El Instituto Fraunhofer español nace en Málaga y aspira a 400 millones de fondos europeos
La Costa del Sol es su primer nodo, pero tiene ambición estatal. El Instituto Ricardo Valle, de colaboración público-privada, sigue el modelo alemán para transferir al mercado los conocimientos de la investigación tecnológica.
13 enero, 2022 04:23Noticias relacionadas
En 2020, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, hizo un llamamiento a los más destacados actores tecnológicos de la ciudad para idear formas transformadoras con las que salir reforzados de la crisis pandémica de la Covid-19. Este jueves, 13 de enero de 2022, se firmará a las 10:00 horas de la mañana la escritura de la Fundación Instituto Ricardo Valle, una colaboración público-privada con vocación disruptiva fruto de aquella ambición. Pero, ¿en qué consiste? ¿Cómo quiere cambiar la Málaga tecnológica? ¿Es cierto que situará a la Costa del Sol en la batalla global de los microprocesadores? ¿Quién era Ricardo Valle?
La última pregunta es la más fácil de contestar. El nombre es en honor al doctor de Ingeniería de Telecomunicaciones malagueño Ricardo Valle, experto en electromagnetismo y fundador de la Escuela Técnica Superior de Telecomunicaciones de Barcelona, da nombre al proyecto en homenaje a su trayectoria de formación y ambición internacional. En otros países, son los Pascal, Max Planck o Alan Turing los que bautizan instituciones científicas y tecnológicas de primer nivel.
Todas las demás preguntas requieren algo más de explicación, y para ello EL ESPAÑOL de Málaga cuenta con uno de los impulsores de la iniciativa Innova IRV (siglas de Instituto Ricardo Valle), el consejero delegado del Grupo Premo y presidente del Málaga TechPark Execs, Ezequiel Navarro, que apuesta por "utilizar ese momento tan bueno para consolidarlo con instrumentos de vertebración". Como este instituto.
Objetivo: Alemania, Corea, Israel
La finalidad de la entidad es conectar de forma más directa la investigación con las empresas. Para conseguirlo, la principal referencia que se seguirá es la del emblemático Instituto Fraunhober alemán, pero con las adaptaciones necesarias y sin quitar el ojo de la buena trayectorias de ecosistemas asiáticos.
"En vez de inventar la rueda, ¿por qué no hacemos lo que los demás hacen bien? Y, a partir de ahí, lo adaptamos. Si en otros países les está funcionando así, ¿por qué no hacemos un pequeño embrión así?", se pregunta Navarro, que explica que la ambición del proyecto -impulsado por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento malagueño- es convertirse en el primer nodo local, que la iniciativa escale y sea para toda España.
Según explica el consejero delegado de Premo, la internacionalización de compañías malagueñas como la suya ha servido para tener una visión global de qué están haciendo "los países que lo hacen bien [en términos de innovación]: Israel, Corea del Sur, Singapur...", plantea, además de regiones como la estadounidense California o la alemana Baviera.
"¿Qué deberíamos hacer nosotros para poder estar a la altura?", es la cuestión que lanza Ezequiel Navarro, que señala la importancia de "instituciones que vinculan la ciencia y la tecnología al Estado, mediante procesos que en España no están pasando".
Esa "ciencia aplicada", ese "conocimiento industrial", es el objetivo principal de Innova IRV, que también tiene como referencia el centro vasco Tecnalia: "Aunque es una fundación privada-pública, está comandada por la industria. Son las compañías las que dirigen la actividad de innovación e investigación del instituto a que lo que se haga sea utilizable y beneficie a toca la comunidad vasca", analiza Navarro.
Los "campeones" de Málaga
Otro de los puntos clave de la iniciativa es el peso de "los campeones", es decir, empresas locales que son "líderes munidales de nicho": "Ya los vascos habían encontrado que los líderes mundiales de nicho son capaces de innovar, soportan mejor las crisis o pagan más", desarrolla.
Así, con las compañías líderes que desde Málaga encabezan sus sectores en mente, se han planteado los sectores en los que trabajar para la transferencia del conocimiento al ecosistema. Son tres áreas, divididas a su vez en ocho subsectores: microelectrónica (y, de forma más específica, microprocesadores, un producto clave en el mundo actual), tecnologías digitales (5G+, ciberseguridad, inteligencia artificial, vehículo conectado) y tecnologías digitales aplicadas (industria 4.0, sistemas aeroespaciales y salud digital).
En cada uno de esos vectores, se han interesado compañías líderes presentes en la ciudad. En la ciberseguridad, por ejemplo, es fundamental el rol del equipo Virustotal de Google liderado por Bernardo Quintero; mientras que en sistemas aeroespaciales comanda Aertec, en vehículos conectados hace lo propio Dekra o en microelectrónica, el Grupo Premo de Ezequiel Navarro.
Además, han hecho suya la iniciativa grandes empresas malagueñas como Mayoral, Sando y Myramar -hasta el punto de ser socias fundadoras con el Consistorio y el gobierno regional-. Aunque "en sí mismos, sus productos no son tecnología", estas compañías son "muy innovadoras": "La perspectiva es incluso mejor de lo que nos planteábamos, con más participación", sintetiza Navarro.
Ambición a diez años vista
El impacto estimado de Innova IRV de aquí a una década en el ecosistema malagueño es revolucionario: más de 900 empleos directos creados, más de 3.000 indirectos en las empresas, un aumento de la inversión privada en I+D+i de 1.000 millones de euros, más de 300 patentes, un aumento en la facturación de las empresas del 15%...
"No es un disparate y, sin embargo, son cifras muy relevantes y significativas para el PIB andaluz. Esto se puede hacer, se ha hecho en otros países", defiende Ezequiel Navarro.
Para él, es inspirador "lo que hicieron hace 30 años con el PTA": "Aquello era un descampado, no había ni un lago. Hubo personas que pensaron que Málaga podía y debía jugar un papel. Lo que se ha hecho en el PTA se lo debemos a los que tomaron esa decisión tan valiente sobre un papel en blanco.
El sueño es que suponga un punto de inflexión tan relevante como lo fue el del hoy Málaga TechPark, pero para ello es requisito imprescindible la colaboración entre entidades de todo tipo. Por lo pronto, ya han articulado proyectos con inversiones de hasta 400 millones de euros para ser financiados por los fondos Next Generation de la Unión Europea.
La clave: colaboración
Cuando el proyecto, llamado en aquel momento Innovalia, se presentó en abril de 2021 en el Foro Transfiere, ya estuvieron presentes representantes de todas las instituciones públicas. "La colaboración es completamente incompatible con las taifas. Se trata de conectar conocimiento y no va a ser fácil, porque exige un cambio cultural", augura Navarro.
Para él, es destacable como la Universidad de Málaga ha puesto institutos de investigación tecnológica a disposición para que se integren en Innova IRV: "Es un objetivo noble impulsado por actores bastante comprometidos. Está todo por hacer y la ilusión es grande", resume el consejero delegado de Premo.
"Evidentemente, queremos que sea transformadora y ya tenemos muchos mimbres. Hay que utilizar ese momento tan bueno para consolidarlo con instrumentos de vertebración. Hay muchas más empresas en Madrid o Barcelona, pero no están vertebrados así", argumenta.
Por lo pronto, este miércoles se firma la escritura ante notario, y el primer paso será convocar el primer patronato, en el que se nombrarán los órganos de gobierno. De forma paralela, hasta el día 31 de enero está abierta la búsqueda a nivel internacional tanto de un director general como de un CTO para la entidad. Y no le faltará una ubicación física: está prevista que se sitúe cerca del parque tecnológico y la Universidad de Málaga, como no podría ser de otra manera.