El error que todos cometemos en España al hacer café en la cafetera italiana: su sabor cambia por completo
- Cuidado, porque sin darte cuenta podrías estar cayendo en este error que hace que tu café sea amargo.
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Cada día, millones de personas disfrutamos de una taza de café. Ya sea por la mañana, por la tarde o por la noche, esta bebida es considerada como una de las más consumidas en todo el mundo.
Aunque existen muchas formas de prepararlo, hay quienes optan por la cafetera italiana para obtener un café aromático y fuerte. Su preparación es sencilla, pero existe un error común que todos cometemos al usarla y que, al final de cuentas, cambia su sabor.
Pero no te preocupes, poniendo en práctica este sencillo ajuste, al prepararlo te asegurarás de poder tener una gran diferencia en su sabor final y disfrutar de una buena taza de café.
A pesar de lo que nos han enseñado, los especialistas en café coinciden en que no se debe comprimir el café molido al usar la cafetera italiana, ya que esto deteriora tanto la calidad como su sabor.
Este procedimiento debe ser distinto al que se haría en una máquina de expreso, por lo que prensar el café en la cafetera italiana es un error que no se debería cometer. Esto se debe a que, si se aprieta, se genera un exceso de presión que provoca un café amargo.
Errores frecuentes al preparar café en casa
Más allá de este error a la hora de preparar el café en la cafetera italiana, existen otros errores frecuentes que deberían evitarse para poder disfrutar al máximo de esta bebida.
Uno de los fallos que se dan con mayor frecuencia es la elección de la materia prima, apostando en muchas ocasiones por un café de baja calidad que se nota cuando llega a la boca.
La mejor opción es aquella que lleva el sello de café de especialidad, lo que muestra que los granos han recibido más de 80 puntos en la escala de control de calidad de la Speciality Coffee Association.
Para poder llegar a alcanzar esta puntuación se valoran todas las características del café, como su acidez, dulzor, cuerpo, balance y fragancias, lo que implica la necesidad de cuidar el producto a lo largo de todo su desarrollo, con lo que ello supone.
Además de elegir un buen café, es importante molerlo al momento, al ser esta la mejor forma de disfrutar al máximo de todas las bondades de este grano. Asimismo, hay que dar la importancia que merece al agua, siendo aconsejado por los expertos que por cada 10 gramos de café molido se usen 150 ml de agua caliente.
Una vez preparado, se recomienda que el café que no vaya a ser consumido al momento, se guarde en un recipiente hermético, en un lugar fresco, seco y protegido de los rayos del sol. Si se fuese a conservar a largo plazo, sería recomendable congelarlo, usando para ello también un recipiente hermético.
Cómo preparar el mejor café en una cafetera italiana
La cafetera italiana es la de toda la vida, presente en la mayoría de hogares y que tiene un funcionamiento sencillo, fácil y rápido. Pese a que en la actualidad hay muchas cafeteras entre las que elegir, esta sigue siendo una de las mejores formas de poder preparar un buen café en casa.
El origen de esta cafetera pequeña y manejable se encuentra en Italia, cuando fue creada por el ingeniero Alfonso Bialetti en 1933. Con ella se puede conseguir un café de calidad, intenso y con cuerpo en cuestión de solo unos minutos.
Para entender su funcionamiento hay que saber que cuenta con un diseño en tres partes, donde en la parte inferior, en forma de pirámide con base octogonal, se incluye una válvula de seguridad, siendo aquí donde se pone el agua que se convertirá en café.
En el lugar central se sitúa el contenedor con filtro, la pieza en forma de embudo, la cual se llena con el café molido, para en la parte superior se une a la inferior con una rosca, contando con una tapa y una pipeta central por la que sale el café una vez ha sido preparado.
Una cafetera italiana funciona bajo los principios básicos de la física, de forma que el agua de la parte inferior se calienta hasta servir, produciendo suficiente vapor de agua como para provocar que aumente la presión, la que hace que el agua caliente suba por la boquilla del filtro, pase por el café molido y el filtro y salga por la parte superior. Cuando ha subido toda el agua, también sube el vapor, emitiendo ese característico sonido que indica que está listo el café.
Para preparar café en una cafetera moka se debe elegir una buena materia prima, siendo esta de buena calidad y con el tipo de molienda ideal para este tipo de cafeteras.
En todo caso, lo primero que hay que hacer es llenar la parte inferior con agua hasta llegar a la válvula de seguridad, para seguidamente llenar el filtro con café molido, calculando unas dos cucharaditas de café por taza. Tras nivelar el café en el filtro para que salga homogéneo (nunca se debe apretar), se cierra con cuidado, sin apretar excesivamente la rosca de la cafetera.
Hecho esto, se pone la cafetera al fuego, con la tapa levantada, para que cuando empiece a salir el primer café, se baja a fuego medio y se tapa. Finalmente, solo habrá que sacar la cafetera del fuego justo cuando empiece a salir el vapor, para finalmente servir y disfrutar.