Atentado en Niza: "Vi cuerpos volar como bolos"

"Era una noche cool. El ambiente era bueno, los fuegos artificiales más que buenos...". Un periodista del medio local Nice Matin, Damien Allemand, ha descrito en la plataforma periodística Medium que mientras se dirigía a su moto aparcada en la playa, cerca del lugar del ataque, oyó "un ruido, a lo lejos".

Un enorme camión blanco enfilaba a una velocidad loca a la gente dando volantazos para arrollar a un número máximo de personas

Primero pensó que a alguien le había salido mal el lanzamiento individual de fuegos artificiales. "Pero no, una fracción de segundo más tarde un enorme camión blanco enfilaba a una velocidad loca a la gente dando volantazos para arrollar a un número máximo de personas. Vi cuerpos volar como los bolos de la bolera a su paso".

Otra testigo del atentado en Niza en la noche del jueves llamada Auriane ha contado en France Bleu Azur  en una información recogida por Le Monde: "Oímos ruidos. Como había fuegos artificiales, no nos preocupamos. Fue después cuando entendimos lo que había pasado".

Se paró justo ante mi después de haber aplastado a muchas personas

"Se paró justo ante mi después de haber aplastado a muchas personas", ha contado Nader a la televisión BFMTV en un testimonio recogido por Le Parisien. Asegura que otro hombre y él "intentamos hablar con el conductor para que parara. Parecía nervioso. Había una niña bajo el vehículo. La aplastó". 

El conductor entonces sacó una pistola y comenzó a disparar contra la policía, según el testimonio de Nader, que coincide en este punto con la información facilitada por las autoridades. Fue entonces cuando mataron al terrorista, cuya identidad no se ha dado a conocer, a la espera de confirmar que se trata efectivamente de la persona cuyo documento identificativo encontraron en la cabina del camión.

"Lo que más me chocó fue ver a la gente filmando todo eso. Había un joven que grababa a un herido sobre el suelo, que parecía estar muriéndose", ha contado Marie, una agente de seguridad, a Le Parisien.

"La gente tropezaba, intentaba entrar en los hoteles, restaurantes, aparcamientos... en todas partes donde pudieran evitar estar en la calle", ha contado Emily Watkins, una australiana que estaba a unas decenas de metros del lugar del atropello masivo del camión.