El carballo de Conxo lucha por ser Árbol Europeo del Año: "Aquí no hay jurado profesional"
El martes 1 de febrero empieza la votación para el Eurovisión de los árboles. El Concello de Santiago espera que el carballo del Bosque do Banquete de Conxo sume 100.000 votos y plantará un árbol autóctono por cada uno que reciba
31 enero, 2022 18:03La carrera para que el carballo del Bosque do Banquete de Conxo, en Santiago de Compostela, se convierta en Árbol Europeo del Año 2022 arranca este martes: entre el 1 y el 28 de febrero estarán abiertas las votaciones para este certamen, el "Eurovisión" de los árboles.
Así, la mañana de este lunes ha estado cargada de actos de apoyo a la candidatura de este árbol con 250 años de historia. El Concello de Santiago espera que sume 100.000 votos y se ha comprometido a plantar un árbol autóctono por cada uno que reciba.
"Aquí no hay jurado profesional, todo depende de nuestro voto", ha bromeado el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, en el acto previo a la puesta en marcha de esta campaña, que ha comenzado con la plantación de 300 árboles en el Miradoiro do Monte de Conxo.
El regidor ha destacado "lo maravilloso que sería que este carballo se convirtiese en una nueva Catedral de Santiago", una referencia "para Santiago, para Galicia y para toda España".
El certamen
Tras coronarse como Árbol Español del Año, el carballo del Bosque do Banquete de Conxo será uno de los 16 candidatos a convertirse en Árbol Europeo del Año, una iniciativa organizada desde hace años por la Environmnetal Partnership Assocciation.
El sistema será muy similar al del concurso a nivel español: cada persona puede votar una sola vez por medio de su correo electrónico. Las tres primeras semanas -hasta el 21 de febrero- los votos serán públicos, mientras que la última semana -del 22 al 28- permanecerán ocultos.
Para votar basta con acceder a la página web del certamen a partir del 1 de febrero. Por cada voto emitido, el Concello de Santiago se ha comprometido a plantar un árbol autóctono. De acuerdo con sus previsiones, serán 100.000 hasta 2030 y 19.000 este mismo año.
Otras iniciativas
El Concello de Santiago también firmó un convenio con Bosques Sin Fronteras para incluir la capital gallega en la Red de Municipios Amigos de los Árboles. El acuerdo recoge actuaciones como la propia campaña del Carballo de Conxo, plantaciones de árboles autóctonos, jornadas divulgativas y técnicas o la reforestación de parcelas municipales.
Este lunes también se ha inaugurado en la sede de Afundación, en la Praza de Cervantes, la exposición "Reis do Bosque", que reúne 30 fotografías de árboles de toda España entre los que se encuentra el candidato compostelano a Árbol Europeo del Año.
La muestra estará presente hasta el 28 de febrero y, tal como han detallado sus autores, Susana Domínguez Lerena y Ezequiel Martínez Rodríguez, busca rendir homenaje a "estos seres vegetales" a través de "la belleza cromática de las fotografía y el sentido poético de los ejemplares".
A lo largo de todo el mes que dure el certamen, el Concello de Santiago ofertará a los centros educativos actividades al aire libre como visitas a la Carballeira do Banquete de Conxo y a la exposición "Reis do Bosque" o la participación activa en la plantación de árboles.
Historia
Este Quercus robur -roble en castellano, carballo en gallego- de 250 años era uno de los más de 1.000 árboles de su especie que llegaron a poblar el bosque de Conxo, si bien la tala indiscriminada a lo largo de los siglos XIX y XX acabó con casi todos ellos, dejando tan solo unos 40.
Cuando este árbol aún era joven fue testigo de uno de los eventos más reconocidos de la historia de Santiago: el Banquete de Conxo, una comida en la que jóvenes estudiantes universitarios, considerados de clase alta, sirvieron a obreros y artesanos en un gesto subversivo que buscaba reivindicar la igualdad entre clases.
Durante siglos se especuló con que Rosalía de Castro pudo haber estado en aquel banquete, algo todavía por confirmar. Lo que sí está claro es que pasó mucho tiempo en esta "carballeira", que inspiró el poema "Los robles", en el que clamaba contra la tala de estos árboles en todo un alegato ecologista.
Además de este poema, recogido en el poemario de 1884 "En las orillas del Sar", este bosque de más de 15.000 hectáreas también sirvió de ambientación para su última novela, "El primer loco", que vio la luz en 1881.
Este carballo fue inaccesible para el público general a partir de 1885, cuando la finca de 20 hectáreas en la que se encontraba pasó a formar parte de los terrenos del entonces llamado Manicomio de Conxo, por lo que tan solo internos y empleados podían recorrerlo.
Este entorno volvió a estar abierto al público en 2018, cuando se rehabilitó y pasó a dar forma a una senda a las orillas del Río Sar que también pasa junto a este árbol.
Desde ese año -y mientras la pandemia lo permitió- se recuperó la celebración del Banquete de Conxo, con una fiesta conmemorativa en la que se evoca el espíritu de aquella comida de confraternización en la que, por un día, todos fueron iguales.