La amenaza del retorno de Boris Johnson acentúa el desprestigio del Partido Conservador británico

Fue el editor político del The Times, Steven Swinford, quien informó de que el anterior jefe de Gobierno estaba pensando en presentarse a las primarias para liderar de nuevo a los conservadores y al Reino Unido. No tiene, sin embargo, mucho tiempo para reflexionar: la disputa para ver quién sustituirá a Truss ya ha comenzado y, previsiblemente, acabará como muy tarde el próximo viernes 28 de octubre. El Partido Conservador se ha visto obligado a designar un nuevo líder lo antes posible para evitar que los mercados y los ciudadanos se impacienten (aún más) y la oposición laborista presione para convocar unas elecciones generales. 

Por este motivo, en la actual disputa por el liderazgo habrá un máximo de tres candidatos y para pasar a la siguiente ronda de votación cada uno de ellos deberá contar con 100 apoyos de los 357 diputados tories. Eso significa que, si sólo uno obtiene las papeletas suficientes pasará a ser automáticamente el nuevo ocupante del número 10 de Downing Street. Eso sería el lunes a las dos de la tarde, cuando se acaba la primera votación, según ha avanzado Sir Graham Brady, presidente del Comité 1922, el órgano que reúne a los parlamentarios conservadores sin representación en el Gobierno. 

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson. Europa Press

Todavía no se sabe quiénes serán los tres aspirantes, pero el popular recién nombrado ministro de Finanzas, Jeremy Hunt y el polémico diputado Michael Gove se han tirado del barco. Entre los favoritos quedan Rishi Sunak, responsable de la caída de Johnson y principal competidor de Truss, y la actual líder de la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt. Ambos cuentan con un amplio apoyo de las bases, pero, al parecer, están lejos de ser tan populares como Johnson.

Según una encuesta reciente de YouGov realizada a los miembros del Partido Conservador, el ex primer ministro es la opción favorita del 32% de los tories, seguido de Sunak (23%), el ministro de Defensa, Ben Wallace (10%), y Mordaunt (9%).

Crisis de credibilidad

En 2019, Johnson ganó con una arrolladora mayoría las elecciones generales, lo que hizo que su mandato contase con el apoyo directo de los ciudadanos y a mediados de este año, sobrevivió a una moción de confianza. El problema es que sus compañeros de bancada acabaron por perder la fe en él. Su mandato estuvo marcado por el partygate, la ocultación del escándalo sexual de Chris Pincher, entonces subjefe de la formación tory y una crisis económica que ha ido de mal en peor. 

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En este sentido, aunque de puertas para dentro Boris Johnson sea bienvenido, de cara a la galería, su retorno podría dañar gravemente al Partido Conservador, que parece estar sumido en el caos y está teniendo dificultades para encontrar a un líder fiable capaz de ofrecer estabilidad. El brevísimo mandato de Truss, que apenas ha durado 44 días, ha abocado a la formación a una crisis de credibilidad tan profunda que, por primera vez en años, las encuestas otorgan al Partido Laborista de Keir Starmer una amplia ventaja frente a los conservadores.

Es por eso que muchos legisladores, según sostienen los medios británicos, se muestran reticentes a devolver las llaves de Downing Street a la persona a la que forzaron a dimitir hace apenas unos meses. Sobre todo porque los mercados financieros, que se han estabilizado un poco en los últimos días, tampoco están muy convencidos.

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Tal y como explica Laura Piedehierro en este periódico, los datos recogidos por la gestora Schroders, señalan a Rishi Sunak como el favorito de los mercados de apuestas para suceder a Truss, con el 47% de probabilidades. Su principal rival es Penny Mordaunt (27%), mientras que Boris Johnson queda relegado al tercer puesto (15%).

A pesar de eso, algunos de sus fieles aliados y varios de sus seguidores en Twitter han comenzado a pedir su regreso bajo el hashtag #BringBackBoris.