Gisèle Pélicot sentencia a su marido y al resto de sus violadores: "No hay perdón, son degenerados"
Declara haberse sentido humillada por los intentos de algunos abogados de la defensa de cuestionar su credibilidad: "Parece que la culpable soy yo".
18 septiembre, 2024 19:48"No hay perdón. Esos hombres son unos degenerados. Cometieron violaciones". Así de contundente se ha mostrado este miércoles Gisèle Pélicot, la mujer francesa que durante una década fue drogada por su marido para ser violada por docenas de hombres, en su declaración este miércoles a puerta cerrada en el Tribunal Penal de Vaucluse de Aviñón (sur de Francia).
La nueva audiencia de la septuagenaria, convertida ya en todo un símbolo contra la violencia sexual, en el macrojuicio contra su esposo Dominique y otros 50 hombres era una de las más esperadas y no ha dejado a nadie indiferente.
Mirando directamente a la cara a sus violadores, sin sus gafas de sol, elevando el tono y sin titubear, Gisèle ha dejado muy claro cómo se siente tras años de agresiones sexuales, cómo ve a sus agresores y, sobre todo, su indignación ante los diferentes intentos de las defensas de los acusados de cuestionar la credibilidad de su testimonio.
Este miércoles se han visionado por primera vez algunas de las fotos y vídeos que hizo su ya exmarido durante las violaciones por parte del resto de acusados. Imágenes que algunos abogados de la defensa han aprovechado para tratar de justificar que estaba consciente durante las agresiones al aparecer en algunas con los ojos abiertos.
"Para mí son degenerados. Para mí han cometido una violación, no una agresión. No suelo enfadarme tanto, pero ya está bien. No son escenas de sexo, es una violación. No hay perdón", ha subrayado nada más subir al estrado, declarándose "humillada" por las sospechas vertidas por algunos de los letrados de los acusados.
Gisèle subrayó que estos vídeos pueden "atestiguar" que la violaban cuando estaba "en estado de coma", fruto de los fuertes somníferos que Dominique le administraba sin que ella se enterase.
"¿La violación es una cuestión de tiempo? ¿De tres minutos, una hora? Yo estoy completamente consternada porque si esas personas ven a su hija, a su hermana en ese estado, ¿qué pensarían?", ha preguntado.
La hija de los Pélicot, Caroline, al borde de las lágrimas en el tribunal mientras su madre hablaba, abandonó la sala cuando se mostraron las pruebas visuales.
En uno de los momentos más tensos de este miércoles, dos de los abogados defensores que representan a los hombres que Dominique invitó a su casa para cometer los abusos pidieron al tribunal que mostrara fotografías que, según ellos, generaban dudas sobre si la víctima sabía lo que le había sucedido.
Gisèle rechazó las acusaciones. "Están tratando de tenderme una trampa con estas fotos", señaló, y reiteró que nunca aceptó ninguna actividad sexual. Su exmarido ya admitió el martes que tomó todas las imágenes mientras su esposa estaba inconsciente.
"Me he sentido humillada mientras he estado en esta sala. Me han llamado alcohólica, conspiradora del señor Pélicot. Parece que la culpable soy yo" denunció, añadiendo que su vida había quedado "destruida" durante 10 años.
Dominique se dirige a su mujer
Previamente, Dominique, en la primera vez que se dirigió a su ya exmujer directamente en casi cuatro años, reconoció que traicionó a Gisèle. "Desgraciadamente, mis últimos diez años han sido una catástrofe. La quise mal, no la respeté y la traicioné. Repito, nunca he tocado a nadie más de mi familia, ni a mis hijos ni nietos", declaró.
Dominique, hablando directamente a la que fue su esposa durante medio lustro, dio las gracias a sus hijos por haber cuidado de Gisèle tras su detención en septiembre de 2020.
"Agradezco a mis hijos que hayan cuidado de ti cuando me encarcelaron", dijo el septuagenario, ante la mirada indiferente de su exmujer, quien respondió a las justificaciones de su antiguo marido sobre el por qué de las violaciones.
"Todos hemos tenido traumas en nuestra infancia, yo misma los he sufrido y no por eso me he convertido en una criminal. Después, tomamos nuestras propias decisiones", sentenció Gisèle.