A Coruña se despierta sin basura en las playas tras la noche de San Juan
El ayuntamiento prohibió el acceso a los arenales y la realización de las tradicionales hogueras en estos espacios como medida de prevención frente al coronavirus
24 junio, 2020 10:22A Coruña vivió ayer un San Juan atípico en el que las hogueras fueron las grandes ausentes en las playas coruñesas. Como consecuencia, la ciudad amaneció hoy con una estampa muy diferente a la de años anteriores: limpia y sin basura en los arenales.
El Concello da Coruña prohibió bajar a la playa en la noche más mágica del año como medida de precaución ante la propagación del coronavirus. El ayuntamiento cerró ayer los accesos a los arenales alrededor de las 21.00 horas y, a lo largo del día, no permitió a ninguna persona acceder con madera u otro tipo de material para quemar. A pesar de que la zona no se llenó de humo debido a los cientos de hogueras que normalmente iluminan esta noche, lo cierto es que la niebla cubrió el área durante todo el día de ayer, lo que impidió a los coruñeses disfrutar de la playa también durante el día.
La ausencia de hogueras y, por tanto, de fiesta en las playas coruñesas favoreció que los operarios no tuviesen que afanarse por la mañana en la limpieza de los arenales, como sí ocurrió en años anteriores. Las imágenes de la basura cubriendo las playas de A Coruña después de la noche de San Juan son habituales y despiertan la indignación de vecinos y ecologistas.
Los trabajadores constataron en 2019 una reducción en la cantidad de residuos respecto a años anteriores, así como más desechos depositados en los contenedores. De hecho, el programa del ayuntamiento coruñés Móllate calculó que los residuos en las playas se habían reducido un 45% en cuatro años. Esto lleva a pensar en una mayor concienciación ciudadana sobre la importancia de mantener limpios estos espacios.
Lo que sí permitió el concello coruñés este año fue realizar las tradicionales sardiñadas y churrascadas en las calles, aunque era necesario comunicarlo con antelación. El lunes al mediodía, según los datos proporcionados por el ayuntamiento, alrededor de 300 personas habían solicitado permiso para hacer esta comida.