Personas que observan los edificios derruidos después del terremoto en  Amatrice.

Personas que observan los edificios derruidos después del terremoto en Amatrice. Stefano Rellandini Reuters

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El terremoto de Italia deja 291 muertos y llena el centro de pueblos que ya no existen

Un seísmo de magnitud 6,2 deja una plétora de pueblos fantasma en el centro de Italia. Algunos han logrado salir con vida de una tumba de escombros gracias a los equipos de rescate. Otros muchos continúan desaparecidos. 

24 agosto, 2016 07:19

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La localidad italiana de Amatrice no es la misma que hace apenas horas. Buena parte de la fachada de su orgullosa iglesia de Sant’Agostino yace ahora, derrotada, en el suelo. Su calle principal parece un amasijo de escombros. De hecho, la mitad del pueblo ya ni siquiera 'es', según su alcalde, Sergio Pirozzi. “Medio pueblo ha desaparecido”, afirmó en la mañana del miércoles, después de que un seísmo de 6,2 en la escala de Richter azotara la región y se dejase sentir desde Bolonia a Nápoles. “Se han hundido edificios, esto es un verdadero drama, estoy en medio de un pueblo que ya no está (…) Se oyen voces que salen de los escombros”.

Muchos han perdido la vida en Amatrice, en el interior montañoso de Italia y más aún se han quedado sin hogar después de que sus casas implosionaran. Allí, los equipos de rescate han trabajado sin descanso para desenterrar a gente de entre las ruinas. El miércoles se evacuó a los pacientes del hospital local, después de que el temblor dañara la estructura del edificio. Las imágenes del pueblo tomadas desde el aire por un dron muestran un mar de destrucción interrumpido por algunos pocos edificios que han resistido las sacudidas, entre ellos la torre del reloj, cuyas agujas se quedaron congeladas en el momento en que comenzó a vibrar la tierra.

Vista aérea de Amatrice tras el terremoto

“Lo único que sé es que la tierra se movía, pero no tengo muy claro cómo salí de casa”, contó Simona, una vecina de Amatrice, a EL ESPAÑOL. Ella y su marido residían desde hace años en la hasta hace poco idílica localidad y ahora se ven sin nada. La desorientación y los nervios la asolaban cuando habló con este diario. “¿Dónde está mi casa?", se preguntaba.

Pero Amatrice no es la única localidad prácticamente borrada de la superficie por el seísmo. Poblaciones en las regiones de Umbria, Lazio y Le Marche han visto cómo los temblores se llevaban todo por delante. Y la frase “el pueblo ya no está” ha sido repetida con pesar por sus alcaldes. En total, al menos 291 personas han perdido la vida por el terremoto, según el recuento dado a conocer el sábado. 

El pequeño Pescara del Tronto se encuentra entre los lugares más afectados. “El pueblo ya no existe, casi todas las casas de Pescara del Tronto se han derrumbado”, señaló el alcalde. “No hemos parado de escavar en todo el día”, contó a Reuters Marcelo di Marco, un voluntario que se desplazó 100 kilómetros para ayudar en las labores de rescate en Pescara.

En Arquata, una abuela salvó la vida a sus dos nietos al esconderlos consigo debajo de la cama tan pronto como sintió el seísmo. El diario La Stampa recogió su historia. Los hermanos estaban en casa de su abuela Vitaliana mientras su padre trabajaba en Roma. Los tres fueron sacados con vida por los servicios de rescate. “Empezamos a gritar el nombre de los niños. Y respondieron. No os podéis imaginar lo que sentimos”, narraba Riccardo, un familiar.

El alcalde de Accumoli contó a la agencia Ansa que las viviendas de la localidad no podían albergar a sus residentes y que, por lo tanto, habría que acampar. Unas 1.200 personas en Italia pasaron la noche del miércoles al jueves en tiendas y refugios habilitados a raíz del terremoto.

En Accumoli los vecinos y los servicios de emergencia lograron rescatar con vida a personas atrapadas bajo los escombros. “¿Consigues respirar”, se escucha decir a un hombre en un vídeo difundido por el Cuerpo Forestal. “Sólo un poco", responde la persona atrapada. Su interlocutor le pide, calmado, que mantenga la calma y le asegura que los bomberos están al caer. 

No todos los sepultados han sobrevivido. Entre los fallecidos allí se encuentra una familia completa: madre, padre y dos hijos. Y a apenas diez kilómetros de esta localidad, una española de 27 años ha perdido la vida, según han confirmado fuentes diplomáticas de Exteriores.

“No dejaremos a nadie solo, a ninguna familia”

En un discurso retransmitido en televisión, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, aseguró que el objetivo fundamental es rescatar a los que quedaron enterrados bajo el polvo. "Debemos estar preparados para la emergencia de las próximas horas, días y semanas", dijo el premier. "En tiempos difíciles, Italia sabe qué hacer". Renzi dio las gracias a todos los italianos que colaboran con las tareas de rescate y prometió que "no dejaremos a nadie solo, a ninguna familia".

"Es un momento de dolor y de apelo a la responsabilidad común", afirmó el presidente de Italia, Sergio Mattarella, en un comunicado divulgado en redes sociales. "Todo el país debe unirse en solidaridad con la población afectada".

Por su parte, el papa Francisco canceló un discurso que tenía previsto para rezar por las víctimas del seísmo. "No puedo dejar de expresar mi profundo dolor y mi cercanía a toda la gente que se encuentra en las zonas afectadas por el seísmo y a toda la gente que ha perdido a sus seres queridos", aseguró. El Vaticano envió un equipo de emergencia a Amatrice para ayudar con las tareas de rescate.

"Comparable" a la catástrofe de L'Aquila

Italia no sufría un terremoto así desde el seísmo de L'Aquila en 2009. El director de la agencia de Protección Civil italiana, Fabrizio Curcio, comparó la tragedia de este miércoles con el anterior seísmo, el cual tuvo una magnitud de 6,3 y dejó más de 300 muertos. Pero es probable que las cifras del seísmo de este miércoles, que ha originado cientos de réplicas, aumenten.

Los terremotos son una catástrofe que se repite con frecuencia en Italia. En los últimos 20 años, ha habido casi una decena de episodios que se han cobrado más de 600 vidas.