mató a su hijo?

-Confío en saberlo por la labor policial, pero para mí son todos unos asesinos. La pistola que hizo ese disparo la empuñaban todos los detenidos. 

-¿Qué le diría como padre a los chicos que se adentran en el mundo del narcotráfico?

-Yo respeto que la gente se gane la vida como quiera y que lleve a su casa un plato de comida. Lo que no voy a respetar jamás es que alguien tome la decisión de acabar con la vida de otra persona. Cuando se entra en ese círculo, es muy difícil salir de él. El que entra es como quien se engancha a cualquier vicio. 

-¿Cómo era su hijo?

-No soy yo el más apropiado para hablar de él porque soy su padre, pero era una buena persona. Lo juro. Mientras estaba en la cárcel conoció a muchos chicos que sus mujeres y sus hijos en la calle no tenían para comer. Cuando iba a verlo a prisión me mandaba a que le llevara dinero a las familias de esos presos. Habrá quien piense que eso lo hacía porque le sobraba el dinero, pero no era así. Todos no lo hacen. Yo estoy cumpliendo una cadena perpetua psicológica pero mi hijo me dio el mejor regalo del padre el pasado 19 de marzo. Ese día supe de boca de la Policía que se había detenido a varios miembros de la banda que lo asesinaron. Eso me hizo sentirme fuerte y con más ganas aún de enviarlos a prisión.