Un mercado de invierno que deja dudas y no tapa las carencias de gol del Málaga CF
El club cierra el mercado de invierno con las incorporaciones de David Ferreiro, Carlos Puga y Javier Avilés.
2 febrero, 2024 05:00Noticias relacionadas
El Málaga CF ha cerrado una ventana de fichajes de invierno poco ilusionante para su afición y que deja dudas de si los refuerzos que han llegado en el mes de enero mejoran realmente lo que hay en la plantilla o si son un parche para al menos tener las 23 fichas ocupadas. La última carta en salir ha sido la del delantero, Javier Avilés, anunciada el último día del mercado, señal de que no era la primera ni la segunda ni la tercera ni se sabe cuál de las opciones en las que se ha trabajado. Más tarde se anunció la de Carlos Puga pero ese fichaje ya estaba cerrado antes que el de Avilés. Son tres fichajes, dos a última hora, uno cubriendo una necesidad que en principio no se dijo que existiera. Ahora los movimientos tendrán que hablar en el campo. Tiempo tienen.
Con Javier Avilés, más David Ferreiro y Carlos Puga, también oficial este jueves 1 de febrero aunque su nombre cogió fuerza durante toda la semana, Loren cierra su primer mercado de invierno al frente de la dirección deportiva blanquiazul con menos suficiencia de la que mostró en verano, aunque es cierto que los mercados no son comparables. Pero el Málaga, desde fuera, parece un caramelito que pocos han querido saborear en este mes de enero.
La planificación de este mes en las oficinas de Martiricos empezó bien, daba la sensación de que estaba encarrilada. Había que liberar dos fichas y antes de entrar en 2024 ya estaban libres. La primera, por desgracia, la de Haitam, lesionado para toda la temporada. La otra, la de Loren Zúñiga, que rescindió su contrato para recalar finalmente en la cantera del Real Madrid. Ahora forma parte del tercer equipo blanco.
A partir de ahí, había vía libre para la llegada de un extremo y un delantero, tal y como se confirmó desde el club en boca de Loren y del director general Kike Pérez. Pero nadie llegó de manera inmediata. Hubo que esperar a que David Ferreiro rescindiera su contrato con el Cartagena para poder abordar su contratación. Cuando se vistió de corto, el Málaga ya había dilapidado sus opciones de ascenso directo con un mal arranque de 2024, empatando contra el Intercity y perdiendo en Ceuta. El jugador gallego vio desde la grada la derrota contra el Castellón.
Ferreiro debutó en Granada contra el filial nazarí pero llega falto de ritmo y de minutos en Cartagonova, algo que no le suele sentar bien a los jugadores veteranos (35 años) como él. Está por ver el rendimiento que le saca Sergio Pellicer.
Cerrado el extremo, en La Rosaleda se aceleró la operación lateral derecho. Se trabajó para rescindirle el contrato a Bilal, sin protagonismo en lo que va de temporada, y buscarle competencia a Jokin Gabilondo. En este último día de mercado se hizo oficial la llegada de Carlos Puga procedente del Atlético de Madrid B. El granadino, a pesar de su juventud, tiene experiencia en Primera RFEF, donde jugó la temporada pasada en el Córdoba, camiseta que también vistió en Segunda RFEF y en la extinta Segunda B. Con Puga, Pellicer tiene otra variante en la banda. El granadino ya entrenó por la tarde junto al resto de sus compañeros en la sesión vespertina del jueves.
Por último, tirando por tierra todas las especulaciones sobre los nombres que habían salido, y al contrario de lo que había anunciado Kike Pérez, director general, en los primeros días del mercado, no llegó un delantero que estuviera jugando fuera de España. Llegó Javier Avilés después de que Amorebieta decidiera poner fin al préstamo en el que estaba el atacante perteneciente al Leganés, líder de Segunda. Avilés no es un nueve como el que se esperaba por Martiricos, pero en el mercado de invierno se ficha lo que se puede. Sus números goleadores no invitan mucho al optimismo.
Tras hacer oficial los dos fichajes, a eso del mediodía, el Málaga CF comunicó a los medios de comunicación que las operaciones de esta ventana había finalizado. La plantilla estaba cerrada y no habría movimientos de última hora. Con estos bueyes hay que arar, que diría aquel.