Conocer nuestro tipo de piel es fundamental a la hora de adoptar una correcta rutina de belleza. Seca, sensible, mixta... cada una tiene necesidades y por lo tanto, exige un tratamiento adecuado.
[Piel grasa: cómo y por qué es importante hidratarla diariamente para controlar el exceso de sebo]
Una de ellas es la grasa. ¿Cómo reconocerla? "La piel grasa se reconoce por su aspecto brillante en todo el rostro debido a que la piel produce un exceso de sebo. Tus poros (los diminutos orificios por los que drena el sebo) estarán dilatados y muy visibles" explica la firma Avène. Este acabado brillante suele observarse sobre todo en la zona T (frente, nariz y barbilla). Además del factor genético, puede deberse a una alimentación inadecuada, el estrés o fallos hormonales.
Una rutina rodada
Para empezar, ten muy en cuenta la limpieza, el primer paso básico de una piel sana y luminosa. Este proceso "libera el cutis de impurezas, elimina los restos de maquillaje, previene la saturación cutánea, ayuda a que la piel respire y prepara la piel para tratamientos posteriores con un mejor aprovechamiento de cada producto. Sin esa fase, da igual los productos que utilices después sobre tu piel" insisten los expertos de Primor. Es aconsejable aplicar una loción por la mañana, y un agua micelar por la noche.
Aunque se suela pensar que solo necesita hidratación la piel seca, la grasa también requiere una aplicación diaria. ¿El secreto? Utilizar productos no comedogénico y oil free, para evitar potenciar el efecto aceitoso de la piel. Las texturas en gel, más frescas y ligeras, son asimismo preferibles.
Finalmente, ten en cuenta la exfoliación, que ayudará a "destapar" los poros y eliminar el sebo, las células muertas y las impurezas. Eso sí, al ser una etapa más "agresiva" para la piel, no la realices más de dos veces a la semana. Si se lleva a cabo demasiado a menudo, podría provocar un efecto rebote: en reacción, la piel podría producir más sebo y por lo tanto, brillar aún más.
Fórmulas a tener en cuenta
Las arcillas son famosas desde hace siglos cuando se desea tratar los poros y ello se debe a su elevada capacidad depurativa. "Son porosas y perfectas para limpiar en profundidad el poro y absorber ellas mismas cualquier suciedad o exceso de grasa que tengamos en la piel", explica Marta Agustí, responsable técnica de Aromatherapy Associates. Entre ellas hay muchas opciones, desde las arcillas rosas a la arcilla bentonita, pasando por opciones como los lodos húngaros.
¿Otro "ingrediente" clave? "El ácido salicílico es un beta-hidroxiácido conocido por sus propiedades seborreguladoras y queratolíticas, es decir, que es capaz de disolver la llamada capa córnea de la piel. Una de sus características principales es que gracias a su estructura presenta mayor afinidad por el aceite. Esto hace que penetre fácilmente en el poro, actuando sobre los factores desencadenantes del acné" destacan los expertos de mesoestetic®.
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