Volkswagen no compensará a los afectados por las emisiones contaminantes en España
Las ventas de la filial crecieron un 17% durante 2015 a pesar de un escándalo que asume como “gravísimo”.
29 enero, 2016 01:54Noticias relacionadas
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“No tenemos contemplado dar una compensación porque vamos a devolver los coches a la situación que tenían que tener desde el principio”. Francisco Pérez Botello, presidente de Volkswagen-Audi en España, descartó así, en un encuentro con medios de comunicación, que la empresa vaya indemnizar de algún modo a los dueños de los 630.000 vehículos que circulan por España con sus motores manipulados. “El problema ha sido gravísimo”, asumió.
No habrá compensación a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde se destapó el escándalo del trucaje de las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx). Allí, la compañía alemana busca recuperar la confianza de los consumidores con una compensación de 1.000 dólares por vehículo afectado. De esa cifra, según explicó en noviembre, la mitad se entrega en forma de tarjeta Visa y los restantes 500 dólares para compensar los gastos a futuro en los concesionarios.
Quien sí cree que debe haber alguna 'recompensa' es la Comisión Europea. En concreto, la comisaria de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes, Elzbieta Bienkowska, instó la pasada semana al consejero delegado de Volkswagen, Matthias Müller a tratar del mismo modo a los clientes de uno y otro lado del Atlántico.
La razón por la que la compañía no compensará a sus clientes en Europa es que son "casos distintos". “Allí la configuración de los vehículos es diferente y los requisitos de las emisiones [contaminantes] también”, aseguró Pérez Botello. “Además, en Estados Unidos aún no se ha aprobado una solución técnica”.
Fecha para pasar por el taller
En Europa la solución pasa por el taller. En España, a partir de las próximas semanas. Desde el lunes 1 de febrero, la automovilística comenzará a llamar a los clientes españoles para concertar cita. Irán pasando por “reparación” (así define Volkswagen a la modificación de los motores trucados) poco a poco.
Los primeros, los modelos que funcionan con un motor diésel de 2.000 centímetros cúbicos (c.c.). Después, a mitad de año, los de 1.200 c.c. que emplean el mismo combustible. En ambos, se trata de un problema de software. Los últimos serán los diésel de 1.600 c.c. donde, además del sistema operativo, se tendrá que reparar una pieza de hardware que ajustará el flujo de aire que emiten los vehículos.
La modificación se hará a cargo de la garantía, aunque se trate de vehículos antiguos, que salieron de los concesionarios entre 2008 y 2014. Según la empresa, las modificaciones no afectarán ni al valor del coche ni influirán a la hora de pasar por la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). “Vamos a restaurar el coche a lo que el cliente se le dijo cuando lo compró”, aseguró Pérez Botello, “sin que afecte ni a la potencia ni al consumo”.
Vamos a restaurar el coche a lo que el cliente se le dijo cuando lo compró
A día de hoy, el 70% de los dueños de un Volkswagen trucado en España ya sabe que tiene que pasar por taller, aunque aún desconozca la fecha. El problema, que el otro 30% son coches de segunda mano y desconoce su comprador final. Para descubrir su identidad necesita que la Dirección General de Tráfico (DGT) los identifique. Una vez lo haga, tanto Volkswagen como la DGT les enviará una carta instándolos a la acudir a la reparación.
La filial del grupo alemán no desvela cuánto le costará este proceso. En todo caso, su factura correrá a cargo de la matriz germana, que poco después de que saltara el escándalo, anunció que iba a provisionar 6.700 millones de euros para afrontar los gastos del escándalo.
Afecta a los resultados, no a las inversores
Aunque Volkswagen-Audi España no haya tenido que provisionar para financiar el paso por el taller, sí que ha notado el escándalo en su balance de 2014. “Claro que ha afectado a la cuenta de resultados, porque hemos tenido que hacer un sobreesfuerzo de comunicación [es decir, ha invertido más en publicidad]. Pero no hemos tenido que recurrir a ayudas de la central”, justificó Pérez Botello.
La filial no cree que las inversiones en la Península Ibérica corran peligro. La compañía alemana tiene comprometidos 4.200 millones de euros para sus plantas de Landaben (Navarra), donde fabrica el Polo; y Seat en Martorell (Barcelona). El grueso de la inversión, 3.300 millones, están destinados a esta última. “Müller ha dicho que España es un país estratégico y que se mantienen las inversiones previstas”, señaló Pérez Botello.
También dejó la puerta abierta a que, en los próximos meses, se anuncie la producción de un nuevo modelo en Landaben, aunque no dio más pistas. Hay que recordar que, de aquí a 2020, la empresa alemana tiene intención de lanzar 20 modelos eléctricos en un intento de convertir su oferta comercial en más ‘verde’. “El grupo se ha comprometido a destinar 57.000 millones para reducir su huella medioambiental. Lo que hemos hecho [las emisiones] es una contradicción”, reconoció.
Las ventas crecen un 17% pese a resentirse
El ‘dieselgate’ de la compañía alemana no ha supuesto un golpe para sus ventas en España. Nada más saltar el escándalo, a finales de septiembre, sí se resintieron. Lo notó tanto en octubre como en la primera quincena de noviembre. “Pero en la segunda mitad de noviembre y en diciembre se han recuperado los niveles de pedidos precrisis”, matizó. Para lograrlo, además de aumentar su presupuesto en publicidad, la compañía aceleró sus descuentos, pero no desvela cuánto.
Al cierre del ejercicio, Volkswagen-Audi elevó un 17% sus ventas en el mercado español, hasta los 166.000 vehículos matriculados. Por cada uno de ellos, su margen de beneficio operativo respecto al precio de venta es del 2%.