Los agricultores franceses consiguen aislar París al bloquear sus ocho autopistas de acceso

Los agricultores han concretado esta tarde su amenaza de proceder a un 'asedio' a París con bloqueos en algunos de los grandes ejes de acceso a la capital. Desde las 14:00, varias organizaciones agrícolas que piden al Gobierno francés mejores condiciones para dejar de sufrir una "competencia desleal" frente a sus vecinos españoles o italianos han anunciado bloqueos "indefinidos" en los accesos a la capital francesa. 

La convocatoria de la todopoderosa Federación Nacional de de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA) y los Jóvenes Agricultores (JJAA), han conseguido cortar al menos ocho autopistas y carreteras de la región capitalina de Île de France, según informaban los servicios locales de tráfico a las 15:30 —una hora y media después—. Mientras, el presidente Emmanuel Macron reúne un gabinete de crisis para evitar que el caos se instale ante un eventual bloqueo de París.

Un convoy de decenas de tractores, convocados por la Coordinación Rural, han salido a primera hora de la mañana de la ciudad de Agen —entre Burdeos y Toulouse— en dirección de París al que se han ido sumando otros por el camino, con la intención de llegar la próxima noche al mercado de abastos de Rungis, en las afueras de la capital, impedir las entradas y salidas. 

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Pero el ministro de Interior, Gérald Darmanin, advirtió el domingo de que si por una parte las fuerzas del orden no van a impedir los bloqueos de vías en torno a París, mientras se respeten "los bienes y las personas", sí que intervendrán si los tractores tratan de entrar en París, bloquear París o los aeropuertos de la capital, Orly y Charles de Gaulle. Una unidad antidisturbios de la Gendarmería con varias tanquetas había tomado posiciones ya esta mañana en torno al mercado de abastos de Rungis, el más importante de Francia.

El Gobierno, consciente de la presión, ha anunciado la celebración de una reunión a partir de las 15:15 presidida por Macron para analizar la situación, con su primer ministro, Gabriel Attal, y los titulares de Agricultura, Marc Fesneau, Economía, Bruno Le Maire, Ecología, Christophe Béchu, e Interior, Gérald Darmanin. Attal, por otra parte, va a recibir al final de la tarde al presidente de la FNSEA, Arnaud Rousseau, según RTL.

El primer ministro anunció el pasado viernes una serie de medidas en favor de los agricultores, que los principales sindicatos consideran insuficientes y que les han llevado, después de una breve tregua durante el fin de semana, a aumentar la presión. Fesneau ha avanzado esta mañana que el Ejecutivo está preparando otras medidas que se anunciarán en 48 horas y que el presidente francés ha incluido en la agenda de la cumbre europea del próximo jueves la crisis de la agricultura.

Según el ministro, Macron pretende, en particular, obtener una nueva derogación a la obligación de dejar en barbecho un 4% de las tierras que se deriva de la Política Agraria Común (PAC), así como limitaciones a la entrada de productos ucranianos en la UE, que se autorizó como apoyo a Kiev por la invasión de Rusia.

Hasta el momento, el Ejecutivo francés se ha mostrado especialmente prudente a la hora de enviar efectivos policiales para disipar estas protestas, que ha juzgado pacíficas aunque se hayan bloqueado ya infraestructuras e incendiado algunos edificios públicos.

Bajo la presión de este anunciado "sitio" a París, el Gobierno ha secundado el argumento de los agricultores y acusado de "competencia desleal" a socios de la UE como España e Italia. "Vamos a seguir avanzando para luchar contra la competencia desleal. A nuestros agricultores se les imponen reglas [fitosanitarias] que a otros [países] no", criticó este domingo el primer ministro francés, Gabriel Attal.

El jefe de Gobierno mencionó que al menos 40% de las frutas y verduras se importan (sobre todo de España e Italia) por el freno productivo que supone para Francia ciertas reglas medioambientales adoptadas en su legislación y aseveró que propondrá a sus socios comunitarios "más medidas" para blindar la soberanía alimentaria francesa.

Las protestas francesas se suman a acciones similares en otros países europeos, como Alemania y Polonia, en vísperas de las elecciones al Parlamento Europeo de junio, en las que la extrema derecha, para la que los agricultores representan un electorado cada vez mayor, se perfila como ganadora.

Esta semana, los agricultores belgas también han expresado su descontento y han bloqueado carreteras en el sur de Bélgica y aparcaron tractores cerca del Parlamento Europeo en Bruselas. El lunes por la mañana, entre 30 y 40 tractores estaban aparcados en la carretera E19, al sur de la capital belga, y muchos de ellos habían pasado la noche durmiendo en sus cabinas.

El taxi francés se rebela

Los taxistas franceses añadieron este lunes más problemas a la circulación en muchas grandes ciudades a los derivados de los bloqueos de los agricultores con una serie de protestas por reivindicaciones propias en forma de las llamadas 'operaciones caracol'. Algunos accesos a París, pero también a Lyon, Marsella, Lille o Burdeos, se vieron afectados por la mañana por una ralentización del tráfico provocado por caravanas de taxistas que conducían a muy baja velocidad.

"Apoyo a los agricultores", se lee sobre la ventanilla de un taxi, este lunes en Niza. Efe

En los accesos a la capital, una de las 'operaciones caracol' se desarrolló en la autopista A13 que une París con Caen, en Normandía, a la altura de Orgeval desde antes de las 8:00, explicó el canal BFMTV. En Burdeos, la acción se llevó a cabo en la circunvalación convocada por el Sindicato de Taxis de la Metrópolis de Burdeos y de Gironde (STBMG). En Lyon, la prefectura —delegación del Gobierno— de la región informó de varias 'operaciones caracol' en la M6, en una porción del periférico norte y en la carretera D383. Durante todo el día se habían programado iniciativas del mismo tipo en Niza, Tolón, Cannes o Toulouse.

Los representantes de los taxistas tenían una reunión a primera hora de la tarde para abordar sus reivindicaciones en el Ministerio de Sanidad. La razón es que se quejan de las nuevas condiciones para el transporte de enfermos recogidas en la ley de financiación de la Seguridad Social, que entre otras cosas prevé los viajes agrupados de varios pacientes. Estas dificultades en la circulación en el entorno de grandes ciudades se produjeron en un día en que los agricultores han decidido volver a aumentar la presión al Gobierno después de un fin de semana en que se habían levantado buena parte de sus bloqueos.