El mundo se divide: ¿uñas de gel, esmaltado semi permanente o natural?

La manicura se ha convertido en parte esencial de nuestros looks, llegando a convertirse en una forma de expresión. El mayor ejemplo lo tenemos en Rosalía, cuya imagen va inevitablemente ligada a sus uñas.

[Si te encanta la manicura francesa, esta tendencia será tu nueva obsesión de belleza]

El mundo nail art nos ha descubierto millones de posibilidades para la manicura: uñas baby boomer en tonos pastel, manicuras francesas con colores llamativos, formas geométricas… las tendencias son infinitas.

Pero no solo hay diversidad en cuanto a colores y formas, también existen tres técnicas de manicura diferentes: las uñas de gel, el esmaltado semipermanente o la manicura tradicional. Desde magasIN, te contamos en qué consiste cada tipo y los pros y contras de cada una de ellas.

Uñas de gel

Las uñas de gel se pusieron de moda hace ya un par de años y desde entonces su éxito no ha parado de crecer. Existen diferentes tipos: las de gel blando y las de gel duro.

• Gel duro: Es el más demandado, ya que se utiliza para alargar la longitud de la uña.
• Gel blando: Se emplea en aquellas manos que no necesitan alargar sus uñas y simplemente buscan darle un aspecto más saludable.
• Elemento 3
• Elemento 4

¿Cómo se aplican?

En primer lugar, se realiza una limpieza puliendo la superficie de las uñas para poder aplicar posteriormente el gel. Una vez pulidas se retira el polvo y se retiran las cutículas para conseguir una mejor manicura.

Tras estos pasos se aplica una fina capa de gel en cada uña y se ponen las manos en los rayos UV durante unos minutos para que se fije. Este proceso se ejecuta varias veces hasta obtener el grosor que deseamos.

Por último, llega la parte del diseño y de aplicar el color o la forma que más nos guste.

La principal ventaja de este tipo de manicura es que se mantienen perfectas durante aproximadamente dos semanas y las uñas se ven más largas y bonitas en tan solo una sesión. Son mucho más naturales que las uñas postizas, además de una gran opción para quienes se las muerden porque al ser duras te acostumbras a llevarlas largas.

Pero, como todo, también tiene sus desventajas. Este esmalte de uñas es mucho más agresivo y, por tanto, tiene dañan la salud de las uñas. Impiden que estas respiren con normalidad, no están en contacto con el aire ni la luz solar, por lo que se debilitan, y la queratina deja de producirse, por lo que al retirar la manicura de gel tus uñas se verán débiles y apagadas.

Lo recomendable es no abusar de este método y utilizarlo de forma puntual o para eventos señalados. Es importante dejar pasar un tiempo de descanso para tus uñas entre una manicura de gel y otra para que se recuperen.

Esmaltado semipermanente

Es la técnica más popular de todas, ya que su procedimiento es muy simple y hace que la pintura dure intacta más de 2 semanas soportando trabajos manuales y agua en diferentes temperaturas.

La aplicación es muy sencilla y se parece mucho a la manicura tradicional. Primero se liman las uñas hasta tener la forma deseada, después se limpian y se tratan las cutículas. Posteriormente, se seca y desengrasa completamente cada uña para que el producto se adhiera mejor.

Pasamos a aplicar los diferentes materiales: un gel de protección, un gel de base y el color (gel acrílico mezclado con esmalte). Cada vez que se aplica uno de estos geles se utiliza una lámpara de mano con rayos ultravioleta para sellar, endurecer y fijar los productos. ¿El resultado? Unas uñas brillantes y perfectas.

La ventaja principal, como hemos comentado anteriormente, es la duración y la resistencia, pero al igual que las uñas de gel, el procedimiento es agresivo y también daña la uña. Además, el servicio es más caro que el esmaltado común y hay que ir a un salón especializado para retirárselo, ya que el color no se elimina con acetona normal.

Manicura tradicional

Por último, tenemos la manicura tradicional, cuya técnica es la más sencilla de todas. Se lima la uña, se limpia la cutícula y después se aplica varias capas de esmalte de color.

Esta manicura no daña la salud de la uña, por lo que puede realizarse todas las veces que queramos y es la opción más asequible. Además, puedes retirarlas en tu casa con facilidad. ¿La desventaja? Duran mucho menos y el esmalte tiende a romperse con facilidad.