El pucherazo en las primarias de Ciudadanos en Castilla y León le ha generado un problema imprevisto a Albert Rivera. Finalmente, será Francisco Igea el candidato de esta formación a la presidencia de la Junta. Y lo será tras destaparse irregularidades en las votaciones que dieron en un primer momento la victoria a la candidata oficialista Silvia Clemente por un escaso margen de 35 votos.
Ha hecho bien Rivera en reaccionar con rapidez, admitir la existencia de errores y anunciar una investigación para localizar al "culpable". Si no se llega hasta el final y se depuran responsabilidades el "roto será mayor", como admiten fuentes de la formación a EL ESPAÑOL.
Extrañeza
Cs irrumpió en política abogando por nuevos modos, exigiendo la celebración de primarias y de congresos que den voz a la militancia. Y estableció un espectro ideológico de centro que permite la incorporación de personas de distintas sensibilidades. Ahí están los casos recientes de Celestino Corbacho y Joan Mesquida (ex PSOE) o de José Ramón Bauzá (ex PP).
Ahora bien, el fichaje de Silvia Clemente tan sólo 24 horas después de cesar como presidenta del Parlamento castellanoleonés causó extrañeza e indignación en las bases de Cs y en muchos de sus votantes. Más aún por el hecho de haberse visto salpicada en su trayectoria por asuntos turbios.
Credibilidad
En este asunto, además, existe un elemento extra que obliga a aclarar lo ocurrido: el uso de herramientas telemáticas en las votaciones de los partidos. Porque a la vista está que estas aplicaciones son susceptibles de sabotaje, como ya le ocurrió a Podemos hace dos años. Las nuevas tecnologías son necesarias en cualquier organización y en política facilitan la participación y la toma de decisiones. Pero si no se blinda de manipulaciones, el sistema se desmorona.
Le toca a Cs enmendar ahora los errores y ofrecer todas las aclaraciones pertinentes. De momento, haber puesto remedio al pucherazo es un primer paso. Pero Rivera debe ser consciente de que ha de andar con cuidado con la tecnología y con las incorporaciones... no sea que le salgan rana. Está en juego la credibilidad de su proyecto.