La Costa da Morte es de sobra conocida por mostrar a sus visitantes toda la bravura del océano Atlántico y sin embargo, en su cara más amable, este rincón del noroeste gallego esconde en todo su litoral auténticos paisajes de película: playas de arena fina y aguas cristalinas, encantadoras villas marineras, cascadas únicas en Europa e incluso varios faros de gran belleza arquitectónica que conquistan algunos de sus cabos más impresionantes. De hecho, en mitad de este paraíso terrenal se esconde una playa virgen que enamora sobre todo a los amantes del surf; o más bien dos. Hablamos de los arenales de Nemiña y Lires, dos enormes lenguas de arena conectadas entre sí que se extienden por la costa de Muxía a la altura del estuario del río Castro y la ría de Lires, la más pequeña de toda Galicia.
Las playas de Nemiña y Lires se enmarcan al sur del cabo Touriñán, el punto más occidental de toda Galicia y de la España peninsular, así como también el segundo de Europa. En este punto de la región, la ría de Lires conforma el límite natural entre los municipios de Cee y Muxía, dando lugar a un paisaje de gran encanto y enorme belleza entre sistemas dunares, playas, acantilados y naturaleza salvaje. Cabe destacar que al encontrarse situadas bastante lejos a pie de cualquier núcleo poblacional, ambos arenales se encuentran poco masificados y conservan un semblante virgen que conquista a todo aquel viajero que alcanza esta ensenada coruñesa.
Un paraíso del surf y la peregrinación en Galicia
Existen principalmente dos razones por las que las playas de Lires y Nemiña son de sobra conocidas en toda Galicia: una es la calidad de sus olas ―y todo lo que ello implica para los deportes acuáticos― y otra es su situación geográfica en mitad del Camiño dos Faros. En el primero de los casos, al tratarse de un amplio arenal abierto al mar los fuertes vientos y el oleaje en esta zona lo convierten en uno de los enclaves favoritos de los surfistas en Galicia. De hecho, la playa de Nemiña ha sido escenario ya en varias ocasiones de pruebas oficiales como el campeonato gallego de clubes de surf y bodyboard o algunas pruebas del Circuito Galego de Longboard y SUP. Además, durante la temporada estival también se establecen varias escuelas que operan en estos arenales y ofrecen clases de surf durante todo el verano.
El segundo motivo que atrae la fama a las playas de Lires y Nemiña es el popular y transitado Camiño dos Faors, una ruta de senderismo de más de 200 kilómetros que une Malpica de Bergantiños con Finisterre por todo el litoral. En el caso particular de Muxía, la localidad coruñesa y sus playas vírgenes conforman la penúltima etapa de este itinerario hasta el fin del mundo. Cabe destacar que este es además uno de los tramos más salvajes y exigentes de toda la ruta, con acantilados de vértigo y una naturaleza agreste que acompañan a cada rincón de la costa muxiana con la vista siempre puesta en la inmensidad del Atlántico.
Dónde comer cerca de Lires y Nemiña
Si bien ambos arenales se sitúan fuera del ojo del turista, y por tanto lejos de grandes núcleos hosteleros, en el entorno podemos encontrar varios establecimientos donde disfrutar de la mejor gastronomía gallega. De hecho, en los extremos de las playas de Lires y Nemiña encontramos un restaurante de esencia marinera y un bar de temporada con ofertas para comer en el local. La primera de las opciones es el espacio gastronómico de NemiñArea O Saburil, situado de forma estratégica en pleno Camiño dos Faros. Este restaurante costero ofrece a sus comensales una cocina básica, gallega y sin demasiadas pretensiones hecha a base de un buen producto de temporada. La especialidad de la casa son sin lugar a dudas los mariscos de la ría y los arroces, también con opciones de platos para celíacos y veganos.
En la otra cara del estuario de la ría de Lires se emplaza el Bar Playa de Lires, que presume de una de las mejores panorámicas para disfrutar de la puesta de sol en la Costa da Morte. Este espacio con más de 40 años en el sector y rodeado de naturaleza ofrece una amplia carta de desayunos, bocadillos, tapas y raciones variadas típicas de la cocina tradicional de Galicia. Eso sí, hay que tener en cuenta que se trata de un bar de temporada que únicamente abre sus puertas desde Semana Santa y hasta el 30 de septiembre durante la temporada estival.