Uno de los ejercicios que más recomiendan los expertos es salir a caminar. No solo es sencillo, ya que estamos constantemente realizándolo sin darnos cuenta y es apto para cualquier edad y nivel, sino que todos ellos coinciden en que con tan solo 30 minutos al día es suficiente para que nuestro organismo obtenga esas mejoras asociadas a esta práctica.
Lo cierto es que caminar es uno de los ejercicios más infravalorados, quizás por su simpleza o porque todas las máquinas actuales le han quitado el puesto. Al final, tal y como pasa con los remedios caseros y su eficacia de cara a cuidarnos, los deportes tradicionales pueden llegar a ser igual de eficaces que todos los avances de hoy en día si se hacen correctamente.
A pesar de que sea tan simple, no todo el mundo conoce algunos de los trucos para triplicar sus efectos. Los expertos en Harvard desvelaron algunos de ellos, como agregar peso o variar la velocidad, pero ahora también, el propio ejercicio ha evolucionado para ofrecer sus mejores variantes, con el fin de encontrar mejores resultados en algo que llevamos haciendo toda la vida.
Desde la caminata del gorila hasta la marcha afgana, no existe una única manera de caminar cuando hablamos de hacer ejercicio. Las diferentes técnicas buscan ofrecer los mismos o mejores resultados que el deporte tradicional, pero con innovaciones o, como es el caso de la caminata hidroeléctrica, por rutas y senderos específicos que suponen diferentes beneficios para la salud que hasta ahora desconocíamos.
Sin irnos más lejos, la caminata hidroeléctrica o hidrocaminata es, simplemente, realizar nuestro camino por zonas con agua. Mientras que el ejercicio en su interior, como piscinas, ha sido destacado durante años gracias a su eficacia, esta nueva técnica se realiza en lugares poco profundos como ríos o arroyos, donde andar supone un mayor esfuerzo.
Los beneficios de la caminata hidroeléctrica
La caminata hidroeléctrica ha ganado popularidad alrededor del mundo gracias a sus beneficios y su efectividad para mejorar la fuerza y el equilibrio. Además, al realizarse en zonas con agua, por senderos y zonas naturales, constituyen un ejercicio que también nos hace conectar con la naturaleza y desconectar de la rutina y todo lo que ella provoca.
El agua es mucho más densa que el aire, por lo que hacer ejercicio sobre ella requerirá más esfuerzo que cualquier otro. Esta resistencia adicional nos permite desafiar y fortalecer nuestros músculos de maneras que, posiblemente, no podamos hacerlo con otras rutinas o ejercicios. Además, este trabajo favorece la pérdida de peso, ya que quemamos más calorías y fortaleces los músculos, especialmente los de las piernas, glúteos y abdominales.
Caminar sobre el agua es un ejercicio cardiovascular de bajo impacto. Esto significa que es más suave para los huesos y las articulaciones, lo que lo convierte en una opción de ejercicio más segura para las personas que padecen afecciones como artritis, osteoporosis o fibromialgia.
El agua proporciona una superficie inestable, por lo que obliga a nuestro cuerpo a trabajar más para mantener el equilibrio y estabilizarse. Al hacer ejercicio sobre zonas complicadas y, además, esforzarnos más, estamos mejorando nuestro equilibrio y coordinación. No solo eso, sino que estamos a su vez aumentando el flujo sanguíneo y la oxigenación de los tejidos, por lo que previene posibles enfermedades y favorece la circulación de nuestras piernas.
Además, la caminata hidroeléctrica tiene beneficios para nuestra salud mental. A nivel psicológico o, incluso, emocional, tal y como pasa con otras técnicas que implican estar en plena naturaleza. El paisaje, el aire y el entorno favorecen una sensación de paz, serenidad y bienestar que no producen otros lugares como la ciudad.
Si queremos aumentar la intensidad de caminar sobre el agua, podemos otorgarle a la parte superior de nuestro cuerpo un entrenamiento más desafiante, usando pesas para las muñecas, mancuernas de espuma o guantes de resistencia. Si la zona por la que estamos haciendo el ejercicio es segura, también podemos intercalar la velocidad o aumentar la intensidad. Sin embargo, lo primordial de este deporte es contar con el equipamiento adecuado. En estas zonas es muy fácil hacernos daño, resbalarnos o caernos, por lo que es muy importante usar calzado antideslizante y apto para el contacto con el agua.