Vladímir Putin escenifica su buena voluntad. Se sienta a la mesa de negociaciones y acuerda la creación de los corredores humanitarios para evacuar civiles para demostrarlo. Sin embargo, en el terreno, a cada intento de sacar a los civiles de las zonas violentas, las fuerzas ucranianas se encuentran con el bombardeo indiscriminado y la violación del alto el fuego. Hasta ahora, todas las evacuaciones de ciudadanos se han tenido que abortar por falta de seguridad.
La última de estas imágenes se produjo en Irpin, a las afueras de Kiev. Cientos de civiles estaban esperando cerca del puente de Irpin para poder escapar de la capital con la ayuda de una docena de soldados rusos, cuando el bombardeo empezó. Los civiles quedaron atrapados en mitad del recorrido y familias enteras han terminado asesinadas por las fuerzas rusas. Ante la agresión, las fuerzas ucranianas suspendieron la evacuación de civiles en todos los puntos acordados para hacerlo por falta de seguridad.
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Pero Putin sigue escenificando su buena voluntad y, este lunes por la mañana, anunciaba la creación de nuevos corredores humanitarios en las ciudades de Kiev, Mariúpol, Járkov y Sumi. "Ante la catastrófica situación humanitaria y su fuerte agravamiento en las ciudades de Kiev, Járkov, Sumi y Mariúpol, las Fuerzas Armadas con fines humanitarios a partir de las 10.00 horas (07.00 GMT) del 7 de marzo de 2022 anuncian un 'régimen de silencio' y abren corredores humanitarios", decía el comunicado de las fuerzas armadas, publicado por las agencias rusas esta mañana.
Sin embargo, esos corredores humanitarios tendrían como destino ciudades de Rusia y Bielorrusia. De esta forma, el corredor abierto desde Kiev pasaría por las ciudades de Gostomel, hasta Chernóbil y la localidad bielorrusa de Gden, y llegaría a Gomel, también en Bielorrusia, para la posterior entrega de los desplazados por vía aérea a la Federación Rusa.
Desde Mariúpol la salida se realizaría por dos vías: la primera desde Mariúpol hasta Rostov del Don, ya en Rusia, para luego por transporte aéreo, ferroviario y por carretera seguir a destinos seleccionados o puntos de alojamiento temporal. La segunda iría desde Mariúpol hasta Mangush, en la cuenca del Donetsk.
La ruta de Járkov llegaría hasta Belgorod, ya en la Federación Rusa, hasta llegar a los refugiados por transporte aéreo, ferroviario y por carretera a destinos seleccionados o puntos de alojamiento temporal; mientras que desde Sumi saldrían dos rutas: la primera hasta Belgorod (Rusia) y la segunda hasta la localidad ucraniana de Poltava.
Ante este plan de evacuación, en el que los refugiados ucranianos terminarían por acabar directamente en manos de Rusia, con todas las reservas sobre su seguridad y bienestar que eso genera, Kiev lo ha rechazado. "Ahora los rusos dicen que pueden abrir los corredores, pero quieren que los civiles se vayan al territorio ruso, lo cual es absurdo, cínico e inaceptable", dijo la vice primera ministra y ministra para la Reintegración de los Territorios Temporalmente Ocupados, Iryna Vereshchuk.
"Tenemos que dejar que los civiles, tanto ucranianos como extranjeros, abandonen las zonas calientes", añadió, insistiendo a los ciudadanos a solo creerse información oficial de las autoridades ucranianas. "Solo esos pueden ser la base verdadera y legítima de los corredores humanitarios en el territorio ucraniano", indicó.
Las denuncias de violación de la seguridad de os corredores establecidos no vienen sólo de las autoridades ucranianas. Dominik Stillhart, director del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), ha denunciado este lunes, en declaraciones a la BBC que los propios miembros del CICR acordaron una ruta para salir de la ciudad el domingo pero se toparon con que "la ruta que se les había indicado en realidad estaba minada".
Zelenski jura venganza
Este domingo por la noche, en un vídeo, el presidente Volodimir Zelenski, juraba vengarse de las fuerzas rusas por el bombardeo indiscriminado de civiles en Irpin. "Estaban tratando de salir de la ciudad. Escapar. Toda la familia. ¿Cuántas de esas familias han muerto en Ucrania? No perdonaremos. No olvidaremos. Castigaremos a todos los que cometieron atrocidades en esta guerra", ha dicho el presidente.
Además, quiso dejar un mensaje a las fuerzas rusas detrás del ataque, en la ciudad de Irpin en el borde occidental de la capita: "No habrá un solo lugar tranquilo en esta tierra para vosotros. Excepto la tumba".
El presidente de Ucrania centraba también su mirada en los países europeos a quienes hizo un llamamiento de nuevo al establecimiento de una zona de exclusión aérea. "He visto como ocho misiles destruían la pacífica ciudad de Vinnytsia que nunca fue una amenaza para Rusia. Un ataque brutal y cínico que destruyó el aeropuerto por completo. Siguen la destrucción de nuestras infraestructuras, de nuestra vida construida por nosotros, nuestros abuelos, generaciones de ucranianos", ha dicho Zelenski.
"Hago de nuevo el llamamiento: cerrad el cielo de Ucrania. Cerradlo a todos los misiles rusos. Haced una zona humanitaria sin bombas ni misiles. Somos personas y ésta es vuestra obligación humanitaria: protegernos. Si no lo hacéis, si al menos no nos dais aviones para que podamos defendernos nosotros, sólo puede haber una conclusión: vosotros también queréis que nos asesinen poco a poco. Esto también es vuestra responsabilidad", zanjó.