El litoral gallego se extiende a lo largo de 1.498 kilómetros, siendo el de mayor trazado y el único tramo de la costa española articulado por varias rías. Y no sólo eso sino que Galicia también se sitúa como la tercera comunidad autónoma en número de banderas azules y líder en el caso del número de playas (se encuentran registradas alrededor de 861 playas). No es de extrañar entonces que la mayor parte del paisaje costero de la región, desde las Rías Baixas hasta la Mariña Oriental, se configure entre grandes y pequeños acantilados, calas paradisíacas así como también kilométricos y salvajes arenales.
Dentro del ranking de playas más extensas del litoral gallego, la playa coruñesa de Carnota está considerada como la más larga de toda Galicia e incluso uno de los más extensos de España. En total hablamos de una considerable lengua de arena abierta al mar que suma más de 7 kilómetros de longitud entre sus extremos. El arenal en cuestión se encuentra situado en el municipio de Carnota, en un entorno natural privilegiado enmarcado entre el Monte Pindo y el océano Atlántico. De hecho, el prestigioso diario británico The Guardian la reconoció en 2022 como una de las mejores playas de Europa, entre otras cosas por su increíble belleza y la interesante oferta turística que rodea a este rincón natural en cuanto a gastronomía y alojamiento se refiere. En esa misma línea, la revista alemana Traum Strände también añadió el arenal de Carnota a su lista de "las 100 mejores playas del mundo".
Un paraíso en las Rías Altas
El municipio coruñés de Carnota puede presumir de albergar entre sus límites el arenal abierto al mar más extenso de Galicia, aunque su extensión no es lo más destacado de este enclave natural de ensueño. A lo largo de toda la lengua de arena en forma de media luna ―desde la Punta dos Remedios hasta la Punta de Caldebarcos―, sus visitantes podrán descubrir hasta cinco kilómetros de dunas, algunos pantanos y lagunas, e incluso una naturaleza autóctona que constituye una estampa única en las Rías Altas. Además, en este punto también se encuentra el estuario del río de Vadebois y las marismas de Caldebarcos que dan lugar a un paisaje de lo más singular en una zona conocida popularmente como A Boca do Río. El entorno en cuestión se encuentra además repleto de pinares y pequeñas charcas naturales donde es posible bañarse y hasta observar aves, uno de los grandes reclamos durante la época estival.
Más allá de sus ecosistemas, la playa de Carnota es todo un espectáculo debido a los mágicos escenarios que rodean a este famoso enclave coruñés. El horizonte interior del arenal se encuentra coronado por la silueta del Monte Pindo, el olimpo celta cuya masa granítica alcanza los 642 metros de altura. Por otra parte, en las inmediciaciones del arenal carnotano también podemos encontrar otros puntos de interés a nivel turístico y paisajístico tales como la emblemática Fervenza do Ézaro o las playas de San Pedro de O Pindo, de Porto de Quilmas, Lariño o A Insuela entre otras. Además, del mismo modo la playa de Carnota conforma uno de los ricnones ideales para el birding en las Rías Altas, pues cada año llegan hasta sus tierras una gran cantidad de aves migratorias.
Otros imprescindibles turísticos en Carnota
Al margen del valor paisajístico del extenso arenal de Carnota, el municipio coruñés acoge un gran número de propuestas interesantes dentro del ámbito hostelero y hotelero. Lo cierto es que en este rincón de las Rías Altas se emplaza uno de los alojamientos rurales mejor valorados de Galicia: los Nidos de Carnota, unas cabañas de diseño inmersas en plena naturaleza y que acogen en su interior una suite de lujo con vistas a la playa de Carnota.
En cuanto a gastronomía se refiere, las principales propuestas culinarias de la zona basan su cocina en los productos frescos del mar y la tierra a la hora de confeccionar unos platos repletos de viveza y sabor. Entre los principales restaurantes en el ranking de TripAdvisor destacan locales como Xouba, Casa do Crega, O Cuberto o A Morosa, todos ellos con unas cartas extensas y deliciosas que reflejan a la perfección todo la esencia y formas de hacer dentro de la cocina tradicional de Galicia.
En la parte más cultural, lugares como el Museo Arqueológico Abierto de Carnota, una senda lineal que transcurre frente a la costa del municipio; la Torre dos Mouros, los restos de una fortificación de comienzos de la Edad Media; o el Castro de Mallou un antiguo poblado fortificado de la Edad de Hierro son sólo algunos de las paradas obligatorias en el trayecto de cualquier viajero por las Rías Altas a su paso por Carnota.