El bonito pueblo de Burgos con un pozo natural 'mágico': esconde la cueva submarina más larga de España

Con la subida de las temperaturas, son muchos los que buscan opciones para refrescarse del calor. En las zonas de costa, la playa suele ser el recurso más habitual, mientras que en el interior de España se recurre a otras alternativas, como ríos o lagos. Además, los pozos naturales son una opción perfecta para darse un baño.

Un pueblo burgalés esconde un pozo natural que destaca por su belleza. Se trata del municipio de Covanera, situado a 50 kilómetros de la capital y cerca de la frontera con Cantabria. La localidad, de tan solo 17 habitantes, según los datos de Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2023, está situada en la orilla del río Rudrón, que da nombre al valle.

Covanera es uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Burgos. Perteneciente al Auntamiento de Tubilla del Agua, su arquitectura se caracteriza por sus casonas con escudos heráldicos, entre las que destaca el palacio de los Fernández-Huidobro, construido en el siglo XVII y en estado de semirruina.

Iglesia parroquial de Santa María, en Covanera (Burgos).

Otro de los atractivos de este pueblo burgalés es la iglesia parroquial de Santa María, de origen románico. No obstante, sus bóvedas de crucería con terceletes son de estilo gótico isabelino (finales del siglo XV), con añadidos posteriores como la portada, la airosa torre o el baptisterio.

Sin embargo, Covanera se encumbra como uno de los destinos turísticos más visitados de la provincia de Burgos por sus paisajes naturales. Dos ríos cruzan el municipio: el río Moradillo o Sedanillo y el río Rudrón. Este último forma una acogedora zona de baño que supone un lugar ideal para pasar un día en familia.

Un pozo natural con cuevas subterráneas

Pero la razón principal por la que se conoce a Covanera es por su Pozo Azul, una cala de agua cristalina a poco más de un kilómetro del municipio. Esta piscina natural guarda un secreto: las extensas aguas subterráneas que surgen de la roca y la convierten en una auténtica joya para el espeleobuceo español.

El agua del Pozo Azul suele estar entre 9 y 11 grados centígrados durante todo el año, por lo que darse un baño es todo un acto de valentía. Sin embargo, son muchos los que no dudan en probar las gélidas aguas.

Pozo Azul de Covanera, en Burgos. iStock

Este manantial guarda un secreto muy especial: oculta bajo sus cristalinas aguas una red de cuevas y galerías subterráneas de 13 kilómetros de extensión, aunque se cree que podrían ser más, lo que la convierte en la cueva submarina más larga de España y una de las más largas del mundo. Sin embargo, este hallazgo esconde una dramática historia. Varios buzos han muerto tras quedarse sin oxígeno mientras investigaban en la zona. 

Los vecinos de Covanera tienen una tradición ligada a este pozo natural. En los días previos a Navidad, todos los habitantes del municipio burgalés se dirigen hacia el Pozo Azul para ver la inmersión de los buzos del club de buceo Delfín Burgos.

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Los especialistas se sumergen en estas aguas mágicas para introducir un Belén en lo más profundo del pozo que, debido a la transparencia del agua, permite que pueda verse desde la orilla. Un evento muy especial que se ha convertido en un reclamo para los turistas que se acercan hasta esta zona.

En este sentido, el Pozo Azul se ha convertido en el destino perfecto no solo para refrescarse de las altas temperaturas rodeado de naturaleza, sino también para descubrir un lugar mágico y único en nuestro país.