Coronavirus: Las fuerzas de seguridad intervienen para cerrar locales en Galicia
CC.OO. urge a la Xunta y a Inspección medidas para controlar el aforo en supermercados y prevenir el contagio de sus trabajadores
14 marzo, 2020 18:58SANTIAGO DE COMPOSTELA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) –
Los cuerpos y fuerzas de seguridad han tenido que intervenir en varios municipios de la geografía gallega a lo largo de este sábado para asegurar el cierre de locales de ocio y evitar aglomeraciones en los supermercados. Todo ello con el objetivo de cumplir con las directrices de la emergencia sanitaria decretada este viernes por la Xunta ante la incidencia del nuevo coronavirus.
Y es que, a pesar de que el Gobierno gallego decretó el cierre durante 14 días de bares, restaurantes y cafeterías, así como de centros comerciales –salvo la venta de productos alimenticios– desde la pasada medianoche, algunos establecimientos puntuales han decidido abrir de nuevo esta mañana.
Este es el caso de Vigo, ciudad en la que la Policía Local, según informa a Europa Press, ha tenido que acudir a una quincena de locales para recordar a sus responsables que no pueden abrir sus puertas.
Aunque "en principio se está avisando", señalan fuentes del cuerpo municipal, se les advierte de que incumplir reiteradamente las directrices de la Xunta puede acarrear sanciones. "Mucha gente se lo toma en broma", lamentan.
En la ciudad de A Coruña, la Policía Local también admite que hubo "algún establecimiento que permanecía abierto" esta mañana, por lo que tuvieron que notificar su cierre. "Ahora mismo la ciudad está vacía", valoran, al tiempo que subrayan la tranquilidad que reina en la urbe por la tarde.
Aparte de estos actos desobedientes, la emergencia sanitaria y el inminente estado de alarma que decretará el Gobierno a partir del lunes, con restricciones en los desplazamientos, provocó en los últimos días aglomeraciones de ciudadanos en torno a los supermercados en los que, en ocasiones, tienen que personarse las fuerzas del orden.
Aglomeraciones en supermercados
Este es el caso de municipios como O Carballiño (Ourense), donde la Policía Local tuvo que "intervenir por afluencia" de gente apelotonada en una de las tiendas de alimentación, ya que "estaban muy pegados". Además, llegaron a recomendar al establecimiento que hubiese alguien en la puerta y junto a las cajas para controlar el flujo de ciudadanos.
También en Ponteareas (Pontevedra), los agentes locales constataron durante la mañana de este sábado que "un gran número de personas" acudían a los supermercados, "creando un riesgo para la salud pública". En este sentido, la Policía recuerda que estos locales "están abiertos, pero la permanencia en los mismos debe ser la estrictamente necesaria" para prevenir posibles contagios de COVID-19 por contacto con elementos como los carros e, incluso, las monedas y los billetes.
En este mismo municipio, los agentes recibieron llamadas de algunos vecinos que alertaban de que había negocios como peluquerías que continuaban abiertos, por lo que tuvieron que intervenir para que echasen el cierre.
En el centro de Santiago, ya hay varios supermercados que controlan la entrada de clientes para evitar aglomeraciones en el interior y las farmacias cuentan con un protocolo de distancia de seguridad en las colas.
A pesar de que en las principales ciudades hay determinados productos, fundamentalmente papel higiénico y otros relacionados con la higiene de manos, que escasean, la situación general es de normalidad y las cadenas descartan que se dé un panorama de desabastecimiento.
CC.OO. urge medidas
En este contexto de emergencia sanitaria, el sindicato Comisións Obreiras (CC.OO.) ha remitido un escrito a la Xunta y a Inspección de Traballo para solicitar "de forma extremadamente urgente" que se adopten las medidas necesarias para controlar el aforo de los supermercados y prevenir el contagio del nuevo coronavirus, "especialmente el del personal laboral".
En esta misiva, firmada por la secretaria xeral de CC.OO.-Servizos, Lucía Trenos, se critica que haya "un grupo de población" que adopta "actitudes irresponsables" y que "no tiene conciencia del grave problema" que supone la infección de COVID-19.