El pequeño pueblo de Granada con un restaurante reconocido por Michelin donde se come por 35 euros
La oferta culinaria del establecimiento va cambiando con el calendario, en función de la temporalidad de sus principales productos.
17 junio, 2024 12:30Noticias relacionadas
La ruta gastronómica de Granada se está expandiendo cada vez más. Además de una amplia oferta en la capital, los diferentes municipios de la provincia también ofrecen una variedad de platos. Los pueblos captan la atención de los críticos gracias a establecimientos únicos, como los reconocidos con la distinción Bib Gourmand de la Guía Michelin.
La Cantina de Diego es uno de ellos. Ubicado en Monachil, un pueblo en la ladera de Sierra Nevada, este restaurante se ha ganado un lugar especial en la escena culinaria combinando tradición y creatividad.
Según aseguran los críticos de Michelin, este encantador establecimiento "destaca por su auténtico ambiente rústico-regional, reflejado en su terraza de verano y sus dos atractivos comedores".
El chef y propietario, Diego Higueras, dirige la cocina con una filosofía centrada en la tradición y los productos locales, "apostando por una cocina sin grandes complicaciones técnicas pero siempre fiel a los sabores autóctonos de temporada y kilómetro cero2.
Entre las especialidades del restaurante se encuentran el revuelto de morcilla de Monachil y los tacos de bacalao fritos con tomate. El solomillo de la sierra con guarnición es otro de los platos estrella. Para el postre, la Marcelina, un dulce típico de la zona, según resaltan.
Todo empezó con un pequeño huerto familiar junto al río. Allí, Diego y María José, entre tomates, calabacines y lechugas, crearon un espacio para abrir, solo en verano: una pequeña terraza con una diminuta cocina, según explican en su web.
En ella, Diego preparaba platos con los productos que tenía al alcance de la mano, y los amigos disfrutaban comiendo a la sombra de los cerezos y las higueras. Poco a poco, durante los cuatro años en los que mantuvieron aquel pequeño negocio, se ganaron una clientela fiel.
Así nació La Cantina de Diego, un restaurante familiar que mantiene la cercanía y la calidad en sus productos, reflejo de ese proyecto pionero. La oferta culinaria va cambiando con el calendario, en función de la temporalidad de sus principales productos.