Schinas, el vicepresidente de la Comisión "español disfrazado de griego", premio Otto de Habsburgo

Que Margaritis Schinás es "un español disfrazado de griego" ya se sabía, aunque nadie le había puesto esas palabras a una sensación que corre por todas las delegaciones españolas en las instituciones europeas. Quien lo dijo, en alto, ante un micrófono, y para algarabía de las más de 200 personalidades reunidas en la sede de la Real Gran Peña de Madrid, este lunes 29 de noviembre, fue Íñigo Méndez de Vigo. La cosa no tenía mérito, son amigos, excompañeros en Bruselas y habituales contertulios... cuando pueden.

El vicepresidente de la Comisión Europea soltó una carcajada, porque la laudatio que le estaba dedicando el exportavoz y exministro del Gobierno de Mariano Rajoy, fue de todo menos formal. Sí repasó toda su trayectoria antes de que le fuera entregado el galardón Otto de Habsburgo, con el que fue distinguido Schinás. Y por encima de todo, sus "esfuerzos por convertir la política europea en traslación de nuestros valores compartidos".

Aunque el discurso de Méndez de Vigo, a los postres de un almuerzo entre académicos, políticos de ayer y hoy, además de algún periodista, celebró la relación personal y la amistad profunda del político tesalonicense con nuestro país.

"Soy griego", se apresuró a corregirlo unos minutos más tarde, con un guiño. "Soy griego porque soy heleno, y soy heleno porque soy europeo". Su profesión de amor por la UE lo ha llevado en la Comisión Von der Leyen a ocupar la Vicepresidencia para la protección del estilo de vida europeo.

Antes, hace ya casi 30 años, ocupó un puesto en el gabinete de los comisarios españoles Abel Matutes -presente en la sala- y Marcelino Oreja. Más tarde, fue jefe de gabinete de Loyola de Palacio -cuya hermana, la exministra de Exteriores, Ana Palacio, también departió largamente con él en el cóctel previo-. Y finalmente, trabajó para el comisario Markos Kyprianú, antes de ser eurodiputado entre 2007 y 2009.

Su rostro se hizo conocido en toda la Unión a partir de 2014, cuando ejerció de portavoz principal de la Comisión presidida por Jean-Claude Juncker, hasta ahora el único presidente elegido por la mayoría victoriosa en las elecciones europeas. Y ése forma parte de sus compromisos, el de profundizar en la integración europea. "El impulso de la estabilidad, la paz y la democracia", remarcó, "son nuestros valores compartidos".

Historia del galardón

Fue Sofía, la nieta de Otto de Habsburgo, la encargada de entregar la placa al homenajeado. Nacido en 1912 como heredero del imperio austrohúngaro, lideró la casa más de ocho décadas y se comprometió por la unidad del continente ya desde antes de la II Guerra Mundial. Se vinculó con España muy pronto, publicó decenas de libros en nueve idiomas, impulsó la ampliación de la Unión Paneuropea a los países de "más allá del Telón de Acero" antes de la caída del Muro de Berlín, y fue eurodiputado durante 20 años por la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, de 1979 a 1999.

Hace ya un año que el jurado del Premio Otto Habsburgo, presidido por Florentino Portero Rodríguez, e integrado por Rafael Ripoll y otros miembros de la Junta Directiva del Comité Español por la Unión Paneuropea, eligió a Schinás como la persona que debía ser distinguida. La pandemia retrasó la celebración hasta este lunes, como destacó Carlos Uriarte Sánchez, secretario general de PanEuropa España.

El Premio Otto de Habsburgo viene otorgándose desde el año 2004, cuando todavía vivía el europeísta que le dio nombre. En su nómina de galardonados figuran personalidades comprometidas con el proceso de integración europeo y con fuertes vínculos con nuestro país como Marcelino Oreja Aguirre, Rosario Silva Lapuerta, José María Gil-Robles -expresidente del Parlamento Europeo y también presente-, Simeón de Bulgaria, Emilio Lamo de Espinosa, Nick Clegg, el propio Íñigo Méndez de Vigo o Eugenio Nasarre.

El comisario griego Schinás está casado con la española Mercedes Alvargonzález Figaredo, con la cual tiene dos hijos Stergios y Juan. PanEuropa España quiso resaltar el compromiso con la democracia, la libertad y el humanismo cristiano de un europeísta convencido, reconociendo su trayectoria de servicio a la construcción de la Europa Unida y a la protección del modo de vida europeo.

Tal como destacó Uriarte en su discurso, en estas circunstancias "muy difíciles, en las que la Unión Europea se ve obligada a tomar graves decisiones para hacer frente a un conjunto de retos de gran envergadura, el ejemplo de Schinás resulta tan encomiable como alentador".