Galicia es la comunidad autónoma con más superficie de costa de toda España: nada menos que cerca de 1.500 kilómetros repartidos por todo el trazado litoral desde las Rías Baixas hasta el extremo más oriental de la Mariña lucense. Al sur de la región, el océano Atlántico moldea a sus anchas tranquilas calas y arenales paradisíacos donde casi siempre reina el sosiego y la tranquilidad. En las Rías Altas, la bravura del mar configura paisajes mucho más salvajes y espectaculares, con las olas rompiendo contra las rocas y enclaves naturales únicos cobijados entre prominentes acantilados.

A pesar de las diferentes notables entre el norte y el sur, la mayoría de las playas de Galicia destacan por el azul turquesa de sus aguas, casi siempre cristalinas. Es por ello que en esta breve guía hemos querido reducir la búsqueda y seleccionar 15 de los arenales más bonitos y mejor valorados de toda Galicia con estos atributos, aunque lo cierto es que casi cualquier playa de la región podría incluirse dentro de esta lista sobre los arenales con las aguas más cristalinas. 

Playa de Rodas (Cíes)

Considerada la mejor playa del mundo según el periódico británico The Guardian, el arenal de Rodas es el más grande e importante dentro del archipiélago de las islas Cíes, con más de 1.300 metros de largo y otros 60 de ancho compuesta por arena fina y dorada. La playa de Rodas se enmarca en un entorno natural único que destaca por sus impresionantes aguas turquesas y cristalinas así como por la naturaleza salvaje y los ecosistemas dunares que rodean al lugar. Más allá de Rodas, el conjunto de arenales de las islas Cíes comparten estos atributos caribeños de aguas tranquilas, turquesas y transparentes.

Playa de Melide (Ons)

Al norte de la isla de Ons se emplaza un arenal de larga tradición nudista conocido como playa de Melide, considerada por muchos la más bonita de todo el archipiélago. Se trata de un lugar de ensueño situado en un entorno prácticamente virgen, rodeado de naturaleza y con vistas a la ría de Pontevedra. Además, se trata de un arenal resguardado del viento, de arena blanca y fina y unas aguas que son tranquilas y cristalinas aunque algo frías. La playa de Melide se encuentra algo alejada del núcleo principal de Ons y se puede acceder a ella o bien a pie o con una embarcación particular previo permiso de fondeo.  

Playa de Menduiña (Cangas do Morrazo)

Enmarcada en la bonita ría de Aldán, este pequeño e idílico arenal en Cangas do Morrazo se encuentra situado en un entorno semiurbano entre Punta do Niño do Corvo y Punta Catiba. Se trata de una playa de aguas tranquilas para el baño y de arena fina y dorada que se extiende a lo largo de unos 250 metros de longitud. Cabe destacar que el grado de ocupación durante la temporada estival es bastante alto, si bien la playa de Menduiña es capaz de conservar intacto su carácter salvaje y paradisiaco. 

Playa de Castiñeiras (Cangas do Morrazo)

En el entorno de O Hío, en Cangas do Morrazo, existe un trazado costero formado por pequeños cabos y formaciones rocosas que separan distintas calas paradisíacas en toda su extensión. Uno de estos arenales es el de Castiñeiras, una bonita y acogedora playa de aguas cristalinas y arena caribeña que se encuentra rodeada de bosques atlánticos. Se trata de una playa muy tranquila, y por lo general no demasiado masificada, que conforma uno de los rincones perfectos para disfrutar del sol y la quietud de las Rías Baixas.   

Playa de Mogor (Marín)

El trazado costero de Marín deja a su paso varias playas idílicas que se caracterizan por la tranquilidad de sus aguas cristalinas y la naturaleza autóctona que cobija al grueso de estos arenales, entre los que destacan algunos como Portocelos, Aguete o Lapamán entre otros. Pero sin lugar a dudas, una de las playas favoritas de los bañistas en este punto de las Rías Baixas es la de Mogor, un arenal en forma de concha, de arena fina y dorada se localiza en un entorno semiurbano con vistas a la ría de Pontevedra. 

Playas de San Vicente do Mar (O Grove)

San Vicente do Mar es uno de los rincones más turísticos de la península de O Grove, enmarcado en un entorno natural con una gran cantidad de pequeñas calas paradisíacas en todo su trazado costero. Estas playas destacan por estar constituidas por pequeñas lenguas de arena fina así como aguas tranquilas, frías y cristalinas, entre ellas Pedras Negras, A Barrosa o Castiñeira. Y más allá de San Vicente, en la cara norte de la localidad se esconden algunos de los arenales más salvajes y solitarios donde también es posible disfrutar de un buen baño durante la época estival. 

Illote do Areoso (Illa de Arousa)

En apenas unos años, el islote do Areoso pasó de ser un simple yacimiento arqueológico a convertirse en el destino de moda en Galicia.Y desde luego no es para menos, ya que este pequeño paraíso oculto en la ría de Arousa es considerado por muchos como el auténtico Caribe gallego. Este sobrenombre le viene dado en gran medida por sus aguas cristalinas y la arena fina y blanca que recorre el grueso del islote. Se trata además de un entorno natural protegido con accesos diarios limitados durante la temporada estival y también en temporada baja para así preservar su naturaleza. 

Playa de Carnota (Carnota)

La playa más larga de Galicia es un paraíso de más de 7 kilómetros y aguas cristalinas. La playa de Carnota se localiza en un entorno natural privilegiado enmarcado entre el Monte Pindo y el océano Atlántico, rodeado de un ecosistema singular y de gran belleza compuesto por complejos dunares, pantanos e incluso lagunas. Su extensa lengua de arena se abre al mar en forma de media luna, albergando en sus alrededores el estuario del río de Vadebois y las marismas de Caldebarcos. Además, en el entorno también se forman pequeñas charcas naturales, de aguas tranquilas y turquesa, donde es posible bañarse y observar asimismo diferentes especies aladas. 

Playa de Lagosteira (Fisterra)

Una de las mejores playas de la Costa da Morte se localiza en el conocido como cabo del fin del mundo. El extenso arenal de Langosteira en Fisterra constituye un auténtico tesoro natural en Galicia: no sólo por el azul turquesa y la transparencia de sus aguas, sino también por albergar una riqueza sin precedentes en sus fondos marinos. De hecho, muchos buceadores eligen esta playa coruñesa para hacer snorkel entre las rocas más cercanas a la orilla. La estampa idílica también continúa hacia el interior, ya que existe un complejo dunar tras una senda de acceso a la playa. 

Playa de Gures (Cee)

Enmarcada en el corazón de la localidad de Cee, la playa de Gures está considerada el Caribe de la Costa da Morte a poco menos de una hora en coche de ciudades como A Coruña. El arenal se encuentra situado en las cercanías de la famosa Fervenza do Ézaro y presenta un paisaje casi virgen que destaca por su arena fina y la tranquilidad de sus aguas cristalinas. Además, al tratarse de una playa de difícil acceso no suele estar muy concurrida durante la temporada estival. Esta playa de Gures, de apenas unos 250 metros de longitud, también se encuentra envuelta por un frondoso bosque de pinares y singulares formaciones rocosas que le confieren una belleza de lo más singular.  

Playa de Lires e Nemiña (Cee/Muxía)

En mitad del paraíso terrenal de la Costa da Morte se esconde un entorno virgen que enamora sobre todo a los amantes del surf: hablamos de las playas de Lires y Nemiña, conectadas entre sí a la altura del estuario del río Castro y la ría de Lires, la más pequeña de toda Galicia. Ambos arenales se encuentran ubicados al sur del cabo Touriñán, cobijadas entre sistemas dunares, pequeños acantilados y una naturaleza salvaje que confieren al lugar un encanto inherente. A pesar de la bravura del mar en esta zona de la Costa da Morte, las dos playas ―sobre todo la de Lires― pueden presumir de unas aguas cristalinas y turquesas que les otorgan un semblante de lo más paradisíaco. 

Playa de Niñóns (Ponteceso)

Entre Punta Nariga y Punta Roncudo se esconde un tesoro caribeño en forma de arenal paradisíaco: la conocida como playa de Niñóns, en Ponteceso. Las aguas turquesas y cristalinas son las grandes protagonistas de este enclave natural en la Costa da Morte. También un pequeño riachuelo que desciende hasta el mar confiere una belleza singular al arenal coruñés. Además, en el margen derecho de la playa existe un sendero que permite a sus visitantes disfrutar de un paseo costero de lo más bonito.  

Playa de Santa Comba (Ferrol)

El arenal de Santa Comba en Ferrol es una de las playas mejor valoradas y más bonitas del norte de Galicia. La realidad es que este arenal podría perfectamente dividirse en dos, ya que en uno de los extremos se encuentra una pequeña cala de aguas cristalinas que tiene a la Ermita de Santa Comba como protagonista en su horizonte. Este arenal en Ferrol se caracteriza por tener una arena fina y encontrarse abierta al mar, siendo generalmente bastante ventosa y con oleaje recurrente. Además, a pesar de ser un arenal muy conocido en la zona no suele encontrarse demasiado concurrido lo cual hace que conserve su estampa casi virgen enmarcada entre acantilados y naturaleza salvaje. 

Playa do Campelo (Valdoviño)

La playa do Campelo está considerada una de las más bonitas al sur del litoral de Valdoviño, y no es para menos ya que el arenal ha sabido conservar su carácter más salvaje y paradisíaco. Lo cierto es que al encontrarse en un entorno rural y cobijarse entre acantilados se trata de una playa muy aislada y tranquila, de arena fina y aguas cristalinas que contrastan con la bravura del océano en este punto de la costa. De hecho, al estar abierta al mar, la playa de Campelo es elegida también por muchos deportistas de toda la comarca para surfear o practicar bodyboard. 

Playa de Xilloi (O Vicedo)

En la localidad lucense de O Vicedo pueden presumir de un arenal que parece sacado de una postal caribeña. Hablamos de la playa de Xilloi, un enclave paradisíaco que destaca por sus aguas turquesas y cristalinas enmarcadas entre escarpados acantilados repletos de frondosa vegetación y un gran complejo dunar en su entrada. La playa de Xilloi se sitúa además en la ría do Barqueiro, en un entorno semiurbano que permite al arenal conservar su tranquilidad y contar con todo tipo de servicios cercanos.