Polonia, por su frontera directa con Ucrania y su importancia geoestratégica, es uno de los países más amenazados por la deriva imperialista de Vladímir Putin, y su amenaza de un "ataque relámpago" ante cualquier injerencia exterior en su 'operación especial' en Ucrania. Miembro de la OTAN, al igual que España, el país presidido por el conservador Andrzej Duda ha decidido acelerar la renovación de su arsenal militar con la adquisición de cuatro prototipos de Borsuk, un nuevo vehículo anfibio de fabricación propia.
Fabricado por el consorcio dirigido por Huta Stalowa Wola (HSW), filial del Grupo Polaco de Armamento (Polska Grupa Zbrojeniowa, PGZ), el Borsuk se basa en un chasis derivado del K9 de Corea del Sur y pesa unas 25 toneladas en su versión básica para conservar las capacidades anfibias.
Esta terminación ligera con amplia maniobrabilidad tanto en tierra como en agua tiene una desventaja, y es que reduce la protección general del vehículo, complica el diseño y aumenta los costes de mantenimiento. Por eso existe una opción de máximo blindaje que puede llegar hasta las 40 toneladas, a expensas de reducir su velocidad máxima y perder su carácter anfibio.
Este nuevo IFV (vehículo anfibio de infantería) de doble oruga está propulsado por un motor MTU 8V199 TE20, con una potencia máxima de 530 kW/720 CV, e integra una transmisión automática Allison/Caterpillar X300 con cuatro marchas adelante, dos marchas atrás y el mecanismo de giro hidráulico. Su chasis será un elemento fundamental para la fabricación de variantes especializadas, como el mortero autopropulsado de 120 mm, vehículos de ingeniería, mando y control, además de transporte de municiones o vehículos médicos.
Armamento versátil
Para hacer frente a todo tipo de amenazas, el Borsuk está dotado de una torreta teledirigida ZSSW-30, también de fabricación polaca, diseñada para combatir, destruir o incapacitar objetivos blindados ligeros y pesados en diversas condiciones climáticas, independientemente de la hora del día, y para brindar apoyo balístico durante operaciones de combate.
Para ello, dispone de un moderno sistema de control de fuego hunter-killer. Eso implica que cuenta con dos miras operadas independientemente, para que el comandante a bordo del vehículo pueda anular en cualquier momento el objetivo del artillero si divisa un nuevo enemigo que sea prioritario. La torreta está armada con un cañón automático Bushmaster II Mk 44/S de 30 mm y tiene una cadencia de fuego de 200 disparos por minuto de munición explosiva, que se convierten en 120 con la munición ABM (antiaérea).
En cuanto a sus capacidades defensivas, frente tropas de infantería, dispone de una ametralladora coaxial de 7,62 mm montada a la derecha del armamento principal y un lanzagranadas con capacidad para cuatro granadas de humo en la parte delantera de la torreta. Además, cuenta con sistemas de filtración CBRN, diseñados para filtrar gases tóxicos y garantizar la protección de la tripulación frente a todo tipo de amenazas químicas, biológicas, nucleares y radiactivas.
El blindaje es una prioridad en cualquier vehículo de estas características, por lo que también dispone de un alto nivel de protección balística, resistente a disparos directos de pequeñas armas de fuego y lanzacohetes, así como artefactos explosivos improvisados o minas.
El armamento secundario del vehículo incluye dos lanzadores de misiles guiados anticarro Spike en el lado derecho de la torreta, que tiene una maniobrabilidad de 360 grados y un ángulo de elevación que permite movimientos desde los -9 hasta los +60 grados.
La versión básica del Borsuk es totalmente anfibia. En el agua se propulsa gracias a dos chorros o waterjets situados en la parte trasera del casco, que le permiten cruzar lagos y ríos a una velocidad máxima de 8 kilómetros por hora, según especificaciones del fabricante.
El Borsuk tiene capacidad para transportar un total de seis personas, incluidos el conductor y el comandante. Se caracteriza por su gran maniobrabilidad en todo tipo de terrenos (supera trincheras de en torno a los 2 metros), y puede ser transportado fácilmente por aire o por tierra.
Previsión de despliegue
Se estima que cada unidad de este nuevo carro de combate podría costar en torno a los 6,3 millones de euros, de los que cerca de la mitad corresponden a la torreta ZSSW-30. Está previsto que las primeras 14 unidades definitivas estén listas para su despliegue a principios de 2023.
De momento, según el calendario dado a conocer el año pasado, está previsto que el ejército polaco adquiera 588 unidades de aquí a 2035 para que pasen a formar parte del inventario de diez batallones mecanizados, siempre que Polonia mantenga la estructura actual del ejército. La República Checa y Eslovaquia también están interesadas en retirar sus anticuados anfibios BVP soviéticos para apostar por las variantes más modernas del Borsuk.
Hasta que se produzca el despliegue definitivo de los Borsuk, Polonia tiene planes para modernizar algunas de sus plataformas BWP-1 soviéticas. Actualmente el ejército polaco dispone de en torno a 1.000 unidades de estos vehículos anfibios, que no difieren -aparte de algunas actualizaciones puntuales- de los que entraron en servicio en 1973.
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