Rusia, que ha recurrido a militares retirados para hacerse con el Donbás, está demostrando en la guerra en Ucrania que cuenta con una gran flota de vehículos militares, como los tanques BMP-2 y T-72 o el T-90; incluso algunos que se han reforzado y parecen sacados de Mad Max. Sin embargo, las tropas lideradas por Vladímir Putin se han encontrado durante estas semanas con una gran resistencia por parte de las fuerzas ucranianas, quienes se han hecho con varios vehículos enemigos, como el SNAR-10M1, un radar capaz de detectar tanques a 40 km de distancia.
Desde que comenzara la guerra se estima que las tropas ucranianas han capturado casi 1.000 vehículos rusos. Algunos de ellos se encontraban abandonados, mientras que otros fueron atacados por las fuerzas de Volodímir Zelenski. Tras hacerse con Tornado-U, un camión militar de gran tamaño destinado al transporte de armas, y con Krasukha, un sistema que ciega aviones, drones y satélites espías; el último botín de Ucrania ha sido el SNAR-10M1, un radar montado en un tanque capaz de rastrear y detectar vehículos blindados y el fuego de artillería enemiga.
A comienzos del mes de abril varios componentes de las fuerzas de operaciones especiales de Ucrania subieron en lanchas por el río Desná hasta llegar a Chernígov, ciudad que se encuentra a 128 kilómetros de Kiev. Al desembarcar interceptaron un pequeño convoy ruso que estaba atascado en el lodo cerca del río y que aparentemente estaba abandonado. Además del radar, en las redes sociales han compartido que también se hicieron con tres vehículos más: un tanque MT-LB y dos blindados BTR.
Detecta objetivos enemigos
El SNAR-10M1 es una estación de reconocimiento de radar que entró por primera vez en servicio a principios de la década de 1970. Esta última versión, que es la más moderna, se encuentra instalada en la parte superior de un MT-LB, un vehículo blindado multiusos, y su principal función es la de detectar y reconocer objetivos enemigos terrestres, aéreos y de superficie en movimiento.
De esta manera, el sistema puede detectar vehículos como tanques, lanchas o helicópteros; además de soldados enemigos y proyectiles que explotan, como bombas de mortero. Todo ello a una distancia de entre 200 metros a 40 kilómetros. Una tarea que realiza con una alta precisión, por lo que el radar también se puede usar para ajustar el propio fuego de artillería.
El sistema de radar está equipado con un sistema de comunicación interno y externo que permiten la transmisión automatizada de datos. Un detalle interesante es que este dispositivo también cuenta con un sistema de navegación autónomo que ofrece mapas digitales de los terrenos y otro subsistema de navegación por satélite GLONASS/GPS, una alternativa al GPS creada por la Unión Soviética.
Instalado en un MT-LB
El sistema de radar está montado en un MT-L, un vehículo que cuenta con un casco de acero totalmente soldado que brinda a los soldados que están en su interior una protección contra el fuego de armas pequeñas y a las astillas de los proyectiles. El SNAR-10M1 también incluye un generador diésel, calefactor e instalación de filtración y ventilación.
Este vehículo destaca por su capacidad para operar de forma autónoma durante tres días y en su interior tiene espacio para un total de cuatro soldados. En el caso del radar, se tarda apenas cinco minutos y medio en desplegarlo. El MT-LB también dispone de armamento para defenderse de ataques, ya que está equipado con una ametralladora ligera PKT de 7,62 milímetros.
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