"Adeus chupete", el libro de Alba Mato que el bus 12 de A Coruña llevó a las librerías
Un editor descubrió por casualidad la obra de la estudiante carballesa, que nació como parte de un trabajo del ciclo de Educación Infantil que cursa en la ciudad, y que se ha convertido en la primera publicación de la joven de 19 años
14 marzo, 2020 06:00A sus 19 años ya tiene un libro escrito e ilustrado por ella. Se trata de Adeus chupete! una obra que, inicialmente era un trabajo para clase, y que acabó convirtiéndose en un libro real. Y tan real, que ya está a la venta de la mano de Medulia Editorial en las diferentes librerías de A Coruña y del resto de Galicia.
Su autora, la carballesa Alba Mato, que estudia el ciclo de Educación Infantil en el centro Tomás Barros de la ciudad herculina, ya avanza que tiene ideas para más. Charlamos con ella para que nos explique cómo surgió un proyecto, que tiene un mensaje educativo muy potente.
Un libro que despega en un bus, ¿cómo fue eso?
Sí, yo iba a clase en la línea 12 porque el libro era un trabajo del ciclo. Estaba súper contenta con como me había quedado y se lo estaba enseñando a una compañera, entonces se me acercó un hombre y me dijo que era escritor, que trabajaba en una editorial, y que si lo podía leer. Le dije que sí y antes de bajarme se lo pedí, entonces me dio su número y me dijo que lo llamase porque lo quería publicar. No me fiaba mucho y lo busqué primero en Internet, cuando vi que era verdad que trabajaba en la editorial lo llamé y quedamos.
📖 Adeus Chupete!, libro que se xestou na liña 12 🚍
— Tranvías Coruña 🚍 (@TranviasCoruna) March 4, 2020
A autora Alba Mato ía revisando un traballo académico a bordo dun dos nosos buses, coincidindo cun editor de @MeduliaE, que finalmente publicaría a obra
Viviches algunha historia que se orixinase no #TransportePúblico? pic.twitter.com/iZZMKx6vBB
Y tanto que era verdad. Ese hombre era Xulio López Valcárcel y tu obra se publicó en noviembre en una versión bilingüe.
Sí, el texto original estaba en castellano, pero les gustaba en gallego. Entonces dije: "¿Por qué no lo hacemos en las dos lenguas?" Porque yo apoyo la literatura en gallego, pero me parecía una buena forma de que llegase a ambos públicos. Entonces lo hicimos en una edición bilingüe.
Desde ese encuentro casual en el bus hasta la publicación del libro, ¿cuánto tiempo pasó?
Una vez me reuní con la editorial me mandaron las imágenes en A4 y y yo las ilustré en grande, y en unos meses ya tenía el libro. El encuentro fue el año pasado por estas fechas, después en agosto; por mi cumple más o menos; recibí las primeras copias y salió a la venta el pasado noviembre.
¿Qué aprendiste a lo largo de todo el proceso?
Muchas cosas, la verdad. Por ejemplo, pensaba que era mucho más fácil editar un libro, que si dependiera de mi habría sido más rápido porque soy de ir a prisas, ja, ja, ja. Pero es un trabajo que implica a mucha más gente de la que se cree. Por un lado, los dibujos que ya llevan mucho tiempo, por otro editar los textos… Con las ilustraciones acabé con la mano reventada, estuve dos días enteros dedicada a eso en los que paré solo para comer y dormir. Dije: "ahora que me pongo sigo". Ja, ja, ja.
Tanto los textos como las ilustraciones son obra tuya, ¿desde cuándo escribes y dibujas?
Uff. Dibujar, dibujo muy mal. Ja, ja, ja. La gente me dice que están bien, pero no es mi fuerte. Los hice porque era mi cuento y puse todo mi arte. Ja, ja, ja. Escribir, sí que escribo desde siempre. Desde pequeña que escribía canciones que la letra no tendría sentido, pero tenían mi rima. Aún debo de tener alguna por casa. Después también escribía pequeños textos con cosas graciosas que me pasaban en el día a día.
¿También eres consumidora de libros?
Sí, siempre me gusto mucho la literatura. Luego también la música, pero en lo que más me fijo es en las letras de las canciones. Escucho música de todo tipo, la verdad.
¿Tienes en mente publicar más obras?
Ojalá. Este lo publiqué bajo presión, que es como mejor trabajo, de hecho ahora tengo tres ideas y me he querido centrar en una, pero me está costando mucho. La idea es publicarlos, pero sino se puede yo las voy a escribir igual y se lo cuento a mis niños de clase, o queda para mí. Ya que tengo las ideas, lo haré. Para algo las voy a usar seguro.
¿Qué sentiste al tener el libro por primera vez en tus manos?
La verdad es que me puse súper contenta. Esto no se lo he contado a nadie. Yo estaba en el jardín de mi casa, era verano y estaba allí a mi bola, no sé si tomando el sol o qué hacía. De repente, aparece mi madre saltando toda contenta y con un paquete en la mano. Y yo pensaba: ¿tanta emoción por una compra? Entonces me dice: "ábrelo tú". Lo abrí y eran los primeros libros para mí, para que los viera, con una nota de la editorial. Me puse a hacerles fotos y vídeos y se lo mandé a todos mis amigos y familia.
Estudias el ciclo de Educación Infantil, tras publicar el libro ¿tienes claro a qué quieres dedicarte al acabar?
Sí, lo tengo súper claro. Cuando acabe el ciclo, que acabo este año en cuatro meses, quiero por todos los métodos que pueda intentar entrar en Primaria y ser profesora de Educación Primaria y seguir escribiendo libros. Me gustaría compaginar ambas cosas.
De hecho el tema del libro es educacional, ¿por qué decidiste centrarlo en los chupetes?
En el trabajo de clase se nos pedía inventar una historia con unas determinadas palabras. Una de ellas era chupete y yo la usé como título porque quise centrar la historia en eso. Al final en la historia, el niño protagonista va viendo como otros no lo usan y al final se da cuenta de que con él puesto no puede hacer muchas cosas que los otros hacen. Y bueno, el final del libro no lo desvelo. Ja, ja, ja.
Para las ilustraciones habéis usado elementos naturales.
Sí, desde la editorial me propusieron usarlos a modo collage se me ocurrió, aprendiendo lo aprendido en casa, que mejor que hacer la típica casa cuadrada hacerla redonda, porque no todas las casas son iguales. Así, fui aplicando eso a las demás cosas.
Además de por su mensaje, por eso puede ser usado en centros educativos.
Sí, como utilizamos paja, papel de aluminio e incluso pasta como espaguetis, los profes que vayan a usar el libro en sus clases pueden darle los materiales a los niños para que ellos reproduzcan el collage.