Sobre la ruptura del Govern, la fuga de médicos y el suspenso de Pablo Iglesias

La noticia del día fue la ruptura del gobierno autonómico en Cataluña, donde los militantes de Junts decidieron por una mayoría del 55% de los votos divorciarse de ERC.

Además, EL ESPAÑOL informa de un problema que está llevando a la sanidad pública española a un punto de no retorno por la huida de miles de médicos hacia países como Suecia o Reino Unido en busca de mejores salarios y condiciones de trabajo.  

El fracaso de Pablo Iglesias en su intento de asalto a los cielos de la docencia periodística será un alivio para todos esos estudiantes que todavía distinguen entre periodismo y activismo, y entre activismo y sectarismo ideológico.

Pere Aragonés.

Primero rompieron Cataluña, y ahora han roto el Govern

La militancia de Junts ha decidido por una mayoría de un 55% de los votos romper el acuerdo de coalición que les unía a ERC en el gobierno autonómico catalán. La ruptura implicará que ERC quede en minoría y deba escoger entre buscar nuevos socios con los que sacar adelante los presupuestos de 2023 o convocar elecciones anticipadas.

Apenas unas horas tras conocerse la noticia ha tardado el presidente del Gobierno en ofrecer "estabilidad" a ERC. Es decir, en ofrecerle a los republicanos el apoyo del PSC. La última palabra, al menos formalmente, le corresponderá en cualquier caso al líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa. En Cataluña muy pocos dudan de que el futuro gobierno regional, ya sea de forma inmediata o tras unas elecciones autonómicas, será un nuevo tripartito formado por ERC, el PSC y la marca local de Podemos. 

El resultado de la consulta realizada entre la militancia de Junts demuestra, una vez más, lo acertado que estuvo José María Aznar cuando dijo que antes se rompería Cataluña que España.

Porque lo cierto es que el procés rompió Cataluña. Que Junts ha roto su alianza con ERC en el Govern, que es tanto como decir el procés. Y que la consulta ha roto al propio Junts en dos: el sector ultramontano liderado por el prófugo Carles Puigdemont y la radical Laura Borràs, y el sector posibilista formado por aquellos que ven esta ruptura como el fin de un ciclo político, pero sobre todo de los jugosos salarios públicos que perciben hoy en cuanto gestores de parte de la fantasía secesionista.

Carolina Darias.

La fuga de sanitarios españoles empieza a ser un problema

En los últimos diez años, 31.000 profesionales sanitarios han solicitado el certificado de idoneidad para trabajar fuera de España. ¿El motivo? Los bajos salarios y unas condiciones laborales "deplorables", según la Asociación MIR España.

Y las cifras no dejan de aumentar, como demuestran los datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) que revela hoy EL ESPAÑOL.

No es un problema de falta de médicos o de vocaciones. En 2021, el número de colegiados aumentó en 7.619, alcanzando un total de 283.811 facultativos en toda España.

En el caso de los médicos que emigran a Suecia, uno de los países que más facultativos españoles contratan, el mayor atractivo es un sueldo mínimo de 6.500 euros al mes. Salario que puede llegar a doblarse o triplicarse en función de la especialidad.

En Reino Unido, otro de los países de destino habitual para los médicos españoles, las guardias son de sólo doce horas, en contraste con las guardias españolas de 24. 

El problema empieza a ser grave en algunas especialidades muy tensionadas, como la de la atención primaria. En parte por la resistencia ideológica del Gobierno a colaborar de forma abierta con la sanidad privada, que podría hacerse cargo del exceso de demanda en atención primaria, la puerta de acceso al sistema sanitario. 

El problema es complejo, pero tiene solución y exige de las Administraciones identificar cuáles son las verdaderas prioridades del sistema sanitario y actuar en consecuencia, sin apriorismos ideológicos. Porque si la fuga de médicos continúa, España se verá obligada a rebajar todavía más la calidad del servicio en la sanidad pública. 

Pablo Iglesias.

Pablo Iglesias sólo dará lecciones de periodismo desde su pódcast

No deja de ser irónico, por no decir siniestro, que alguien que ha cimentado buena parte de su carrera política en sus arremetidas contra los medios de comunicación privados y en el señalamiento de periodistas independientes pretenda convertirse ahora en profesor de periodismo, un oficio del que lo desconoce todo, en la Universidad Complutense.

Una y otra vez, Pablo Iglesias ha comparecido frente a los medios para dar lecciones de cómo se hace "el verdadero" periodismo. Que es, por supuesto, el del activista fanatizado que no permite que la verdad le arruine la doctrina ideológica dictada por el partido. Es decir, un periodismo de manipulación, demagogia y fake news. 

Que Iglesias haya obtenido una de las peores notas de los siete candidatos a las dos plazas de profesor asociado en el Departamento de Periodismo y Nuevos Medios en la Facultad de Ciencias de la Información no deja de ser un alivio para aquellos estudiantes que no se verán ahora bombardeados con "propuestas" como la de que el 30% de los medios nacionales sean controlados por asociaciones vecinales y sindicatos.

Porque las tesis de Iglesias sobre el periodismo no son sólo grotescas, sino también incompatibles con la libertad de prensa y con la democracia misma. Iglesias deberá, en fin, conformarse con darle lecciones de periodismo a los oyentes de su pódcast. 

*** El Merodeador es el seudónimo colectivo de la sección de Opinión de EL ESPAÑOL integrada por Cristian Campos, Jorge Raya Pons y Víctor Núñez.