El Brexit interminable: la UE y Londres aplazan los pactos sobre Irlanda del Norte y Gibraltar
La Comisión y el Gobierno de Boris Johnson han fracasado en su propósito de cerrar todos los flecos pendientes este año.
17 diciembre, 2021 14:33Noticias relacionadas
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El Brexit se ha convertido en un culebrón interminable que acaba de renovarse para una nueva temporada. Tanto la UE como Reino Unido han admitido este viernes que han fracasado en su propósito de cerrar este año todas las tramas y problemas pendientes, en particular los que afectan a la frontera en Irlanda del Norte y en Gibraltar. No obstante, pese a las repetidas amenazas del Gobierno de Boris Johnson de saltarse unilateralmente todos los acuerdos -especialmente intensas durante la "guerra de las salchichas-, ninguna de las dos partes rompe la baraja. La negociación continuará en 2022.
Será ya la sexta temporada del Brexit. El referéndum de salida se celebró en junio de 2016. Después de tres años de conversaciones agónicas y varios intentos fallidos, los líderes europeos firmaron con Boris Johnson los papeles del divorcio en octubre de 2019. Reino Unido abandonó oficialmente la UE en febrero de 2020. A punto de concluir el periodo de transición, Bruselas y Londres firmaron la pasada Nochebuena un Acuerdo de Comercio y Cooperación que en teoría debería facilitar las relaciones futuras entre los dos bloques. Pero en la práctica, la aplicación de los pactos ha sido siempre problemática.
Por lo que se refiere a Gibraltar, Madrid y Londres encontraron hace un año una solución para derribar la Verja tras el Brexit. Pero pese a todos los meses transcurridos, ha sido imposible traducir este compromiso en un Tratado entre la UE y Reino Unido sobre el Peñón. “Seguiremos negociando durante el nuevo año y esperamos entrar en una fase decisiva tan pronto como sea posible. Compartimos con Reino Unido y España el objetivo de concluir un acuerdo a lo largo del primer trimestre”, ha dicho este viernes el vicepresidente de la Comisión y responsable de negociar, Maros Sefcovic.
En cuanto a la frontera irlandesa, el origen del problema está en el acuerdo de divorcio del Brexit firmado por el propio Johnson. Para proteger la paz en el Ulster y evitar una frontera que divida la isla, Bruselas y Londres pactaron un estatus especial para Irlanda del Norte, que sigue vinculada a las reglas del mercado interior la UE. Eso significa que, en la práctica, la frontera se ha desplazado al mar de Irlanda, con nuevos controles aduaneros a los productos que llegan a los puertos de Irlanda del Norte procedentes de la isla de Gran Bretaña.
La nueva frontera ha enfurecido en particular a los unionistas norirlandeses, que denuncian que ponen en peligro la integridad territorial del país. La respuesta del Gobierno británico ha venido siendo extender unilateralmente los periodos transitorios y retrasar la puesta en práctica de los controles. Durante todo este año, Johnson ha exigido a Bruselas renegociar el protocolo desde cero y acabar con la supervisión del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).
El Ejecutivo comunitario presentó en octubre una propuesta para flexibilizar el protocolo. Una iniciativa que según sus cálculos reduciría en un 80% los controles sanitarios y fitosanitarios a los productos procedentes de la isla de Gran Bretaña para ser consumidos en Irlanda del Norte. Además, Bruselas plantea crear un "carril rápido" que recortaría a la mitad el papeleo en aduanas. Este mismo viernes, la Comisión ha aprobado una propuesta legislativa cuyo objetivo es permitir que los medicamentos circulen desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte sin poner en riesgo el mercado único.
Pero nada de esto es suficiente para el Gobierno de Johnson. "En general, con la posible excepción de los medicamentos, no creo que las negociaciones estén todavía cerca de producir resultados que realmente puedan resolver los problemas que presenta el Protocolo. Las propuestas de la UE sólo cubren ciertas áreas y no harían lo suficiente para aliviar la carga a la que se enfrentan los habitantes de Irlanda del Norte; o para crear las condiciones para que las apoyen las dos comunidades", ha dicho el negociador británico, David Frost, tras la última ronda de diálogo del año 2021 celebrada este viernes.
"Es decepcionante que no haya sido posible llegar a un acuerdo global o a un acuerdo provisional que valga la pena este año. Es necesario encontrar una solución urgentemente a principios del próximo año. Mientras no haya una solución acordada, seguiremos dispuestos a utilizar el mecanismo de salvaguardia del artículo 16 si esa es la única forma de proteger la prosperidad y la estabilidad de Irlanda del Norte y su pueblo", concluye Frost. La activación del artículo 16 es el mecanismo que quiere usar Reino Unido para saltarse el pacto de divorcio.
Por su parte, Sefcovic ha insistido en que el protocolo tiene suficiente flexibilidad para resolver los problemas pendientes y ha lamentado la escasa disposición de Londres a negociar soluciones concretas en aspectos como la participación de los ciudadanos de Irlanda del Norte. La UE nunca aceptará renegociar otra vez el acuerdo de divorcio, ha insistido.
"La Comisión se compromete a continuar trabajando en soluciones permanentes con el fin de llegar a un entendimiento definitivo con el Reino Unido", asegura el vicepresidente. La próxima temporada del Brexit comenzará "a principios de enero".