Nuevos casos de reacciones alérgicas en guarderías de la comarca de A Coruña
Los comedores de los centros afectados están gestionados por el mismo cátering de las escuelas donde hace dos semanas se produjeron varias intoxicaciones por un pescado en mal estado
6 noviembre, 2019 10:20La historia se repite. Niños de al menos una decena de escuelas infantiles A Galiña Azul- red dependiente de la Xunta- han vuelto a experimentar reacciones alérgicas cuyo origen investiga la Consellería de Política Social.
Los comedores de los centros, en su mayoría ubicados en la comarca de A Coruña (Fene, Ares, Oza-Cesuras, Carral, Betanzos, O Burgo, Cambre y Oleiros) y otro en Cangas (Pontevedra), están gestionados por la misma empresa que se encarga del cátering en las escuelas donde se produjeron varias intoxiaciones hace dos semanas por una palometa servida en mal estado. De aquella se trataba de los centros de Galiña Azul de A Zapateira, Eirís y Pastoriza y otro en Arteixo.
Según señalan fuentes del Gobierno gallego, niños de una decena de centros de la comarca de A Coruña y Cangas sufrieron una reacción alérgica leve tras ingerir los alimentos del menú, compuesto por una crema de brécol con calabaza y lomo de pollo con macarrones.
El departamento de la conselleira Fabiola García ya ha informado de que los técnico de Sanidad tomaron muestras del menú (que, dicen, fue cambiado al registrarse los primeros casos) para investigar el origen de la reacción y estudiar su posible relación con el episodio registrado a finales del mes de octubre.
Y es que los comedores de las escuelas infantiles en los que se han producido estos nuevos casos están gestionados por la misma empresa que se encarga del cátering en los centros A Galiña Azul en los que al menos 41 alumnos resultaron intoxicados tras ingerir un plato de palometa.
Así, los técnicos de Sanidade también se han presentado en la sede de esta empresa. Fuentes de Política Social califican lo sucedido de "intolerable" y abren la puerta a adoptar "todas las medidas que sean necesarias".
Tras el primer episodio, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ya avanzó que impondrían sanciones a los responsables una vez se clarificase lo sucedido.