Izaskun Bernal, ingeniera emocional: "El miedo y la rabia pueden ayudar a resolver situaciones"

"Yo siempre digo que sí ha habido alguna constante en mi vida, han sido los cambios. Creo que es el reflejo de lo que es la vida. La vida es continuo cambio". Así comienza la conversación con la consultora, coach y formadora Izaskun Bernal, que nos coge el teléfono desde Bruselas. 

Bernal es experta en change management, liderazgo participativo e ingeniería emocional. Acompaña a personas y organizaciones en sus procesos de cambio y busca con su trabajo contribuir al bienestar corporativo. 

Uno de sus últimos proyectos fue con un equipo de 120 managers de la UNOPS (Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos) de América Latina. "Ellos me contrataron durante tres meses para llevar un programa de capacitación". 

Pero antes de llegar a esta etapa en la que notamos cómo disfruta ayudando a personas y organizaciones, Bernal fue tenista semi profesional y trabajó quince años en el Parlamento Europeo. 

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Tenis y el Parlamento Europeo

Entre los 11 y los 21 años, fue tenista "semi profesional". No le gusta decir profesional porque no llegó a tener los ingresos para vivir de ello, pero sí tuvo la mentalidad, el tipo de vida y los entrenamientos. 

Viajar desde tan pequeña con el raquetero a cuestas le marcó mucho y durante toda la experiencia aprendió a resolver conflictos, la determinación por no tirar la toalla, a seguir adelante mental y emocionalmente, a gestionar los éxitos y a entender que los fracasos son un paso más en el camino de aprendizaje. 

Tras esta etapa estudio Ciencias Políticas y de la Administración y se especializó en la Unión Europea. Llegó a Bruselas con una beca y nunca regresó a España. "No tengo el recuerdo de haber tomado la decisión de 'me voy a vivir a Bruselas'". 

Durante tres legislaturas, unos quince años, estuvo trabajando en la institución en asuntos relacionados con los derechos humanos, la cooperación al desarrollo, igualdad y diversidad. También llevó mucha parte de coordinación. "Ahí es cuando empecé a descubrir lo que era el change management, es decir, el manager que gestiona los cambios, que no sabía ni que existía". 

La reconversión

Es aquí cuando empieza a informarse y a certificarse. "Estudias, analizas, evalúas la gestión de un equipo, ves cómo funciona internamente y cuál debería ser la estrategia a la hora de gestionar un cambio", explica.

Y continúa: "Mi idea era aprender a mejorar la coordinación del equipo, hacer que llegase mejor preparado y que estuviera más atento a los imprevistos que pudieran surgir en políticas públicas. Esto me ayudó a familiarizarme con nuevas herramientas". 

Durante este periodo, estaba organizando muchas conferencias y eventos. Un día su jefa le pidió que organizara una y ella propuso hacerlo de una manera diferente. "La mujer confió en mí y salió fantástico". Así comenzó a especializarse en liderazgo participativo, es decir, la idea de utilizar la inteligencia colectiva que ponga a todo el mundo en el mismo nivel. 

Izaskun Bernal durante una capacitación. Cedida.

Comenta que precisamente entendía que el Parlamento Europeo era el puente entre la institución europea y la sociedad civil y que ese puente había que nutrirlo, que tenía que ser de doble dirección. Entonces, por ejemplo, hacían reuniones en las que se sentaban todos en el mismo nivel, incluso en el suelo "y si hacía falta nos poníamos con post-it y cartulinas. Al final de cada reunión surgían ideas y posibles enmiendas a la legislación europea que trabajábamos". 

El interés de Bernal comenzó a reorientarse, del contenido a los procesos. En medio de todo esto sufrió burnout, el síndrome del quemado. Según la OMS, se trata de una enfermedad que se manifiesta en algunos trabajadores, motivada por el agotamiento físico y mental, provocando una cronificación del estrés laboral. 

Salió de esta reconvertida y apostó por ella. "Yo sentía que mi pasión era acompañar a las personas y organizaciones en su proceso de cambio", señala. 

Continuó estudiando y se certificó "en las mejores escuelas de negocio en tres áreas: change management, liderazgo e ingeniería emocional". 

Ingeniería emocional

La ingeniería emocional fue "descubierta y desarrollada" por la psicóloga Preciada Azancot (1943-2017). Es creadora del MAT (meta-modelo de análisis transformacional) en ciencias humanas y va más allá de la inteligencia emocional.

Bernal explica que según la ingeniería emocional no hay emociones buenas o malas, sino funcionales y disfuncionales. Es decir, el miedo o la rabia pueden ser emociones que, utilizadas de manera funcional, ayuden a resolver situaciones. 

Por ejemplo, el miedo es una emoción que aporta seguridad, que sirve para observar y evaluar amenazas, riesgos internos y externos y gracias al miedo ponemos límites.

Además, cuenta que, según los últimos datos que leyó, sentimos una emoción diferente cada 30-40 segundos.

En ingeniería emocional "se dice que son seis emociones auténticas y que cada emoción tiene un por qué y un para qué". Y esto, cuenta, no solo te ayuda a calibrar tu estado emocional, sino que además podemos entender nuestra personalidad. 

Pero la ingeniería emocional no solo tiene una aplicación individual, también a nivel de organización en tres niveles de actuación: el individual, el de equipo y el de organización. 

La aplicación 

Teniendo todo esto en cuenta, Bernal ofrece a sus clientes más que un servicio de formación al uso, uno de acompañamiento y un programa de capacitación para las personas, tanto a nivel de trabajadores del equipo como para los dirigentes, que se puede consultar en su web. 

Cuenta que "hasta ahora los expertos, los consultores en procesos de cambio solo se dedicaban al proceso de la estructura. Yo, uniendo la ingeniería emocional, creo un puente entre ese proceso y las personas que trabajan en él, haciendo que entiendan este proceso de cambio desde el ámbito emocional o mental. Además, aplico dinámicas de grupo y sesiones individuales de coaching".  

Nos explica que le contratan o para dar un taller o un workshop de un día o día y medio para abordar puntos flacos y reforzarlos, o para proyectos de capacitación más duraderos. 

Por ejemplo, en una organización que buscaba implantar planes de igualdad, Bernal se dedicó a explicar cómo funcionan por dentro, cuál es el funcionamiento interno del plan dentro del equipo y la organización y con ellos fue viendo en cada campo de acción las medidas que tienen que hacer. "Me adapto en función de los objetivos, las necesidades y los recursos de cada cliente". 

También dice que los beneficios para las organizaciones son maravillosos "porque aumenta la motivación, la cohesión del equipo, el sentido de pertenencia, reduce el absentismo, mejora tanto la resiliencia como la agestión del estrés y la toma de decisiones". 

Además, Bernal explica que si sabes como funcionas, acabas conociendo tu tipología y la de tu equipo. "Te da un lenguaje que te ayuda a descodificar la realidad de una manera nunca vista antes". 

Y concluye: "No tengo palabras para transmitirte el impacto que todo esto tuvo en mi vida, el que ha tenido en los compañeros con los que me formé y el que ha tenido en mis clientes. No hay ni una persona que haya abierto esta puerta y no me haya dicho 'wow'".