La orden de Vladimir Putin de invadir Ucrania no ha sido lo único que ha pillado por sorpresa a la comunidad internacional. La capacidad de liderazgo que ha mostrado el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y la forma en la que se ha erigido como el principal símbolo de la resistencia ucraniana, rechazando abandonar Kiev y apelando al apoyo internacional a su país, ha cogido por sorpresa al mundo y a la propia Rusia.
Pocos previeron que este actor de televisión, que dio el salto a la politica cuando se presentó a las elecciones de 2019, se convertiría en un hábil diplomático y un sólido comandante en jefe para sus tropas, capaz de lanzar mensajes directos y emotivos a través de las redes sociales que movilizan a soldados y civiles para plantar cara a Rusia y presionan a grandes superpotencias como Estados Unidos y la Unión Europea para que impongan sanciones de una dureza no contemplada hasta la fecha contra Moscú.
Y todo lo ha conseguido mediante apelaciones cercanas y con pocos artificios, en vídeos elaborados con pocos medios dirigidos al público general o con alegatos a través de videollamadas o convesaciones telefónicas con mandatarios internacionales.
Su éxito entre el gran público, tanto en Ucrania como fuera de sus fronteras, ha quedado patente en varias ocasiones, la última de ellas este viernes cuando fue aplaudido por miles de personas que se manifestaban en varias capitales europeas como Praga o Tiflis al conectarse en directo por videollamada para dirigir unas palabras a los asistentes.
Esta cercanía constrasta con la frialdad y distancia que el presidente ruso, Vladimir Putin, muestra en sus apariciones públicas, algo que también ha utilizado Zelenski en contra de su homólogo. En una rueda de prensa ante varios medios internacionales en un lugar desconocido de Kiev, el ucraniano aseguró este jueves que debía hablar cara a cara con Putin "porque no hay otro modo de acabar con esta guerra", pero le pidió: "Soy tu vecino, no me pongas en una mesa a 30 metros".
De esta manera, Zelenski ponía en contraste su figura cercana con la de Putin, que recientemente ha llamado la atención por la distancia que ha mantenido con quienes acudían a las reuniones en las que él participaba, como fue el caso de la visita al Kremlin que el presidente francés, Emmanuel Macron, realizó a mediados de febrero y en la que se sentó al final de una gran mesa para mantener una distancia de seguridad con Putin y así evitar el peligro de un contagio de la Covid-19.
La imagen se repitió de nuevo cuando Putin se reunión en esas fechas con su propio ministro de Defensa, Sergei Shoigu, en el Kremlin y también se había podido apreciar anteriormente cuando recibió en Moscú al presidente húngaro, Viktor Orban, a principios del mes pasado.
Zelenski ha demostrado que sabe utilizar estas anécdotas del ruso para ponerle en evidencia. "No muerdo. ¿Qué teme? Siéntate conmigo y hablemos", le ha instado.
También ha probado que sabe cómo apelar al pueblo ruso pese a la propaganda del Kremlin. "Marchaos a casa, decid a vuestros comandantes que queréis vivir y no morir", afirmó en uno de sus discursos grabados apelando a los soldados rusos y en un intento de demostrar que el problema no es el pueblo ruso, sino su líder.
Putin ha acusado al Gobierno de Zelenski de "neonazi" y de estar basado en la "rusofobia". De esta manera, ha justificado la invasión argumentando que Rusia quieren "liberar" al pueblo ucraniano para acabar con el "genocidio" contra las poblaciones rusófonas. Sin embargo, Zelenski lleva intentando desde que comenzó la guerra desacreditar el discurso del presidente ruso con gestos a su población.
En sus vídeos hay constantes referencias a los soldados rusos, dejando claro que Ucrania sólo se defiende de su ataque y que está en su interés también que regresen a casa. "Son chicos de 18 a 20 años, son casi niños", ha afirmado. Además, las Fuerzas Armadas ucranianas han abierto una línea telefónica para que familiares rusos puedan llamar para informarse de la situación de los suyos, si han fallecido, han sido heridos o capturados, ante el silencio del Kremlin.
El efecto Zelenski en la UE
Su carisma también ha hecho mella en los líderes mundiales. Desde que se desató esta guerra hace casi dos semanas, la Unión Europea ha tomado una serie de medidas contundentes por primera vez en su historia y Zelenski ha tendido un papel fundamental para conseguir esta respuesta.
El momento clave para que saliese adelante la potente respuesta de la UE a las acciones de Rusia se produjo en la reunión del Consejo Europeo que se convocó de urgencia tras el inicio de la ofensiva rusa, tras el que se aprobó por primera vez el envío de armas a un tercer país en conflicto, la desconexión de varios bancos rusos del sistema SWIFT y la congelación de los fondos del banco central ruso.
En aquel encuentro, Zelenski se conectó por videoconferencia vistiendo la ropa de corte militar con la que es habitual verlo desde que comenzó la ofensiva rusa e instó a los mandatarios europeos a aprobar las medidas más duras posibles. El ucraniano acabó la llamada advirtiendo de que esa podría ser al última vez que lo vieran con vida, algo que dejo sin palabras a los presentes, según ha informado Reuters.
Desde la comodidad de la sede de la UE en Bruselas, los líderes europeos "se quedaron sin palabras, algunos con lágrimas en sus ojos", según explicó una fuente a la agencia, tras escuchar a un Zelenski que se había conectado desde lo que parecía un búnker en Kiev.
Esta es sólo una de las múltiples llamadas que el presidente ucraniano está manteniendo constantemente con mandatarios de todo el mundo y de las que informa puntualmente en su cuenta oficial de Twitter, una señal más de las que Kiev está mandando para demostrar que Rusia se está quedando aislada.
Objetivo número uno
Rusia también parece haber entendido el poder del relato de Zelenski. El propio presidente ucraniano aseguró el días después de que estallara la guerra que Moscú le considera "el objetivo número uno". Pese a ello, no dudo horas después en salir a la calle para grabarse a sí mismo en Kiev y desmentir los bulos que corrían por las redes asegurando que había huido, algo que de nuevo tuvo que hacer este viernes con otra grabación publicada en Instagram desde su oficina.
También parece haber evitado hasta tres intentos de asesinato desde el inicio de la guerra, llevados a cabo por dos grupos diferentes enviados por Moscú, según ha publicado el diario británico The Times. De acuerdo con la información de este periódico, uno de ellos estaba formado por miembros del grupo Wagner, mercenarios bajo la batuta de Putin, y el otro lo componían fuerzas especiales chechenas.
Precisamente el peligro que corre su vida y su negativa a abandonar la capital de su país lo ha convertido en el símbolo de la resistencia ucraniana y ha disparado su popularidad. La embajada de Ucrania en Londres aseguró al comienzo de la ofensiva que, cuando comenzaron los ataques de Rusia, Estados Unidos ofreció a Zelenski sacarlo del país ante el peligro que corría, pero la respuesta del presidente ucraniano fue: "necesito munición, no un viaje".
Esta respuesta es un ejemplo más de la fortaleza del relato de Zelenski, frente a los infructuosos intentos de Putin de desacreditarlo. Además, las grandilocuentes acusaciones del presidente ruso contra el Gobierno de Zelenski, como que esta lleno de "drogadictos y neonazis", contrastan con los sutiles gestos de cercanía del presidente ucraniano, como cuando esta semana convocó una rueda de prensa con medios internacionales y lo primero que hizo al llegar fue ignorar el atril y sentarse en una silla para estar a la altura de los periodistas, que se encontraban unos escalones más abajo.
Zona de exclusión aérea
La nueva apuesta de Zelenski es conseguir presionar a la OTAN y a sus aliados para conseguir que se decrete una zona de exclusión aérea sobre Ucrania y así evitar que la aviación rusa ataque objetivos en el país. Sin embargo, por ahora, los intentos han sido infructuosos.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la alianza atlántica descartaron este viernes en una reunión en Bruselas decretar esta medida por la posibilidad de que suponga una escalada del conflicto. Tras el encuentro, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo este viernes que la medida quedaba descartada puesto que el bloque no quiere "una guerra con Rusia".
"La OTAN es una alianza defensiva. Nuestra tarea central es mantener seguros a nuestros 30 Estados miembros. No somos parte de este conflicto y tenemos la responsabilidad de garantizar que no escale y se extienda más allá de Ucrania", agregó.
De hecho, el propio Vladirmir Putin aseguró este sábado que Rusia consideraría una zona de exclusión como el equivalente a una "declaración de guerra".
Por su parte, Zelenski ha aumentado la presión acusando a Rusia de "terrorismo nuclear" y de "querer repetir Chernóbil" después de que el ejército ruso atacara el jueves por la noche la central nuclear de Zaporiya y provocara un incendio con los proyectiles lanzados.
Pese a que el incidente no ha tenido mayores consecuencias, Zelenski aseguró en video publicado poco después del ataque que "Europa debe despertarse ya" y pidió que "no dejen que Europa muera por un desastre en una planta de energía nuclear".
Por el momento, los aliados occidentales de Ucrania no han dado su brazo a torcer, pero Zelenski seguirá insistiendo.