“Me han hecho un remix de lo que venden”, nos dice nuestro enlace. “He aquí algo de munición de (pistola) Makarov, que en España se denomina 9 Lugger (9×19 mm Parabellum). Esto es alemán. Me han dado la blindada, que es la que lleva el Ejército y también me han dado munición más normal. Aquí, munición de kalashnikov (AK47), y esto es munición de lo que nosotros llamamos la pokemon, la PKM (una ametralladora soviética). La del Barrett (un fusil semiautomático norteamericano), que es 12-70, es ésta”.
Doce largos minutos pasa el informador de EL ESPAÑOL | Porfolio enumerando las armas que los contrabandistas ucranianos han puesto a su disposición en la grabación completa que obra en nuestro poder. En este reportaje reproducimos sólo dos para no comprometer la seguridad del contacto que investiga junto a nosotros la adquisición ilegal de fusiles y pistolas desviadas desde ambos lados del conflicto ruso-ucraniano.
Las partes que hemos suprimido prueban que han salido a la venta en los mercados criminales armas mucho más destructivas. La munición que sí se ve en el clip de vídeo que hemos incrustado es tan sólo una muestra remitida por el vendedor. Lo que en verdad ofrecen son los artefactos bélicos que disparan esas balas. Y eso incluye desde granadas a varias armas de calibre OTAN. La entrevista entera a la que pertenece ese fragmento ha sido registrada esta semana en un lugar situado fuera de la Unión Europea.
El documento audiovisual es una evidencia inapelable de que —en contra de lo que vienen asegurando algunos think tank europeos— , cientos, si no miles, de armas donadas por los países de la OTAN están siendo desviadas al mercado negro europeo y, particularmente, al español. Sucedió ya tras el conflicto de Yugoslavia y, como se suponía, está pasando ahora de nuevo. Hasta la fecha, los ucranianos han desmentido de forma sistemática que sus pistolas y sus fusiles estén armando a las mafias de Occidente aduciendo que sólo es propaganda rusa. Eso no se ajusta en absoluto a la realidad de los hechos conocidos.
Cierto es que existen pruebas consistentes de que al menos una buena parte de ese contrabando está siendo realizado desde los territorios ocupados por los propios rusos, que son los más interesados en desacreditar al Gobierno de Zelensky para frenar las donaciones.
Vendedores de Kiev
“No estoy seguro de si esta otra es la del Dragunov (fusil semiatuomático ruso de francotirador) o de otro fusil”, prosigue nuestro contacto, al tiempo que examina parte del material de muestra que han facilitado los contrabandistas. “Ésta, para que lo entendáis en España, 762, es la del MG42 (una ametralladora). Y esta, la del kalashnikov ruso. Entonces, quiero entender que todo ese armamento está en venta. Luego, me han dado este bicharraco que rompe a un tipo por la mitad. Quiero entender que es una antiaérea. Sé que de estas máquinas también están vendiendo. A ver, el nota me ha mandado un surtido. También me han dado esto. Y al igual que el nueve, es munición OTAN (5.56x45 milímetros)”.
En la transacción que EL ESPAÑOL | Porfolio ha registrado, los que venden las armas son elementos corruptos y no identificados todavía del Ejército de Kiev, cuyos oficiales reconocían hace solo unas semanas que tienen censadas en su registro unificado alrededor de 600.000 armas robadas o perdidas, 200.000 más que antes de la invasión rusa de febrero de 2022.
La pregunta inevitable a la que conducen estas pesquisas es si esas armas que hemos detectado u otras semejantes han llegado ya hasta nuestro país desde el mercado negro ruso y ucraniano. Y la respuesta a esa cuestión se la daba claramente hace solo unos días al Gobierno de Madrid el servicio español de inteligencia (CNI) del Ministerio de Defensa en un informe en que advertía de un hecho espeluznante.
De acuerdo a ese documento cuyo contenido anticipamos en exclusiva, el CNI ha descubierto ya la presencia en nuestro país de docenas de armas de guerra procedentes de Ucrania. Si no han sido incautadas todavía es porque la agencia española solo realiza labores de inteligencia y de prevención de riesgos. Ni siquiera se ha asignado todavía a ningún cuerpo de seguridad del estado el rastreo de los grupos criminales que las están acaparando, lo que explica, a su vez, que no se hayan producido aún actuaciones policiales.
Según los agentes españoles, buena parte de este armamento es de origen inglés y norteamericano y ha sido traficado a nuestro país a través de Moldavia a través de los territorios ocupados por el Kremlin. Es decir, todo apunta a que son los propios rusos quienes están armando a los grupos criminales y a los narcos españoles con artefactos bélicos que decantan críticamente la balanza de recursos a su alcance entre las mafias que operan en nuestro país y los cuerpos uniformados estatales y autonómicos que les plantan cara.
La Inteligencia española ha logrado asimismo acreditar que buena parte de ese armamento de guerra se está volcando desde Moldavia hacia Francia utilizando a delincuentes chechenos. Hay también involucrados individuos de nacionalidad rumana.
Desde la vecina Francia, los fusiles y pistolas se transfieren hacia grupos criminales del Levante español y mafias de la droga de Andalucía a través de las fronteras terrestres, especialmente las de Cataluña, donde los propios Mossos de Esquadra vienen alertando desde hace un par de años del incremento tanto del número de armas en manos de los narcos, como de su sofisticación. Ha habido numerosas quejas sobre la indefensión en que les sume ese desequilibrio.
El CNI ha descubierto también otras armas de guerra traficadas hacia Europa por las propias mafias ucranianas con la colaboración de elementos corruptos del ejército de Kiev como los que nuestro propio equipo está ahora mismo investigando. Las pistolas y los fusiles están siendo introducidas en pequeños vehículos de transporte pasándolas ocultas por la frontera, gracias a la permeabilidad que les brinda el tratado Schengen.
Se han detectado, entre otras armas, Beretta 92 procedentes de las donaciones norteamericanas a Ucrania, así como pistolas Glock y fusiles M16. Claro que eso es solo la punta del iceberg de su catálogo. Como nosotros hemos podido comprobar durante nuestra investigación, hay a la venta incluso sofisticados modelos de granadas de un gran poder letal.
De acuerdo a la advertencia realizada a nuestro gobierno por los agentes de inteligencia, son hechos total y completamente contrastados. “Hablamos de armas a cientos y de munición a kilos que están en manos ya de la delincuencia organizada de todo el país con muchos recursos económicos, y especialmente de grupos vinculados al narcotráfico”, precisa la investigación.
Este último dato es especialmente significativo porque descarta que se traten de pequeñas operaciones aisladas o intercambios anecdóticos. Si se quiere de otro modo, el narco español se ha armado y está ya listo para su propia guerra.
Lo que se desconoce todavía es el papel exacto de Rusia en todo el contrabando de armas (se cree que es la parte del león) que está llegando desde Lugansk, Donetsk y los territorios ocupados. Es significativo que la misma autocracia sanguinaria y cínica de Moscú que viene advirtiendo tendenciosamente desde el inicio del conflicto de la posibilidad de que las armas de la OTAN terminen en manos de las mafias de Occidente por culpa de los ucranianos sea la que controla ahora los territorios desde los que está llegando a Europa mucho de ese armamento.
No consta que el Gobierno haya reaccionado todavía ante el informe del departamento de inteligencia de Defensa. No está de más el recordar aquí que un piloto ruso, que desertó con su helicóptero y estaba supuestamente protegido —o para ser más precisos, completamente desprotegido— por los ucranianos, fue asesinado en Alicante a bocajarro hace unos meses por mafiosos chechenos al servicio del Kremlin con seis balas Makarov.
Madrid dijo tras lo acaecido que desconocía incluso que el desertor ajusticiado por el GRU (la Inteligencia rusa) se hallara en nuestro país, lo cual nos situaba ante dos posibles escenarios: el de la negligencia derivada de que ignorasen su presencia o el de la negligencia de que en verdad sí lo supieran y hubieran sido incapaces de garantizar su vida.
Hace solo quince días, distintos medios anglosajones se hacían asimismo eco de un informe elaborado por una organización con sede en Suiza (Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado Transnacional) que sostenía que no existen evidencias de que armas occidentales hayan llegado a Europa occidental. El director de ese think tank, Daniel Brombacher, aseguraba en unas declaraciones reproducidas por Politico que existen, además, pruebas “muy limitadas de cualquier tipo de transacciones con armas occidentales en Ucrania. Las armas entregadas por Occidente están en buenas manos".
Por el contrario, tanto Europol como los servicios españoles de inteligencia llevan meses advirtiendo de que su información sugiere justamente lo contrario. Un experto en balística de un cuerpo policial nos comenta a este respecto que existen también indicios claros de que el armamento viejo (a menudo soviético y procedente de Yugoslavia) también está aflorando a los mercados negros a través de Francia. Es decir, en vista de la nueva avalancha de armas más sofisticadas, los traficantes se están sacando de en medio las antiguallas a precios de ganga.
Cataluña es, de hecho, una de las regiones más perjudicadas por el flujo, dado que es, a día de hoy, la principal vía de entrada terrestre de armamento, y ello incluye el nuevo flujo. Hace ahora medio año, los Mossos adquirieron nuevos equipos tecnológicos valorados en algo más de un millón de euros en vista de la proliferación de armas de fuego. Tanto las mafias catalanas de la marihuana y el hachís como los narcos del Estrecho están haciendo acopio de arsenal.
Tal y como recogía este diario el 3 de junio, también la Guardia Civil ha detectado que armas de calibre OTAN semejantes a las cedidas a Ucrania han acabado ya en poder de los clanes criminales que operan en el sur de España introduciendo cargamentos de droga por el Campo de Gibraltar. El pasado 21 de mayo, un grupo de delincuentes de Sanlúcar de Barrameda repelió a tiros una intervención del Instituto Armado mientras introducía un alijo de 2.500 kilos de hachís por el río Guadalquivir. Los agentes tuvieron que responder a las ráfagas con sus pistolas reglamentarias.
Los propios medios ucranianos de comunicación han denunciado de forma eventual el contrabando de armas dentro de su ejército. El caso más conocido es el de un polaco llamado Piotr Kapuscinski al que el Kyiv Independent describía como un antiguo gángster involucrado en robos, saqueos y acoso a soldados. Entre sus hombres se presentaba como Shasha. Ese mismo digital llevó a cabo una investigación mediante la que reunió varias docenas de testimonios que señalaban al polaco como el cabecilla de una red que extorsionaba a los voluntarios de la Legión Internacional. Presuntamente, era él quien se hallaba tras muchos casos de desaparición de armas.
La investigación de la Inteligencia española viene ahora a dar la razón a quienes ya venían advirtiendo de que el mayor peligro ya no es solo que elementos corruptos ucranianos vendan esas armas, sino que sean los propios rusos quienes trafiquen con el armamento OTAN del que se han operado durante sus operaciones de Moscú. Del lado de Moscú, la corrupción, el chantaje y el robo son auténticas pandemias.