La Inteligencia de Ucrania asegura haber matado este lunes al general Vilaty Gerasimov, el segundo alto funcionario del ejército de Vladimir Putin que logra neutralizar en apenas una semana, éste condecorado por su papel en la toma de Crimea en 2014. Gerasimov, que participó en las guerras de Chechenia y Siria, habría caído en plena ofensiva contra la ciudad de Járkov. Rusia no ha confirmado la baja.
La semana pasada, la resistencia se felicitó por la heroicidad de uno de sus francotiradores, que acabó con Andréi Sujovetski, mayor-general del ejército ruso. Cuentan que fue abatido de un único disparo desde 1.500 metros, agrandandando la leyenda de los tiradores de precisión ucranianos.
El Ministerio de Defensa informa también de la muerte de "varios altos oficiales del ejército ruso". Según esta fuente, el enemigo está teniendo problemas "significativos" con la comunicación y "con la evacuación de sus unidades rotas".
El avance ruso "se ralentiza"
Rusia sigue bombardeando ciudades y hasta minando el camino de los civiles que huyen, con Kiev y Odesa como objetivos más inmediatos, pero Ucrania sigue mostrándose ante la opinión pública, con su presidente, Volodimir Zelenski, a la cabeza, como un país que no se rinde y pelea.
Además de exhibir 'pequeñas' victorias, como la muerte de estos generales, la captura de pilotos o el derribo de helicópteros rusos, Zelenski lanza mensajes en distintas direcciones para que nadie baje la guardia: ni la población, ni el ejército, ni sus aliados ni tampoco Putin, al que retó a un cara a cara que quedó sin respuesta.
Este martes, el presidente difundió un vídeo desde su despacho para reiterar que se quedará en Kiev hasta "ganar la guerra", ajeno al peligro que corre en primer término su propia vida y la de su familia.
Su ministerio de Defensa sostiene en una nota emitida en las últimas horas que el avance de las tropas rusas "se ha ralentizado significativamente", que Ucrania está logrando contrarrestar a los hombres y el armamento de Putin.