La aparición de hojas amarillas es sinónimo de mala salud en tus plantas. Por falta de agua, a veces, por todo lo contrario, en algunas ocasiones, por motivo de alguna plaga... pero jamás es buena señal.
Es fundamental saber qué es la causa del mal para actuar de una manera u otra, pero lo que nunca falla es apostar por un buen abono que las nutra y haga efecto desde la raíz.
No siempre es necesario adquirirlos en tiendas especializadas, en casa tenemos un ingrediente que jamás imaginaste que fuera tan efectivo para tus plantas. Para conseguirlo tan solo tendrás que reservar la piel de la cebolla.
Este versátil ingrediente tan utilizado para infinidad de elaboraciones culinarias va a comenzar a ser tu gran aliado para el cuidado de tus plantas. Las cebollas resultan ser una rica fuente de calcio, hierro, potasio o magnesio, entre otras, por lo que desde hoy dejarás de tirar a la basura su sobrante.
A través de este abono casero a base de cebolla, estarás proporcionando a tus plantas o jardín una cantidad de nutrientes altamente beneficiosa. Independientemente de si te gusta o no su sabor, no podrás resistirte a nutrir tus plantas con remedio casero.
Abono con cebolla para plantas
A partir de esta verdura, como base de este abono, prepararemos un líquido cargado de nutrientes para nuestras plantas. Lo mejor de todo es que no importa el tipo de cebolla que utilices para ello, blanca o morada, obtendrás el mismo efecto.
La piel de la cebolla es una fuente natural de nutrientes, además de otros beneficios, que inciden en el bienestar de las plantas, favoreciendo su salud y crecimiento. Es ideal incluirlo como rutina del cuidado de tu jardín, por los siguientes motivos:
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Nutrientes. La piel de cebolla contiene potasio, fósforo, y azufre, nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas.
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Fertilizante orgánico. Al descomponerse, la piel de cebolla libera lentamente sus nutrientes en el suelo. Este fertilizante orgánico natural mejorará la salud del suelo, promoviendo crecimiento de tus plantas.
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Aumenta la retención de humedad. La piel de cebolla puede ayudar a retener la humedad en el suelo, muy beneficioso, especialmente, en zonas con climas áridos o durante períodos de sequía.
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Repelente de plagas. Algunos estudios afirman que la piel de cebolla puede tener propiedades repelentes de plagas de insectos en las plantas.
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Favorece la estructura del suelo. La descomposición de la piel de cebolla en el suelo también puede mejorar su estructura, aumentando la aireación y facilitando el acceso de las raíces a los nutrientes.
Cómo hacer abono con piel de cebolla
Elaborar este abono casero es realmente fácil. No tendrás que adquirir ningún ingrediente ni componente extra, más allá de las cebollas que tengas en casa y el agua que se añade para la mezcla.
Guarda la piel de algunas de las cebollas con las que hayas estado cocinando últimamente. Añade dos puñados grandes de estas en un litro de agua y deja reposar la mezcla al menos 24 horas.
El agua reposada resulta más beneficiosa para el cuidado de nuestras plantas, ya que favorecemos la evaporación de los minerales y cloro en ella existentes.
Apreciaremos un cambio en el color del agua hacia una tonalidad entre marrón y rojiza, muy similar al de la piel de la cebolla que hayamos utilizado. Cuando esto suceda, cuela el agua y ya tendrás listo tu líquido fertilizante de plantas.
Si quieres un consejo extra, guarda el líquido en una botella que puedas cerrar para que sus nutrientes y propiedades se conserven durante más tiempo hasta el próximo riego de tus plantas.