Noemi Casquet presenta ‘Éxtasis’: Ficción y erotismo enmarcadas en un futurista Santiago
La periodista, escritora y divulgadora de 31 años ha visitado Galicia esta semana para presentar su nueva novela en Compostela. La define como su historia "con más verdad" y ya es aclamada por su comunidad de más de dos millones de seguidores, que la convierten en una de las principales creadoras de contenido del país
7 octubre, 2023 05:00Hablar de sexo sin tapujos y de divulgación en este ámbito es hablar de la catalana Noemí Casquet. La periodista, escritora y divulgadora de 31 años ha visitado Galicia esta semana para presentar su nueva novela ‘Éxtasis’ en la librería Cronopios de Santiago de Compostela, una de sus ciudades favoritas y que ama profundamente sobre todo cuando llueve. La historia no dejará a nadie indiferente, ya que su protagonista, Amisha, ve el futuro cada vez que llega al orgasmo.
Es la "historia con más verdad" de Casquet, que incluso ha revelado que el último capítulo es una vivencia personal propia de su existencia, una vida que asegura que le cambió cuando recibió hace cinco años un masaje tantra que asegura que "desestructuró mucho su percepción de la sexualidad", un ámbito que lleva investigando profundamente desde primero de carrera en su época universitaria y por el que se interesó ya desde muy pequeña, reconociendo tener su gran revolución sexual a los 14 años.
Es una de las creadoras de contenido más destacadas a nivel nacional, con una comunidad de seguidores de 2,4 millones de personas, se dio a conocer para tantas otras en una revolucionaria y divertida entrevista en 2019 en ‘La Resistencia’ de David Broncano, ha escrito una trilogía (‘Zorras’, ‘Malas’ y ‘Libres’), ‘Mala mujer: La revolución que te hará libre’ y la bilogía (‘Cuerpos’ y ‘Almas’). Atresplayer apostó por adaptar ‘Zorras’ al formato audiovisual, que cuenta la historia de Alicia, Emily y Diana, tres chicas que viven juntas una revolución sexual y forman una alianza con el objetivo de cumplir sus fantasías.
De cara a 2024 tiene pensado publicar más libros y desarrollar para finales del año que viene "el proyecto más grande y ambicioso" de su carrera, sobre el que adelanta pistas como "Madrid y hogar". Es inconformista y directa, imparte charlas sobre sus investigaciones de las relaciones sexuales ancestrales a nivel nacional y para su mucho público de Latinoamérica y antes de escribir este nuevo libro, que en cierto modo conecta las costumbres en este sentido entre Bali y Galicia, estuvo en esa isla dos meses para recabar información e inspiración.
En tu nueva novela la protagonista, Amisha, ve el futuro cuando llega al orgasmo y la historia se ambienta en Santiago. ¿Por qué decidiste centrar el libro en esta ciudad y cómo está siendo la acogida del público gallego?
Al público gallego lo voy a descubrir hoy cuando tenga la presentación y para mí era súper importante sacar las novelas de Madrid, porque creo que tenemos mucha tendencia a las grandes ciudades, esa manía por parte de los de los autores y sobre todo con la temática romántica o erótica. Quería un ambiente que pudiera conectar con con la isla de Bali, donde estuve dos meses investigando sobre la sexualidad antes de escribir, y, sin duda, para mí hay mucha conexión entre este sitio y Galicia por toda la tradición de las meigas, las leyendas, la medicina tradicional, las hierbas y todas estas cosas está unidas con una tradición de curanderismo o chamanismo que es muy importante.
Entonces es esa conexión de dos mundos mágicos que están muy distanciados pero al mismo tiempo muy conectados a través de Amisha, que es nuestra protagonista. Además, soy una profunda enamorada de Santiago y es una pena que no esté lloviendo porque cuando llueve me encanta, me apasiona, hay mucha belleza en esta ciudad. Siempre que vengo empiezo a buscar casas en Santiago de Compostela y me planteo seriamente venirme aquí, que le den a Madrid (risas). Madrid en este momento es muy interesante para mi carrera y para todos los proyectos que quiero hacer allí, pero no pienso morirme en Madrid y siempre pienso que Galicia puede ser un buen lugar.
Para mí de Galicia en la novela era muy importante la parte más rural, que desconozco muchísimo y por eso paso algo por encima. Quería que la protagonista realmente viviera en un pueblecito y luego diera el salto a lo que es la gran ciudad en Galicia, y pensé en Santiago de Compostela, que para ella es como esa gran ciudad.
Defines tu novela como la más compleja que has escrito, tu historia con más verdad y has revelado que el último capítulo es una vivencia tuya personal pura…
Realmente esta novela presentó en mí un enfrentamiento personal muy grande y tremendo, porque hace cinco años, como cuento en el prólogo, recibí un masaje de tantra, viví una catarsis que me desestructuró mucho mi percepción de la sexualidad y yo ya llevaba muchos años investigando. De hecho, desde primero de carrera que dedico a toda esta cuestión. Entonces, cuando de repente me encontré con esta vivencia, empecé a investigar por mi cuenta.
Sí que es verdad que siempre he tenido mucho la dicotomía de mostrar determinadas cosas al público porque no quería que se pusiera en cuestión sobre la mesa mi profesionalidad o de algún modo mi papel como periodista. Hay veces que si las cosas no son tangibles parece que no sean reales. Galicia sabe mucho de que hay un mundo invisible más allá y esa tradición tan bonita, entonces la novela creo que va un poco en esa línea.
Llegó un momento que vi que me tenía que enfrentar a lo que para mí estaba siendo mi verdad, porque estaba siendo hipócrita ante las personas que me siguen y sobre todo ante mí misma y ante mi profesión. Al final en el periodismo somos canales de información y no podía estar ocultando una información que me estaba sucediendo. Por eso escribí Éxtasis desde ese lugar, una novela muy personal porque hay muchas vivencias que son reales.
Desde que soy muy pequeña, muy ligada al mundo invisible, entonces para mí es imposible no creer en lo que yo percibo y eso es lo que me une con la protagonista del libro. Yo no he visto el futuro, pero sí que he tenido regresiones a vidas pasadas que han sido loquísimas y que todavía me siguen sorprendiendo mucho.
¿Qué mensaje quieres que la gente extraiga de esta novela?
Para mí es realmente importante recuperar el poder que hay en nuestro placer y en nuestra sexualidad. Que entendamos que en el sexo hay mucho más allá de esa parte física, que hay una parte sagrada y una parte espiritual y que hay mucha información a lo largo de las de los de los milenios y de los siglos, y que de algún modo estamos sumidos en una especie de amnesia global que no recordamos de dónde venimos. Y para mí esa es la la clave.
Con Éxtasis y en parte con el trabajo que estoy haciendo, porque ahora estoy investigando mucho sobre la sexualidad ancestral, que es básicamente prácticas sexuales de antiguas civilizaciones, porque a mí esas prácticas son las que me han cambiado la vida. Honro muchísimo la sexología y sienta unas bases científicas necesarias para el conocimiento del ser humano. Pero también honro muchísimo toda esa sexualidad ancestral y esas prácticas, porque sin duda han sido las herramientas que me han llevado a percibir el sexo como una herramienta de meditación muy profunda.
Me dedico a la divulgación, ya sea a través de las redes sociales, como también a través de las conferencias y tengo mucho público en Latinoamérica. Entonces viajo ahí cuando puedo, porque es también necesario que la información no tenga barreras de ningún tipo, ni tan siquiera geográficas.
Defines la novela como una historia sobre el poder del placer, ¿qué es para ti el placer?
Para mí el placer tiene mucho que ver con con diferentes cuestiones. Primero, con la conciencia desnuda, básicamente vivir desde un lugar profundo, infinito y y poder profundizar en lo mundano. Hay veces que que tenemos el placer como esas dosis de adrenalina o de felicidad momentánea que podemos adquirir, un poco como sucede con la con la comida rápida, que es un placer que para el cuerpo se consume muy rápido pero que no no aporta nutrientes de calidad en en nuestra vida.
Entonces esos placeres efímeros son los que en muchas ocasiones sigue manteniendo y sigue perpetuando el el capitalismo y el sistema, entre otras cuestiones, Lo que lo que realmente es el placer está mucho más cerca del amor absoluto. de la paz. O sea, es placentero estar en paz, el equilibrio es placentero. La conciencia desnuda de saber que estamos aquí y ahora y percibir mi entorno. Vivimos muy con el piloto automático y de algún modo no nos damos cuenta de la infinidad y de la profundidad que tiene la existencia, aunque sea tomarte un café en un bar, ahí ya es algo muy placentero.
Pero claro, nos han educado en esas altas dosis que requieren de dinero o de muchísimo esfuerzo para sentir placer. Y sobre todo, nos han educado como que el placer es algo a evitar con ese dogmatismo presente muchas veces de instituciones religiosas, que transmiten que tenemos que evitar ese ese placer a toda costa, y el dolor es inevitable en la vida. Yo creo que debería ser al revés, que el placer es inevitable en la vida y el dolor pues ojalá lo pudiéramos evitar, pero al final forma parte de la misma moneda.
El placer muchas veces se toma como tabú. ¿A día de hoy en la sociedad en la que vivimos, se habla de sexo abiertamente?
A mí esto es algo que digo: qué gilipollas hemos sido, sinceramente. Porque hemos convertido nuestro origen, el origen de nuestra existencia, en un tabú. Tú y yo, toda la humanidad proviene de dos células sexuales. Me da igual cómo se hayan encontrado, y la gran mayoría de personas provenimos de un acto sexual y muchas de un orgasmo. Entonces, hacer de todo esto un un tabú me recuerda un poco a no conocer nuestro origen. Y si no conocemos el origen, difícilmente vamos a conocer lo que se desarrolla del mismo.
Ahí está la amnesia global de no saber de dónde venimos ni hacia dónde vamos. Y es que venimos del sexo y hemos sido tan gilipollas que hemos hecho un tabú de ello y hemos dejado que nos manipularan a través de eso, que nos avergonzaran y nos culpabilizaran por sentir placer y por sentir nuestra sexualidad. Entonces, para mí, sin duda, es uno de los tabús que deberíamos romper, pero como sociedad en general, creo que es una de las cuestiones que nos dañan más como como seres humanos, no encontrar y no honrar de dónde venimos.
Contaste en alguna ocasión que a los 14 años empezó tu revolución sexual. ¿Cómo empezó en ti ese click, ese cambio, que actualmente te ha convertido en divulgadora?
Mis 14 fue el año que más cosas he hecho en mi vida. Todas mis primeras veces estuvieron ahí metidas y fue muy interesante porque mi sexualidad ya venía de antes, desde la pubertad y antes de eso. Siempre he sido una persona a la que a esto del placer le ha gustado mucho y siempre me frotaba o siempre tenía interés con el cuerpo humano, interés en el otro. Tengo recuerdos a lo largo de toda mi infancia, de tener interés en el qué pasa, qué hay más allá.
Cuando tenía 12 o 13 años empecé a mantener estas conversaciones con mi madre, que siempre ha sido una persona muy libre y muy transparente y que me ha dicho las cosas tal cual son. Mi madre me dio un conocimiento que en ese momento yo no sabía muy bien qué era un orgasmo, pero algo había escuchado, algo ya sabía o lo relacionaba con ciertas cuestiones y en aquel momento gracias a ella ya tuve esta información. Ella nunca me ha negado información a ninguna edad y fue lo que a mí me hizo tener una de las mejores y más bonitas revoluciones sexuales de la historia.
Siempre he aprendido a hacer las cuestiones porque mi madre me aconsejaba. me avisaba, me protegía. Pero la información, es protección y es lo que le estamos negando a los menores y les estamos negando a la juventud y bueno, a toda la sociedad. El cuerpo humano está diseñado para que el placer suceda, porque buscamos reproducirnos, pero también buscamos el placer y no nos lo podemos negar de algún modo.
A esa edad me di mis primeros besos, hice mi primera paja, tuve mi primer orgasmo, tuve mis primeras penetraciones y mi primer cunnilingus y me dije: qué maravilla, qué me he perdido yo en la vida. Todo con 14 años y muy acompañada y muy sostenida, fue muy bonito. Ojalá toda la humanidad tuviera esta experiencia y no desde la vergüenza y la culpa.
¿Qué sería adecuado hacer de cara a las nuevas generaciones que se encuentran en situaciones como la que te encontraste tú a los 14 años o incluso antes?
Los padres requieren también de muchísima deconstrucción. Asumimos que los padres tienen un conocimiento divino que les cae del cielo cuando tienen hijos y no es así, o sea, los padres siguen en conocimiento y muchas veces no saben cómo actuar en un montón de de cuestiones porque ellos también a lo mejor han recibido una educación basada en la vergüenza, en el rechazo, en la culpabilidad y por lo tanto, eso es lo que van a transmitir a sus hijos o a sus hijas, en su gran mayoría, unos roles.
Seguir perpetuando unos ideales, unos valores que van a seguir perpetuándose a lo largo de la vida y de la sociedad. Entonces creo que es muy importante también la educación sexual hacia los padres, entender que nosotros deberíamos mantener una educación sexual a lo largo de nuestra vida, porque desde que nacemos hasta que morimos somos seres sexuados y eso es súper importante tenerlo. Tenemos un coño, una polla pegado al cuerpo y tenemos que ser conscientes de ello y moriremos con ello. Entonces creo que ese acompañamiento transgeneracional es algo muy necesario. Nos centramos mucho en la juventud y evidentemente son las bases y los primeros pasos en ese descubrimiento.
Pero también es súper importante centrarnos en las personas de 70 u 80 años, o 90 o 60 o 50, que es cuando empiezan a experimentar la menopausia, porque requiere de conocimiento constante, porque el cuerpo varía, pero el sexo sigue pegado a nosotros.
Este miedo al conocimiento abogas porque no exista en tus redes sociales, donde hablas sin tapujos a tus más de dos millones de seguidores de muchas cuestiones relacionadas con el sexo. ¿Cuál es el secreto de tu éxito?
EL secreto de mi éxito no lo entiendo muy bien. Es que esto es el aire que respiro, o sea, si me quitas lo que estoy haciendo, me matas. Lo he hecho con dinero, sin dinero, sin seguidores y con seguidores, no tengo otra percepción de la realidad. Ese propósito tan profundo y ese modo de vida, al final es lo que me lleva a conseguir las cuestiones y evidentemente, destaca la naturalidad con la que hablo las cosas. E insisto, esto viene muy dado por una base basada en la libertad, basada en el no juicio, basada en la comunicación.
En el acompañamiento que hizo que a mis 14 años yo era quien transmitía la información que me daba mi madre, que era mi fuente, a mis amistades. Y ahora pues soy la que transmite la información de textos antiguos o de la sexología hacia millones de personas, entonces realmente este canal y esta forma de transmitir no ha cambiado, sigo siendo la misma, tenga más o menos seguidores, porque creo que ahí está la clave. En la naturalidad de hablar del sexo sin tapujos y sin tabúes, porque no los percibo ni los concibo. Tenemos mucho anhelo del amor en la sociedad y la humanidad cada vez más, y hablar desde ese lugar y con amor, creo que también es el secreto del éxito.
Muchas veces declaraste que había sufrido censura y que eso te llevó a determinadas épocas de tu vida en las que había demasiadas lágrimas. ¿Te sientes ignorada a nivel mediático al no estar incluida en prestigiosas listas de creadores como la elaborada recientemente por Forbes?
Tuve demasiada tristeza porque muchas veces me sentía ignorada por los medios a nivel mediático y he visto listas, que ya sabemos que no sirven para nada, como la de Forbes de creadores de contenido en la que aparece gente con muchos menos seguidores que yo y que no ofrece un contenido específico. Soy una persona que en mi caso es un poco extraño, tengo muchos seguidores, mucho poder social, pero por otro lado soy bastante ignorada por los medios de comunicación.
Me cuesta mucho acceder a ello y en parte porque tampoco muestro mi vida privada, porque ahora, por ejemplo, la gente ya puede identificar quién es mi pareja o con quién convivo, pero sí que es cierto que no entro en el salseo ni en el morbo de todo ello, sino que mi parte es más divulgativa y tiene mucho que ver con la sexualidad. Sí, soy la gran invisible desde hace unos años. ¿Cómo es posible que sea de las influencers más grandes de España y que mejores números manejan y esté tan ignorada en tantos ámbitos?
Pero luego, por otro lado, piensas que es que se mueven muchas cosas detrás. Por ejemplo, en las listas la gran mayoría de personas que están ahí tienen representantes detrás y agencias de representación que lo que hacen es poner a sus representados ahí porque eso les hará que tengan mejor caché. Yo no tengo ninguna agencia de representación, con lo cual es más difícil. Por otro lado, hay intereses de marcas detrás. A lo largo de mi existencia laboral, por ejemplo, las marcas de alcohol me han cerrado la puerta de par en par y, sin embargo, se sigue perpetuando el alcoholismo entre la juventud y cada vez más.
Me hace mucha gracia esa hipocresía global en estos mundos de los creadores de contenido, que es que abogamos mucho por la salud mental y hacemos mucho por todo eso. Pero, ¿y por ir más allá de los likes, ir más allá de de los mensajes, del engagement, de los números? Nos hacemos pajas con estas listas, con las nominaciones y con ver esto como una señal, ¿y las personas que no estamos valoraadas por la razón que sea debemos entonces no seguir? Creo que es importante que entendamos que no hay nada que pueda determinar si lo que es nuestro propósito está bien o mal ejecutado, solo nuestra comunidad, que es el reconocimiento que deberíamos tener y es por quienes estamos trabajando.
Contaste a tus seguidores que hace unos meses pasaste momentos complicados a causa de la ansiedad y tomaste decisiones como tatuarte el brazo mostrando lo que eres y en lo que crees. ¿Muestras en Éxtasis a una nueva Noemí y cómo trataste el asunto de tu salud mental?
Es tremendamente complicado, la verdad, porque cuando estás expuesta, estás expuesta al juicio también, y es una de las cuestiones por las que nos pueden hacer conformarnos con el personaje que en muchas ocasiones creamos y que no evoluciona. De lo que me siento muy orgullosa de mí misma es de haberme dado el permiso de evolucionar y si tú lees a la Noemí de ‘Zorra’ y si lees a la Noemí de ‘Éxtasis’, son dos personas muy distintas. Aunque ha evolucionado la escritura, las inquietudes, el conocimiento, la percepción, los valores, parte del de lo que nos hace humanos.
Es decir, estamos aquí, aprendemos y evolucionamos y. Mis inquietudes de hace dos o tres años distan mucho de las que puedo tener hoy y muchísimo más si nos vamos a cinco años atrás. O sea, yo no tenía ningún conocimiento del tema del cáncer y demás y ahora es algo que es en lo que se basó gran parte de mi vida, no en esa sexualidad más ancestral. ¿Entonces, cómo se sobrelleva todo esto a nivel de salud mental? Pues a través de crisis muy fuertes. Y es que me he sumergido mucho en la sombra. Al final en el libro digo una frase que dice que "la sombra es luz", que no es consciente de sí misma, pero para que sea consciente, al final nos tenemos que sumergir en ella y tenemos que profundizar.
Sin duda, para mí una de las grandes crisis que tuve fue el año pasado cuando me tatué el brazo derecho, porque siempre he tenido contacto con lo invisible y con el más allá, solo que es algo que he llevado muy para mí porque no quería que me juzgasen. Me he dado cuenta de que puedo mostrar hasta donde yo diga y que me puede afectar hasta donde yo crea. No mostrar algo hace de algún modo que la gente pueda opinar sobre ello y y por eso mantengo un poco la puerta entreabierta. Para mí tatuarme el brazo con todo lo que son mis creencias era algo pues que significa que todo el mundo iba a saber quién soy y lo que me gusta, la espiritualidad y todo lo que mueve mi ser. Y eso me daba mucho miedo.
Tenía dos opciones: seguir perpetuando esa falsa idea de una mujer súper empoderada que vestía de traje y que todo el rato le daba igual la vida o realmente mostrar quién soy en este momento, y di ese salto porque era o eso o morir, no había más. Muchas personas me agradecen esa evolución, pero sin duda es algo muy difícil de sobrellevar la ansiedad, la depresión, todas estas cuestiones que hacen que estemos tan expuestos.
Tan polifacética como eres, el futuro no se dibuja tranquilo…
Evidentemente los libros van a seguir en mi vida. Ahora tengo esa tendencia siempre de estar ya pensando en el paso siguiente desde el sostén de ‘Éxtasis’ y en honrar, por supuesto, este trabajo. Estoy un poco desde ese lugar en el que sé lo que quiero hacer y ya lo tengo bastante claro. Así que vendrá nuevo libro. Por otro lado, tengo muchas ganas de ir a los escenarios, a esas conferencias y hacer de algún modo algo más performativo, así que eso lo tendremos para el año que viene.
En 2024 desarrollaré el proyecto más grande y que más vértigo me da de mi carrera porque es lo más grande que voy a hacer. Vendrá a finales del año que viene y justo voy a anunciar dentro de poco. Tiene que ver con el hogar y con Madrid.