Karina, en su vuelta a los escenarios: "Cumples años y ya no existes. Lo peor para una artista es que la ignoren"
La cantante protagoniza una obra biográfica en el teatro Bellas Artes de Madrid hasta el 26 de febrero. Magas habla con ella de su regreso y su carrera.
2 febrero, 2024 09:57Su cara aniñada de siempre y esa voz dulce tan característica nos recibe en las puertas del teatro Bellas Artes de Madrid, que acoge su aplaudida y esperada vuelta a los escenarios. Que nadie se equivoque, porque detrás de esa imagen naíf y edulcorada de Karina se esconde una mujer luchadora, que ha sido y es un icono y que a sus 78 años recién cumplidos no está dispuesta a que nadie la arrincone.
[Las ganas de Karina de ir al Benidorm Fest, un canto de amor hacia el Festival de Eurovisión]
Todo el mundo la conoce, pero quizá nadie la conozca en realidad. Por eso ha decidido contar ella misma su historia en la obra biográfica Yo soy Karina, que estará en cartel hasta el 26 de febrero y en la que María Isabel Llaudes Santiago (su verdadero nombre) se desnuda en cuerpo y alma. Secretos, vivencias, risas, música... ¡Karina más Karina que nunca! Sentadas en las butacas rojas del teatro, charlamos con la artista de su pasado, su presente y su futuro.
Karina, vuelve a los escenarios, ¿por qué ahora y por qué con esta obra biográfica?
Pues primero porque una tiene ya sus años y además veo que ya van faltando muchos compañeros y pensé, ¿por qué no? Hay una especie de confusión en torno a los artistas, donde no se ve a la persona realmente tal y como es y se la idealiza o se forma una opinión que quizá no tiene que ver con la realidad. Eso no es bueno, a las personas hay que quererlas con sus defectos y sus virtudes. En Yo soy Karina cuento mi vida, me muestro tal y como soy. Me encuentro en un momento dulce, bonito y maduro, madurísimo.
Y lo hace con el actor Carlos Manuel Díaz, su exmarido y padre de su hija mayor.
Sí, fue con él con quien hablé del proyecto y me parecía la persona ideal porque me conoce muy bien. Quizá con otro, aunque fuera muy buen actor también, no hubiéramos conectado igual en el escenario; con Carlos sí. Aparte de haber estado casados y tener una hija en común y nietos, nunca hemos perdido la conexión, la amistad... El teatro nos unió, la vida nos separó y ahora el teatro nos vuelve a unir de cierta manera.
¿Qué van a descubrir de Karina las personas que vayan al teatro?
Bueno yo no quiero convencer a nadie de nada. Quien tenga una idea mía la va a tener y chimpún, pero sí quiero dejar encima del escenario mi verdad, lo que yo he vivido que a veces no tiene nada que ver con lo que la gente piensa. Yo cuando empecé tenía a mi familia en contra, sobre todo a mi padre, que no quería que su hija fuera artista bajo ningún concepto. Aunque se ha dicho muchas veces, nunca busqué ser cantante, yo cuando era pequeña quería ser azafata de vuelo porque, como buena Sagitario, me gusta mucho viajar. Al final la música me pudo porque estaba muy presente en mi casa. Empezó siendo una afición y se convirtió en mi profesión, una profesión que hoy no la cambio por nada.
Pero es una profesión dura y usted la ha vivido con subidas y duras bajadas...
Empecé muy joven y tuve la gran fortuna de tener un equipo de gente muy bueno a mi alrededor. Estuve quince años grabando mucho y vendiendo muchos discos tanto en España como en México; fueron momentos muy dulces. Pero cuando cambió la directiva de mi casa discográfica, de pronto no me renovaron el contrato y entonces llegó de golpe lo malo. Es como si te tiran de un avión y el paracaídas no se abre y ves que te vas a matar y dices: "Dios mío, o hay un árbol o esto se abre a última hora o a ver qué pasa". Yo pedí explicaciones porque era finales de los 70, ya estábamos casi al principio de la movida madrileña y yo quería seguir grabando. Pero no me lo permitieron.
Y ahí empieza un golpe de realidad.
Totalmente. Entonces empecé a saber lo que era buscar trabajo con casi 30 años y también empecé a conocer los riesgos a los que te exponías y a enfrentarme a que te digan: "Si quieres un trabajo, déjame que te toque las tetas. Déjame porque veo que vas sin sujetador". No me atrevía de decírselo a nadie y solo se lo comenté a mi madre. Ella me dijo: "A ver si has hecho algo que no le ha gustado a ese señor". Fïjate que mi madre era una luchadora, luchaba como una leona por sus hijos, su familia, su casa y aún así me dijo eso. Eso me dolió. Era un productor que en su día me había propuesto hacer una película y fui a hablar con él. No acepté y me fui. En aquella época a las mujeres no se nos creía, era una época dura.
¿Ve una buena evolución en ese sentido?
Yo creo que sí, que ha habido una evolución y una lucha importante, pero queda aún por hacer. Deberíamos tener mucho más respeto por los seres humanos en general. Hay cosas que no se deben permitir, ni siquiera bromas que todavía se nos hace.
¿La edad es también un motivo de discriminación para las artistas? Algo que no sucede con actores y cantantes.
Totalmente, es una discriminación, cumples años y parece que ya no existes. Por eso me da mucha pena ver mujeres que empiezan a hacerse barbaridades estéticas. A las cantantes nos pasa un poco como a las deportistas que, pasada una edad, ya no cuentan contigo. Si la garganta puede, tú puedes. Lo peor que le puede pasar a una artista es que la ignoren, porque la ignorancia hace que no existas, que seas invisible.
Pero usted se ha reinventado en redes sociales.
Sí, durante la pandemia empecé a hacer contenido en Instagram y dije: "Estoy aquí y tengo fuerza". Quiero animar a la gente de mi edad. A través de las redes, la gente joven se ha preocupado por saber quién era Karina y qué había hecho. Me ha parecido un regalo y, aunque yo no entiendo mucho, mi hija Azahara me ayuda, es mi community manager.
También ha pasado por 'realitys' televisivos. ¿Otra manera de darse o conocer o una necesidad económica?
Yo fui a GH Vip como un trabajo más porque te ganas un dinerito. Pero, además, tenía un motivo: ayudar a mi nieta, que está enferma y necesita cuidados y medicación. Entonces dije: "Me meto ahí y hago mi trabajo hasta donde pueda". El dinero mejor empleado es en la salud.
¿Ha pasado por momentos muy difíciles a nivel económico?
Sí y fue el motivo por el que seguí el consejo de algunas personas de vender mi vida, mis historias. No lo supe gestionar y metí la pata, lo reconozco. Pero cuando te viene la letra de la casa o de la luz y no puedes pagarla... Este trabajo es muy difícil, tiene muchos altos y bajos. Pero tengo ganas de seguir luchando y peleando hasta que mi edad me lo permita.
¿Cómo ve el futuro Karina? ¿Con qué sueña?
Cumpliendo años lo mejor que pueda. Tendré que ir dejando mi profesión, aunque para mí un ejemplo a seguir es la actriz Lola Herrera. Si a mí esta tarde, mañana o dentro de un tiempo (que no sea muy tarde) me llama una discográfica y me dice propone hacer un tema con un cantante moderno o una cantante moderna sería el mejor regalo que me podrían dar. Ese sí que sería un renacer como el ave fénix. Y quedarme ahí, no caerme del avión. Sería un regalo maravilloso.